Relojes El eterno Monza: aspecto extremo, precisión extrema, ahora en versión de carbono

LVMH Watch Week 2023

5 min

Hervé Gallet Periodista

Vuelve el célebre cronógrafo presentado en 1976 con un estilo mucho más moderno. Fabricado en carbono, combina conocimientos técnicos, dinamismo y un diseño colorido para destacar tanto en la muñeca como en la pista.

TAG Heuer Monza (CR5090.FN6001)

El cronógrafo Monza, presentado después del Carrera y del Monaco, refleja el vínculo que existe entre TAG Heuer y el automovilismo. De hecho, se lanzó en 1976 para celebrar la victoria de Niki Lauda en el Campeonato Mundial de Fórmula 1 del año anterior. El reloj recibió el nombre de “Monza” en homenaje al circuito italiano en el que el piloto de Ferrari, con los colores de Heuer como colaborador técnico de la Scuderia, conquistó el título mundial. El reloj causó una gran impresión en su momento gracias a la forma de su caja y al uso del color negro.

Durante las décadas siguientes, el Monza mantuvo su popularidad gracias al lanzamiento de diferentes versiones. Ahora, este icono reaparece con un estilo espectacular. La caja de carbono de 42 mm garantiza una robustez ligera y una actitud de alta tecnología. En su interior se encuentra el movimiento automático del calibre Heuer 02 con cronómetro certificado, que combina las prestaciones de la más alta precisión y el carácter deportivo de un cronógrafo flyback. Esta función permite reiniciar el cronógrafo al instante, sin necesidad de pararlo, utilizando los pulsadores de acero con tratamiento DLC negro.

El nuevo Monza, que nació de la emoción de los coches de carreras a toda velocidad, incorpora dos dispositivos relacionados con el automovilismo: una escala taquimétrica que indica la velocidad media y un pulsómetro que indica el ritmo cardíaco, ya que el corazón de los espectadores puede acelerarse tanto como el de los pilotos.

En la esfera esqueleto del Monza, el rojo de las carreras hace eco al azul de los índices, del segundero central y de los dos contadores adicionales de zafiro translúcido, uno vinculado a la función de cronógrafo a las 3, y el segundero pequeño permanente a las 6. El Monza, estanco hasta 100 m, luce una correa de tela negra con pespuntes azules, en perfecta armonía con el diseño del reloj.

  • TAG Heuer Monza (CR5090.FN6001)

Hervé Gallet Periodista