Relojes El naranja y el gran azul

Lo encuentra en los flotadores de las piscinas. Lo encuentra en los conos de tráfico. Lo encuentra en grandes señalizaciones en las que se lee “Precaución” o “Carretera en obras”. Para el ojo inexperto, el color que ve es el naranja. Sin embargo, quizá usted sí sepa que este tono ostenta nombres más profesionales: naranja de seguridad, naranja brillante, naranja intenso o, si los colores son su especialidad, naranja OSHA. De momento, nos quedamos con naranja de seguridad. ¿Pero por qué de toda la gama de colores, el naranja simboliza la seguridad en el mar? ¿Por qué no se eligió un amarillo intenso o un verde brillante? Veamos cómo el naranja de seguridad se convirtió en lo que es: el naranja de seguridad.

La historia del naranja de seguridad comienza en la década de los 50. En los Estados Unidos, se convirtió en el color normativo para los manuales técnicos y las regulaciones federales. Se eligió este tono dada su efectividad a la hora de destacar objetos dentro de su entorno natural. Especialmente en contraste con el cielo y el mar azules. En aquella época, los expertos descubrieron un hecho muy interesante. Constataron que el naranja fluorescente era el color más visible para la mayoría de las personas bajo multitud de condiciones diferentes. ¿El porqué de la gran visibilidad del naranja de seguridad? Todo se reduce a la ciencia. El porqué tiene que ver con cómo las moléculas absorben la energía cuando se exponen a ciertas longitudes de onda de luz. La fluorescencia de reactivos UV emite luz en la presencia de radiación UV. Esto provoca una mejora en la percepción del color, haciendo que nuestro cerebro perciba los tonos como el naranja de seguridad más brillantes e intensos. Y así es como el naranja de seguridad comenzó a inundar nuestros océanos.

Es enérgico. Es intenso. Llama la atención. El naranja de seguridad busca destacar y señalarse, desencadenando un estado de alerta. Por lo que cumple su función captando la atención en accidentes marítimos, e incluso submarinos. Una contundente mezcla de amarillo y rojo, un color con un propósito: destacar y mantenerle a salvo. El naranja de seguridad resalta aquello que necesita protección. La saturación del color ayuda a nuestros ojos a identificar personas, barcos y objetos que necesitan asistencia.

Desde chalecos salvavidas y boyas hasta circuitos y trajes espaciales de la NASA, encontrará este naranja allí donde la seguridad sea esencial. La mayoría de los colores cambian según cómo los utilicen los artistas o cómo evolucionen las tendencias a lo largo del tiempo. Sin embargo, el naranja de seguridad no se transforma. Nunca. Se ha convertido en el color universal de la seguridad.

TAG Heuer comprende la importancia del naranja en el mundo marino. Razón por la que este color ha sido una fuente constante de inspiración para sus relojes de buceo. Destacando entre las austeras esferas negras de la mayor parte de relojes de buceo, el naranja ha hecho acto de presencia en innumerables ocasiones en el universo del buceo de TAG Heuer a lo largo de los años. Y es un verdadero placer darle la bienvenida otra vez en el nuevo Aquaracer Professional 300 Orange Diver. Inspirado en la referencia 844 de buceo naranja, una de las favoritas de los coleccionistas, este Orange Diver es a la vez intenso y familiar.

El tono utilizado en la esfera naranja presenta un fuerte contraste con el azul del océano, haciendo que el reloj parezca aún más brillante y atrevido bajo del agua. En términos de diseño, el Orange Diver cuenta con una caja de 43 mm satinada y pulida de acero, con una punta blanca en el segundero. Esta nueva pieza utiliza los mismo códigos de diseño que la gama Aquaracer Professional 300.

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