Relojes Atrévase con una inmersión más profunda

El tradicional método de inmersión libre (también denominado “apnea” o “buceo a pulmón”) consiste en sumergirse en el agua sin equipos de buceo, oxígeno o cualquier otra herramienta para respirar. Solo se respira hondo y se suspende la respiración. Pero no es tan sencillo. Además de las limitaciones del aporte de oxígeno, la exposición a una presión elevada genera efectos fisiológicos que limitan la profundidad y la duración de la inmersión para cualquier humano sin branquias. ¡Pero eso no nos impide intentarlo!

Existe constancia de que ya en la antigüedad los buzos se enfrentaban a los mismos problemas de la actualidad, desde el síndrome de descompresión hasta los desmayos. En la antigua Grecia, utilizaban pesos para sumergirse en las profundidades del Egeo (aprox. 30 metros) y recoger esponjas, corales e incluso perlas del fondo del océano.

Una buena inmersión no solo requiere resistencia física, sino también agudizar la resistencia mental. Julie Gautier afirma que el arte de la inmersión libre puede generar un gran impacto en el bienestar general. “Durante todos estos años de práctica, he aprendido a superarme a mí misma, conocer mis límites, cuidar mi cuerpo y mi mente… Salir de la zona de confort a través del deporte ayuda realmente a ganar confianza. Finalmente se adquiere el hábito de hacer lo mismo en el día a día. También se aprende a aceptar los fracasos y utilizarlos para crecer y evolucionar. El agua es un elemento que obliga a ralentizar el ritmo, y hacer lo mismo en la vida es muy beneficioso”.

¿Qué se siente al estar solo bajo las olas sin oxígeno ni una visión nítida? A pesar de lo que se podría pensar, la mente de esta campeona no alberga muchos pensamientos. Y ella considera que no es nada negativo:

Si la perspectiva de lograr el desapego zen mientras lucha por respirar le hace plantearse si la apnea es para usted… piénselo dos veces. Calmar el instinto natural de resistencia a la incomodidad (manteniéndose a salvo) es sin duda una labor de equilibrio. La experiencia permite saber cuándo ceder a las exigencias del cuerpo y cuándo resistirse. Como en cualquier otro deporte… “Nos conocemos mejor a medida que progresamos, paso a paso. Se alcanza una profundidad que resulta cómoda y se añaden metros día tras día. Se aprenden técnicas de respiración para utilizar mejor los pulmones, y se suelta para aceptar los espasmos que utiliza el cuerpo como señales de alarma, que empiezan a llegar cada vez más tarde”.

Algunas lecciones han sido duras para Gautier. Al preguntarle si alguna vez ha cometido algún error en una inmersión, cuenta que durante su última competición se centró demasiado en la resistencia a la presión y no prestó atención a sus sentidos. Esto condujo a una desafortunada serie de acontecimientos en la que rebasó en exceso sus propios límites y finalmente fracasó. Sin dejarse amilanar por ello, desde entonces ha reevaluado su relación con el deporte y ha iniciado nuevos esfuerzos creativos a través de películas que expresan su amor por el agua y la belleza que se esconde bajo las olas.

Algunas de las experiencias de buceo más memorables de esta brillante atleta no guardan relación con los trofeos ni los tiempos. Son sus encuentros con criaturas marinas los que describe como más impactantes: “Recuerdo mi primera inmersión con una ballena jorobada en Silver Bank, en las costas de la República Dominicana. Al principio me asombró su tamaño, pero luego establecí contacto visual con ella y ocurrió lo más mágico: fue como si nos comunicáramos. Estos animales son muy inteligentes, y verlos moverse con tanta gracia y serenidad en completa armonía con el agua es muy aleccionador”.

¿Cuál es su rutina de entrenamiento físico o nutrición?

JG: Lo más importante en la vida es el equilibrio. Practico un poco de yoga, nado, hago senderismo y como sano, y a veces no tan sano. Intento no crear una rutina, y la mayoría de las veces hago lo que me apetece.

¿En qué lugar del mundo le gustaría más bucear?

JG: Siempre he soñado con conocer a las pescadoras japonesas de apnea, las Ama, y bucear con ellas. Es una comunidad de mujeres fuertes que se dedican a una profesión masculina y mantienen una relación con el agua muy similar a la mía.

¿Quién ha sido su mejor maestro (en cualquier disciplina)?

JG: Mi padre.

¿Qué aspecto de su capacidad le gustaría más mejorar y de qué está más orgullosa?

JG: La flexibilidad es mi punto fuerte. Me permite adaptarme con suma facilidad y moverme con elegancia.

¿Cuál es su percepción del tiempo durante una inmersión? ¿Le parece que se ralentiza, o que se acelera?

JG: En el agua todo se ralentiza. Los movimientos, el tiempo.

¿Cómo calcula el tiempo? ¿Qué importancia tiene saber qué tiempo ha transcurrido?

JG: Bajo el agua, el tiempo es vida. Tener una referencia del tiempo que transcurre en realidad es sumamente importante. La diferencia entre la vida y la muerte se reduce a unos segundos.

¿Le gustaría compartir alguna revelación filosófica o espiritual?

JG: El tiempo y el espacio guardan una estrecha relación. Bajo el agua, el tiempo se ralentiza, pero el espacio no conoce límites. Seguir el ritmo del agua nos permite hacer realidad nuestros sueños.

La inmersión libre puede ofrecer innumerables beneficios: para algunos, el equilibrio y la fuerza mental. Para otros, una escapada a un magnífico universo acuático. Muchos de sus defensores afirman que genera un gran impacto en la confianza en uno mismo, la gestión del estrés y la capacidad de enfrentarse a los desafíos, adoptar compromisos y asumir riesgos. Con el objetivo de alcanzar los mayores tiempos, profundidades o distancias en una sola respiración, los competidores y atletas campeones como Gautier participan en distintas disciplinas de apnea competitiva (en otras palabras, “no respirar”). Curioso, ¿verdad? La apnea, que con frecuencia se considera un deporte de bienestar, es una disciplina que requiere una profunda introspección: escuchar el propio cuerpo y los pensamientos, y desarrollar determinadas fortalezas y habilidades. Pero si se domina (como dice Julie Gautier), puede hacer realidad los sueños.