Podcast Podcast, Temporada 2, Episodio 7: Jean Campiche, el hombre que trabaja al servicio de la velocidad

La leyenda del cronometraje, Jean Campiche, nos cuenta cómo Heuer revolucionó el automovilismo y el sistema de cronometraje de la Fórmula 1 en los años 1970.

Hay momentos en los que el tiempo queda suspendido. Otros en los que nos encontramos a las puertas de la grandeza y otros que superan el paso del tiempo. Personas extraordinarias comparten sus experiencias sobre el momento que lo cambió todo: récords mundiales, un campeonato mundial, revelaciones o decisiones que cambian vidas. Nuestros invitados e invitadas repasan estos momentos y nos explican cómo superaron la presión, el miedo o el dolor y se esforzaron hasta el límite. Solo en The Edge.

Nuestro invitado es una leyenda en el mundo de la Fórmula 1 y en la historia de TAG Heuer. El indiscutible rey del cronometraje, Jean Campiche, era una parte fundamental de los circuitos de carreras y de las mayores escuderías durante las icónicas décadas de los años 1970 y 1980. Innovaciones, anécdotas y cambios… Jean Campiche nos lo cuenta todo sobre sus años dentro de este mundo.

Presentada por Nicholas Biebuyck, director de legado de TAG Heuer, la fascinante historia de Jean Campiche le transportará a los gloriosos años de la Fórmula 1, en los que Jack Heuer y sus innovaciones tecnológicas revolucionaron el cronometraje.

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¿Nuestro objetivo? Convertirnos en la fuente de inspiración que necesita todos los meses para superar sus límites.

¿Tiene un minuto?

Tenemos algo que le hará sentir la adrenalina antes de entrar en materia. No se olvide de suscribirse a nuestro pódcast para escuchar este episodio completo en cualquier otro momento. The Edge se compone de una serie de entrevistas a personas extraordinarias que exploran los límites de lo posible. ¿Qué diferencia a un ganador de un participante? ¿De dónde emana la fuerza interior que nos lleva a superar nuestros límites?

Al otro lado del guardarraíl

Heuer me formó durante seis meses en la escudería Ferrari, con la que tenía una colaboración técnica. Enzo Ferrari buscaba una empresa que pudiera desarrollar dispositivos capaces de medir con precisión la aceleración, la frenada y la velocidad de los coches. Y Heuer era una empresa especializada en cronómetros extremadamente innovadores diseñados mediante una tecnología de vanguardia.

La primera competición con cronómetro de la historia

La primera competición con cronometraje a la que asistí con Ferrari fue en Vallelunga, Italia. Tuve mucha suerte ya que contaba con un dispositivo de cronometraje puntero que había sido desarrollado por Heuer entre 1970 y 1972. Imagíneselo: seis horas conduciendo en Vallelunga siguiendo a los coches más rápidos. Hay que mantener una concentración extrema. Y no se puede beber mucho para no tener la necesidad de ir al servicio.

El pianista de la Fórmula 1

¿Mi dispositivo? Había una impresora bastante grande, con una parte electrónica en su interior, conectada a dos o tres teclados. Cada teclado tenía cinco teclas. Cada una de estas teclas podía programarse con un número de coche. Al principio, mis dos teclados me permitían seguir a diez coches. Mi trabajo consistía en identificarlos y proporcionarles un impulso de tiempo los más exacto posible al presionar la tecla correspondiente a su paso por la caja. A medida que fui ganando experiencia, llegué a ser capaz de seguir a 15 coches.

Una cuestión de precisión y fiabilidad

Por aquel entonces, el cronometraje era de gran importancia para los equipos, no solo por motivos de cronometraje, también por el recuento de vueltas, con el objetivo de saber cuándo hacer una parada para repostar y cambiar los neumáticos. Por lo tanto, la fiabilidad era tan importante como la precisión. El sistema desarrollado por Heuer imprimía el número del coche y el número de vueltas completadas, y calculaba el tiempo de vuelta mediante un programa automático que medía hasta las centésimas de segundo.

  • Jean Campiche de Heuer Timing en la carrera de Paul Ricard en 1974.

Cuando el cronómetro encumbra y relega a campeones

En 1974, un año decisivo para la Fórmula 1, dos pilotos extraordinarios, Niki Lauda y Clay Regazzoni, compitieron como parte de la escudería Ferrari. El último, aunque contaba con más experiencia, perdió el campeonato mundial por tres puntos. El cronómetro es despiadado. Sentí mucha tristeza, era un piloto suizo increíble y extremadamente generoso.

El más preciso de todos

En los años 70, había que esperar media hora para obtener los resultados oficiales de las calificaciones debido a que aún no había ordenador. Los cálculos se hacían a mano, lo que era una buena excusa en caso de error. Y los errores entre una décima de segundo y un segundo completo eran usuales. Las federaciones nacionales que estaban a cargo del cronometraje tenían dificultades a la hora de identificar los coches. ¡Pensaron que Regazzoni había cruzado la meta, pero era Lauda! Muchas veces me presenté ante los cronometradores oficiales para discutir sus resultados. Sabían a la perfección que trabajaba para el único equipo que contaba con un dispositivo electrónico que realizaba el seguimiento de los tiempos. Así que, me presentaba con una hoja de tiempos impresa y, a menudo, tenía razón.

Finales de los años 70: el ordenador lo cambia todo

El gran avance llegó con la ayuda de la electrónica a finales de los años 1970. Heuer había desarrollado un sistema de cronometraje completamente automático. Cada coche estaba equipado con un pequeño transpondedor, un transmisor que indicaba el momento en el coche pasaba la línea de meta. El tiempo se medía a través de un dispositivo de cronometraje vinculado a un ordenador que, en aquella época, era increíblemente grande y pesado: 1,5 metros de largo, 1 metro de alto y 1,5 metros de ancho.

El cronometrador oficial de los Grandes Premios de Fórmula 1

Trabajé para que, en 1992, TAG Heuer se convirtiera de nuevo en el cronometrador oficial de los Grandes Premios de Fórmula 1, con el primero celebrándose en Sudáfrica. ¡Fue extraordinario! Pude seguir escribiendo esta increíble historia que comenzó con Heuer, mejorando aún más la precisión y la fiabilidad de los sistemas de cronometraje. En la actualidad, somos capaces de proporcionar una precisión de hasta una milésima de segundo.

Disfrute de una carrera aún más intensa gracias al cronometraje

La visualización de los tiempos con códigos de colores, con el objetivo de distinguir entre un tiempo mejorado o absoluto, proporcionó información adicional para comprender la carrera. Tiempos fraccionados, velocidades y distancias se comunican al público, aportándole toda la información que necesita para aumentar aún más su afición por el automovilismo.