SAVOIR-FAIRE Collected, Vol. 4, primera parte

The Edge Primero de todo, ¿dónde se encuentran? Neil, a usted lo han echado de la oficina, ¿no es así?

Neil Vivo en Greenville, en Carolina del Sur. Estuve viviendo en California durante once años, pero después trasladé la empresa aquí y me vine con mi familia para disfrutar de un entorno más verde y de una ciudad de tamaño humano. Mientras tenga algún aeropuerto cerca, no necesito mucho más. Aunque este último año, tampoco he necesitado mucho el aeropuerto. En fin, sí, estoy en casa. Nuestra oficina se encuentra en una gran fábrica de torrefacción industrial y si tuestan café, como este fin de semana pasado, o viene alguien con COVID, no podemos ir.

The Edge Debe oler muy bien en la oficina.

Neil Es fantástico, pero el proceso de torrefacción es más ruidoso de lo que creía. Entonces compré un edificio que estaba en ruinas y abandonado. Estaba en muy mal estado. Mi proyecto ahora, que probablemente llevará un año, es convertir eso en nuestra sede. Hasta entonces estaremos aún en la cafetería.

The Edge El proyecto tiene buena pinta. Morgan, hablemos de usted.

Morgan Estoy en Taipei, en Taiwán. De momento, hemos decidido dejar Los Ángeles. Habitualmente estoy en Pasadena. Estuvimos pensando en pasar solo dos meses en Asia, pero luego llegó agosto y mis hijos empezaron a preguntar “¿Qué pasa con la escuela? ¿Vamos a hacer clase online?”. Mi mujer se negó y dijo que lo mejor era la educación presencial, así que los inscribimos en la escuela americana de Taipei. Así que estaremos aquí un año por lo menos, aunque la mayor ha empezado las clases online porque echaba mucho de menos California. Vive en una zona horaria distinta del resto y a las 2 o las 3 de la mañana, sigue dando vueltas por la casa mientras el resto intentamos dormir.

The Edge Veo que ha conservado recuerdos de Estados Unidos a su alrededor: la gorra, la foto del perfil urbano de Nueva York… Empecemos hablando de su conexión con TAG Heuer y con los relojes en general.

Morgan No se lo cuente a mis amigos, no creo que sepan que vivía a expensas de la organización. Pero fue increíble. Y desde entonces, me encantan los TAG Heuer. He coleccionado ejemplares de la serie 1500 y, naturalmente, de la 2000. Cuando salió la 2001, las reediciones, vi la reedición Carrera y Monaco, y lo primero que me vino a la mente fue qué aspecto tendrían los relojes originales. Así que me metí en Google (no sé si existía Google por aquel entonces, quizás fuera Yahoo), los vi y decidí que también los quería.

The Edge ¿Aún conserva el primer TAG Heuer que compró?

Morgan Sí. Fui a la cumbre de Heuer de 2013, me encontré con un miembro de TAG Heuer muy amable que me hizo una puesta a punto: ahora tengo un movimiento de cuarzo nuevo, la esfera y el bisel son nuevos, etc.

The Edge ¿Y qué lleva ahora mismo? (Morgan enseña las manos). ¡Vaya por Dios! ¡No lleva nada!

Morgan (Se ríe) Ya. Suelo llevar un reloj en cada muñeca, pero justo para la entrevista…

Neil Pero cuando lleva dos, ¿uno es el Apple Watch o los dos son de verdad?

Morgan Dos relojes de verdad.

Neil ¡Contundente! Yo nunca lo he conseguido. Ahora es el turno de Neil…

Más tarde, cuando tenía 25 años, conocí a Abel Court en Bélgica y conseguí convencerlo para que me lo restaurara. Ese fue a grandes rasgos el (feliz) desastre de mi inclinación por Heuer. En aquel entonces, mi empresa estaba creciendo y empezaba a tener más ingresos. Encontré un Carrera en eBay que pensé que valía la pena restaurar y Abel lo restauró para que mi padre me lo regalara cuando cumplí 30 años. Así que en esa época ya tenía el Monaco de mi abuelo y el Carrera que me dio mi padre, y nunca más he comprado ninguno más de esos modelos desde entonces. En cambio, he conseguido varios Autavia y otros modelos. Eso sí, compré un Dato Carrera por su icónica esfera negra.

The Edge La idea de que las edades más importantes estén marcadas por relojes es magnífica. ¿En qué tiene la mirada puesta para cuando cumpla 40 años?

Neil Bueno, hay otro marcador: mi hijo nació al mismo tiempo que el equipo del Calibre 11 estaban haciendo la reedición de Autavia, así que ahora que tiene tres años, tiene un ejemplar de esos en un estuche… aunque yo lo he llevado ya un par de veces. Hace mucho, mucho tiempo que quería un reloj de Max Büsser, así que probablemente para mi cumpleaños caiga un MB&F. Max es un buen amigo, pero nunca he tenido ninguno; mi mujer me habría matado. Intentaré tenerlo para cuando cumpla 40 años.

The Edge Morgan, hablando de su especial afecto por TAG Heuer, usted tiene especial cariño a Steve McQueen. Puede que esta sea una de las razones de su apego por la firma, ¿no?

Morgan Lo mío con Steve McQueen es una historia de amor. Es mi hombre. Evidentemente, la película “Le Mans” es genial. Y cuando pensamos en Steve McQueen, también viene a la mente Paul Newman. Siento esta afinidad por los cronógrafos y el Monaco estaba dentro de esa categoría, algo así como lo que le pasa a Neil con los Autavia. Me encanta la forma cuadrada del Monaco y me encantan los “tres” dobles. La caja 1133. Y el Monaco se lanzó al mercado el 3 de marzo de 1969, ¿no? Tres tres. ¿Es coincidencia? No lo sé. ¿Están los Illuminati metidos en eso?

The Edge Ahora que habla de los Illuminati, tengo que preguntarle: ¿cómo consiguió los prototipos que tiene?

Morgan (Risa nerviosa) Eeeh… No lo sé. Prometí que no se lo diría a nadie.

Neil No pasa nada Morgan, yo también he hecho muchas cosas que me darían problemas con TAG. Seguramente me preguntarán sobre ello en algún momento.

Morgan Esté atento, porque cuando nos inviten a alguna reunión, nos van a detener.

Neil (Se ríe) Recibí una orden de cese y desista de diecisiete abogados en Nueva York cuando tenía unos treinta años. Fue una llamada de alerta.

The Edge Podemos hablar de eso luego. Morgan, ¿no nos va a revelar cómo los consiguió?

Morgan Claro que sí. Como ya sabe, la comunidad Heuer está muy unida y es muy fanática. Está formada por aficionados locos de remate.

Neil Solo un poco.

Morgan Solo un poco, ¿verdad? Abel Court, Paul Gavin, Richard Crosthwaite, Gianni, Paolo, el famoso francés Laurent que tanto queríamos y a quien tanto echamos de menos. Cuando todos estos tipos se juntan, siempre se encuentran perlas raras. Cuando empecé a comprar los modelos Monaco, lo hacía por eBay, y Jeff Stein me ayudaba. También Richard Crosthwaite, que es editor de coches, piloto de pruebas…

Neil Es un reportero increíble de vehículos y otros artículos fascinantes.

Morgan Así es. Y me dijo: “Me encantan los Monaco, igual que a ti”. Estaba reuniendo algunos Monaco realmente increíbles para su libro Heuer Monaco. En aquella época solo tenía tres o cuatro. No sé si conoce mi vida, pero soy un gran coleccionista. Colecciono tarjetas de beisbol, cómics, juguetes, voy a Comic-Con cada año… soy un niño grande. Así que le dije: “Richard, si alguna vez quieres vender algún Monaco, llámame. Dímelo, cuando sea”. Cuando terminó el libro, me dijo: “Me lo he pasado bien, pero ahora estoy listo para deshacerme de ellos”. Le pregunté a cuáles se refería y me dijo que todos los del libro. Y pensé, vale, pues tendré que vender un riñón. O a mis hijos. ¿Qué debo hacer? Pero acordamos un precio y le compré todos los relojes del libro. Y ahora tengo toda su colección de Monaco. Bueno, tengo casi toda la colección. La colección era muy completa…

Neil ¡Qué atrevido! Soy fan de Morgan. Esto es tirarse de cabeza a la piscina.

Morgan O lo haces o no lo haces. Richard fue un caballero, pero no me lo vendió todo. En todo caso, así es como conseguí los dos prototipos que tengo en mi colección, que espero que continúen formando parte de ella, a menos que mi mujer me mate. Entonces, serán para el hijo de Neil.

Únase a nosotros para descubrir la segunda parte y hablar de la magia de los colores y la importancia de la travesura…