SAVOIR-FAIRE Retrocedemos en el tiempo con el TAG Heuer Aquaracer

Explore la evolución de la familia TAG Heuer Aquaracer

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Hoy, nos remontamos al año de creación de uno de nuestros relojes más emblemáticos para observar su evolución, se trata del TAG Heuer Aquaracer. Indagaremos en nuestros archivos para descubrir más acerca de este reloj tan especial, desde su primer tic tac hasta la actualidad.

El Aquaracer es un modelo icónico de la gama de relojes de buceo de TAG Heuer que da vida a nuestra filosofía de resiliencia, fuerza y fiabilidad, sin sacrificar nunca la elegancia atemporal y esencial de cualquier clásico.  El TAG Heuer Aquaracer es el aliado perfecto de referentes culturales emblemáticos, como nuestro espía de cine favorito o un tal presidente de Estados Unidos, y adorna las muñecas de muchos héroes de la vida real.  Un reloj para los exploradores de las profundidades marinas, los que se aventuran en el día a día y los innovadores intrépidos, ya sea por encima o por debajo de las olas.

Campaña de Heuer en 1910 - Nuevos relojes cronógrafos con cajas herméticas

La vida en el agua

Sumergirse en la historia del TAG Heuer Aquaracer significa a su vez descubrir un momento especialmente importante en la historia de la exploración oceánica. Durante la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, los buzos desminadores estaban muy solicitados, ya que estos intrépidos héroes se sumergían en el fondo del océano para desactivar y retirar las minas de los puertos y las bahías, donde las explosiones podrían haber causado un mayor número de víctimas. Los dispositivos de cronometraje resistentes al agua y suficientemente fiables para operaciones que requerían una sincronización muy precisa se convirtieron en una herramienta esencial para estas misiones. Estas estrictas especificaciones militares dejarían su huella en el legado de los relojes de buceo para siempre.  

Otro episodio impresionante que influyó en la historia del buceo vino de la mano del oceanógrafo francés Jacques Cousteau con su famosa película El mundo silencioso de 1956, codirigida por Louis Malle y ganadora de una Palma de Oro en Cannes. Las asombrosas escenas de la película, que desvelaban la belleza absoluta del reino submarino, provocaron un aumento de la popularidad del buceo recreativo alrededor de todo el mundo. De pronto, la exploración de las profundidades de los océanos del mundo se convirtió en una posible actividad de ocio, y la demanda de los equipos necesarios para llevarla a cabo, incluidos los relojes de buceo, aumentó de forma espectacular.

En los años 70, el buceo comercial impulsó las innovaciones en los relojes de buceo. La exploración de las profundidades marinas, a menudo motivada por la búsqueda de petróleo, impulsor de grandes inversiones y también de sucesivas crisis, exigía que los buzos permanecieran mucho tiempo por debajo de la superficie. Conocido como “buceo de saturación”, esta modalidad de buceo consiste en que los buceadores profesionales se aclimaten gradualmente al medio marino con una serie de cámaras presurizadas. Aunque este proceso funcionó bien para los buceadores, resultó desastroso para los relojes de buceo tradicionales, ya que al producirse la “descompresión”, o al volver a la atmósfera de tierra firme, los cristales del reloj estallaban porque los gases presurizados no tenían otra forma de escapar. Así, arrancó la búsqueda de una solución que resultase viable.

Extracto del catálogo Heuer Times n.°3 de 1979

Érase una vez, felices para siempre

El origen del TAG Heuer Aquaracer tal y como lo conocemos hoy en día se remonta a los años 50 y 60, cuando se produjo una fuerte demanda de relojes de buceo en el mercado estadounidense. Echando la vista incluso un poco más atrás, en 1949, aparece en escena el Heuer Solunar como precursor de los relojes de buceo de Heuer. Se trataba de un reloj-herramienta que permitía extraer información valiosa sobre las mareas altas y bajas, muy útil para marineros y pescadores. En 1950, su diseño fue mejorado con el Heuer Mareographe, que también disponía de un cronógrafo funcional. Ninguno de estos modelos era resistente al agua, ni se consideraba un reloj de buceo, pero poseían algunas funciones relacionadas con el mundo marítimo.

 

Un par de décadas más tarde, en medio de la infame crisis del cuarzo que atravesaba la industria, Heuer (que aún no era TAG Heuer) supo ver más allá del horizonte y en 1978 decidió lanzar el 844 para satisfacer la gran demanda de relojes de buceo recreativo. Este reloj de buceo práctico y sencillo fue todo un éxito, y se convirtió en uno de los modelos más apreciados y celebrados de Heuer.

Las primeras ediciones del reloj de buceo de Heuer se produjeron en Francia y eran conocidas como “Monnin”, ya que fue el encargado de fabricarlas. Hoy en día, es poco común, pero todavía se pueden encontrar algunos de estos modelos originales. ¿Está buscando uno? No pierda de vista el Heuer 844 automático, el reloj de cuarzo 8440 o el reloj automático para mujer 756. Estos primeros modelos abrirían el camino a una gama de relojes de buceo con un amplio espectro de especificaciones.

 

Tras el lanzamiento del Heuer 844 en 1978, el siguiente salto adelante llegaría con el lanzamiento del reloj Super Professional en 1984, diseñado específicamente para buceadores comerciales. Con una resistencia al agua hasta 1000 metros, presenta una caja con diseño monobloque que evita la entrada de gas en el reloj hasta la profundidad certificada, previniendo cualquier problema de descompresión. Además de su caja protectora, el acabado mate del reloj, los detalles luminosos y el bisel unidireccional con grandes dientes de fácil agarre lo convirtieron en una pieza imprescindible para los buceadores activos.

¿Qué es lo que distingue a un reloj de buceo de TAG Heuer de los demás? Si nos remontamos a las raíces del árbol genealógico del Aquaracer, existen seis principios fundamentales de diseño que se originaron con el Heuer 844, y que todavía siguen presentes en los modelos más recientes. ¿Cuáles son los rasgos característicos de la familia Heuer?  Cristal resistente a los arañazos, bisel unidireccional, corona enroscada, esfera y agujas luminosas, brazalete con doble cierre de seguridad y estanqueidad hasta 200 m. Desde el principio de la historia hasta hoy, estas características dotan de unidad a la colección perteneciente a esta aventurera familia de relojes, dando lugar a un sólido linaje caracterizado por su resiliencia y fiabilidad, que serviría como guía para la mayoría de diseños de TAG Heuer en las décadas de 1980 y 1990. ¿Cuál es el toque distintivo de los relojes de buceo de TAG Heuer? La emblemática caja de 42 mm del 844, más grande que la de otros modelos similares de su época, sigue siendo el rasgo distintivo de la familia de relojes de buceo TAG Heuer, que se complementa con una gama de tamaños adicionales para adaptarse a todos los tamaños de muñeca.

Campaña francesa de 1986 que destaca la esfera fosforescente del Heuer 1000

Salpicando estilo

Aunque en un principio los relojes de buceo Heuer y TAG Heuer fueron lanzados centrándose únicamente en su utilidad, con el paso del tiempo, también empezaron a desarrollar varios toques estéticos elegantes. La gama de buceo fue evolucionando con pequeñas iteraciones en el diseño e incorporando mejoras continuas, siempre fiel a los seis principios fundamentales de diseño. Se llevaron a cabo ajustes en el diseño de las agujas y el bisel, y se exploraron distintos materiales, texturas y acabados.

 

Cabe destacar el legendario Heuer Night Diver, presentado por primera vez en la década de 1980. Su espectacular caja con revestimiento negro y su esfera luminosa resultan totalmente inconfundibles. Este particular modelo batió el récord de miradas cuando lo llevó un famoso agente secreto de ficción en la gran pantalla.

 

Tampoco podemos olvidar los relojes de buceo de oro macizo de finales de 1980. Estos modelos, lanzados durante la época dorada de Wall Street, se introdujeron con audacia en las altas esferas del diseño de lujo en un momento en el que el reloj de buceo pasó de ser una mera herramienta a convertirse en un símbolo de estatus social.

En 2003, el TAG Heuer Aquagraph supuso un salto tecnológico, como el primer cronógrafo subacuático. El reloj era resistente al agua hasta 500 metros, contaba con una válvula de escape de helio y una gran aguja central de minutos de color amarillo que resultaba útil para cronometrar las paradas de descompresión. El TAG Heuer Aquagraph llevó los relojes de buceo a una nueva dimensión, o mejor dicho, a nuevas profundidades.

 

Desde los años 80, el color naranja se ha convertido en un elemento distintivo de las colecciones de relojes de buceo de TAG Heuer. Un ejemplo de ello es la edición limitada del TAG Heuer Aquaracer Bamford de 2020, que encarna la innovación en ergonomía y estilo con su característica caja de titanio con destellos del emblemático color naranja de TAG Heuer.

Edición limitada TAG Heuer Aquaracer Bamford (WAY208F.BF0638)

Desde el originario Heuer 844 hasta el actual Aquaracer, los relojes de buceo de TAG Heuer han sido una manifestación continua y evolutiva de nuestra filosofía basada en la utilidad, que se atreve a llegar a donde ningún otro reloj de buceo ha llegado antes.