Podcast PODCAST, EPISODIO 6: Maya Gabeira, conquistando nuevas alturas y batiendo récords

El verdadero significado de ser campeón de la competición Big Wave

Maya Gabeira habla con franqueza sobre su carrera de surfista y la experiencia de recuperarse de una lesión traumática, y defiende aquello en lo que cree.

The Edge es una serie de conversaciones con personas extraordinarias que viven al límite de las posibilidades. Se trata de la fina línea entre formar parte de la victoria o transformarse en la victoria; va sobre lo que nos sitúa en nuestros límites y qué podemos hacer para superarlos.

Nuestra próxima invitada es la excepcional Maya Gabeira, leyenda del surf y ganadora de varios récords mundiales.

Junto con el anfitrión Teo Van Den Broeke, director de estilo de la revista británica GQ, en nuestro episodio completo de 45 minutos hablamos de perseverancia, pasión y psicología con Maya Gabeira, surfista brasileña de olas grandes, activista y ganadora del Récord Guinness de la ola más grande jamás surfeada (la ola más grande jamás surfeada por ningún género en 2020). Maya, considerada por muchos una de las mejores surfistas del mundo y una de las mujeres más influyentes de todos los tiempos en el ámbito del surf, también es una gran defensora de la conservación de los océanos y del bienestar mental en el mundo del deporte.

Escuche la conversación completa buscando “The Edge TAG Heuer” dondequiera que escuche sus pódcast:

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¿Nuestro objetivo? Ser mensualmente la fuente de combustible que necesita para que sus límites muerdan el polvo.

Atención: ¿tiene solo un minuto?

He aquí algunos fragmentos para situarse en la línea de salida y hacer rugir los motores. ¡Descúbralos! Pero no olvide suscribirse a nuestro Podcast para poder oír todo el episodio sin filtros más adelante.

Un sueño hecho realidad

“Ir a Hawái a los diecisiete años fue un sueño hecho realidad. Tenía muchas ganas de conocer el archipiélago, surfear las olas, vivir en el extranjero y hablar inglés. Tuve que hacer muchos sacrificios, pero en aquel momento todo era fantástico: ser tan joven y tener tanta libertad, vivir sola en el extranjero y surfear olas en Hawái… En realidad, no lo viví como un sacrificio, sino como un sueño”.

Vivir sin límites

“He tenido suerte, porque me educaron sin un sentido de las limitaciones. Mi madre le decía a mi padre que podría haber sido un desastre. Nunca puse límites a mis sueños, y siempre me apoyaron mucho para soñar, perseguir mi pasión, entregarme sin reservas y no encajar en ciertos moldes o llevar la vida que otros llevaban. En definitiva, hacer aquello que deseaba. A veces, uno puede sentirse algo solo. Puede resultar algo difícil forjar un camino propio en el mundo. Pero es muy gratificante”.

Esperanza

[Sobre el accidente que puso su vida en peligro en Nazaré en 2013]

“Hubo muchos errores, y algo de mala suerte. Y luego la buena suerte que me permitió superar la experiencia. Con el tiempo, me di cuenta de que se necesita mucho más para estar seguro en una situación así. Esa fue una de las razones por las que volví y evolucioné tanto: había muchas cosas que podía hacer para mejorar, para estar más segura y surfear mejor. Esa era mi esperanza: recuperarme y seguir creciendo”.

Un largo camino

“[La recuperación] me llevó cuatro años. El día a día, romper barreras mentales, fantasmas con los que hay que lidiar y cosas que pueden volver a ocurrir. Sin embargo, trato de ser tan constante y entregarme tanto que con el paso de los años he vivido muchas experiencias nuevas además de aquella experiencia traumática. Ha sido un proceso muy largo. No obstante, suelo conseguir lo que me propongo a través de la estrategia. La mayoría de las cosas que hago requieren mucho tiempo, y siempre he trabajado así”.

Regresos épicos

“Mi regreso fue en 2018, cuando batí el primer récord mundial femenino. Sentí un gran alivio, como si me hubiesen quitado un gran peso de los hombros. Fui muy afortunada de conseguir un segundo récord mundial en 2020 sin habérmelo propuesto realmente. Ese fue el más divertido. Fue como si dios me dijera “Bien, es el momento de disfrutar del récord mundial. Te ofrezco otra oportunidad”. Fue magnífica. Me pareció la guinda del pastel, porque la primera vez fue en cierto modo un alivio del estrés”.

No rendirse nunca

“Estoy muy contenta de no haberme rendido cuando podía haberlo hecho, de haber perseverado y haber creído… Es muy gratificante mirar atrás y saber que mi pasión me permitió superar aquella experiencia, porque aprendí mucho durante esos años. Trabajé con perseverancia para volver, mejorar y vivir la vida que había elegido para mí: el surf, estar en el océano, mantenerme activa. Es una vida maravillosa”.

Agradecer y compartir lo aprendido

“Lo ideal sería transitar el sufrimiento y luego pasar página y no volver a pensar en lo vivido. No obstante, siento la responsabilidad de compartir mi experiencia. Creo que es lo justo. No me gusta ocultarla, porque considero que encierra lecciones. Me encantaría ayudar a una o varias personas, y no me parece correcto guardarme mi historia y no pronunciarme sobre temas que me tocan de cerca”.