SAVOIR-FAIRE Cuando el legado y la innovación van de la mano

13 min

Una entrevista sin precedentes en el centro del universo TAG Heuer

Heuer Ring Master y TAG Heuer Connected

Esta mañana, Edouard Mignon se encontraba trabajando en su oficina. Catherine Eberlé-Devaux participó en la reunión de Zoom desde Ginebra. Ambos lucían una sonrisa en el rostro y un reloj en la muñeca.

¿Él? Director de Innovación y responsable del Instituto de Investigación de TAG Heuer, desde febrero de 2020. Ella es la directora de Legado de TAG Heuer y, en abril de 2021, cederá su cargo a Nicholas Biebuyck, preparado para tomar el relevo como gran experto de la Maison. Dos posiciones fundamentales para una marca cuyo lema define su filosofía: “Vanguardia suiza desde 1860”.

 

Una conversación apasionada sobre el pasado, presente y futuro de la marca, reflexiones sobre el cuarzo o el poder filosófico de un reloj. Juntos, exploramos el legado, la innovación y los valores de TAG Heuer, más allá del tiempo.

Catherine, Edouard, ¿podrían recordarnos cuáles son sus funciones respectivas, por favor? 

Catherine Eberlé-Devaux (CED): Cuando se creó el departamento de Legado hace casi cuatro años, en abril de 2017, la idea era explorar en profundidad el patrimonio de TAG Heuer y darle brillo. Se trataba de arrojar luz sobre la historia de la marca, especialmente a través de documentos de archivo que nos permitieron estudiar el camino recorrido desde 1860 y, de esta manera, comprender el porqué de las decisiones de los distintos directores, que abarcan cuatro generaciones de la familia Heuer.

El objetivo era adquirir además un conocimiento más profundo de los relojes que hemos creado en los últimos 160 años de nuestra existencia. La experiencia es crucial por tres razones. En primer lugar, el conocimiento del interior de un reloj, así como los archivos, nos permite analizar ciertas elecciones de la Maison. La segunda razón es que el conocimiento nos permite adentrarnos en el mercado vintage. La comunidad de coleccionistas Heuer y TAG Heuer es muy importante. Sin embargo, antes de la creación del departamento, no existía una autoridad de garantía en materia de calidad de relojes de segunda mano. Teníamos una necesidad real de autentificar nuestros relojes, aunque tuvieran 30 o 60 años. Por último, cuanto más sepamos sobre los relojes que fabricamos en el pasado, mejor podremos desarrollar nuestros relojes en el presente, para proporcionarles un significado, una emoción, un detalle interesante, además del valor intrínseco del reloj, aunque este sea notable por naturaleza.

 

¡Las actividades de su departamento son muy variadas!

CED: Sí, la puesta en marcha ha sido una experiencia emocionante. Nuestras ramas alcanzan otros departamentos, eso es lo que me encanta. Trabajo con el departamento de Comunicaciones para la organización de exposiciones, con los equipos de Prensa para decidir cómo contaremos esta o aquella historia, con la comunidad de subastas y coleccionistas, y, por supuesto, con Innovación.

 

…con innovación: ese es su dominio, Edouard.

Edouard Mignon (EM): Mi trabajo consiste en soñar con el futuro de la relojería. Para ello, como el departamento de Legado, debo encontrar vínculos. Entre el pasado, el presente y el futuro, entre varios universos y perfiles diferentes. Para presentar la innovación e ir aún más allá. Estos vínculos hacen que nuestros relojes expresen algo profundo.

En el Instituto de Investigación de TAG Heuer, trabajamos cerca de treinta personas con habilidades y personalidades muy complementarias, desde especialistas en materiales a relojeros. El Instituto fue creado para tender puentes entre la relojería tradicional y la faceta más “vanguardista” de la tecnología. Su objetivo es afrontar los mayores retos de la relojería, con un enfoque centrado en el cliente y en el ADN de la Maison. ¡Este es el punto donde confluyen mi trabajo y el de Catherine! Para impulsarnos hacia el futuro y crear relojes con significado, debemos guiarnos en primer lugar por nuestra historia.

Desarrollamos nuevas funciones y tecnologías para mejorar el rendimiento, reducir los retrasos entre departamentos y crear nuevos movimientos. Asimismo, nuestra función consiste en reinventar los sistemas mecánicos existentes para hacerlos más sencillos y fáciles de entender para nuestros clientes. Por otro lado, está la cuestión de los materiales y los procesos. ¡Estamos en los albores de una revolución en estos dos ámbitos! Al final del día, nuestro trabajo es interpretar la tecnología hallada en nuestro día a día, y en el universo TAG Heuer. Recordemos que el acrónimo TAG significa “Techniques d’Avant-Garde” (técnicas de vanguardia).

El Taller Vintage de TAG Heuer para la restauración de relojes, en La Chaux-de-Fonds (Suiza).

¿Podrían contarnos cómo empezó su colaboración y cómo ha evolucionado hasta el día de hoy?

CED: Tuve la suerte de ser una de las primeras personas a las que Edouard consultó para hacerse una idea de la columna vertebral de esta marca. Y no para decir simplemente: “Encantado de conocerle, soy su nuevo compañero”. Para ser totalmente sincera, nuestra primera conversación giró en torno a la importancia de preservar la esencia innovadora de la Maison. Porque, durante nuestros 160 años de existencia, la innovación no se ha detenido nunca, y TAG Heuer ha sido capaz de aprovecharla, desarrollarla, alimentarla y enriquecerla.

En el departamento de Legado, hacemos todo, excepto rendirnos a la nostalgia. Es cierto, tenemos un museo, pero es prácticamente anecdótico. Nos cuesta llamarlo “museo”, es un espacio lleno de vida.

Rápidamente, empezamos a bombardearnos el uno al otro con preguntas. Yo le preguntaba sobre algún calibre mítico que había que desempolvar urgentemente, mientras que él me pedía información sobre el cuarzo para descubrir su función en la historia de TAG Heuer. Así empezó nuestra colaboración, alrededor de temas muy específicos, prácticamente como una lista de cuestiones sin conexión aparente. Y, poco a poco, a través de mensajes, llamadas de Zoom y reuniones, esta lista creció.

EM: Exactamente, tuve la suerte de que Catherine fuera una de las primeras personas que conocí en TAG Heuer. Fue un primer encuentro realmente fantástico. Cuando se trabaja con alguien, es importante inspirarse, saber nutrirse de la otra persona y de sus conocimientos. Nos gusta intercambiar opiniones sobre cuestiones generales, pero también planificamos juntos cada proyecto. Estamos trabajando juntos en una serie de proyectos muy concretos, en los que cada uno aporta su propia experiencia y sus conocimientos. Llevamos a cabo un enfoque doble, que podemos empezar con una lluvia de ideas en todo tipo de direcciones. O bien, afrontamos un tema específico y lo examinamos desde cada ángulo de observación para proporcionarle valor, para dotarlo de significado.

 

Es como si estuvieran destinados a trabajar juntos. 

EM: La certeza es que a ambos nos importa el concepto de continuidad. Hoy en día, representamos a la marca TAG Heuer y nuestra misión consiste en embellecerla aún más, porque otros tomarán el relevo para guiarla en el futuro. Por lo tanto, cada una de nuestras acciones debe estar guiada por una razón lógica.

CED: Sí, tenemos una responsabilidad. Estamos aquí durante un periodo de tiempo limitado, pero la marca existirá siempre. Por lo tanto, actuamos con mucha humildad, pero estamos realmente implicados. Nuestras acciones tienen consecuencias para la marca del presente, pero también para la Maison del futuro, y la que se describirá en los libros de historia.

EM: ¡Exacto! Es gracioso, ambos trabajamos con grandes escalas de tiempo. Catherine se alimenta de todo lo que ha sucedido en el pasado, mientras que, en el Instituto, tratamos de proyectarnos tan lejos como podemos hacia el futuro.

¿Cuánto tiempo se tarda en pasar de una intuición a una innovación, a un producto y, finalmente, a un reloj histórico? ¿Tienen un ejemplo de una de estas trayectorias?

EM: Puede requerir varios años y, cuanto mayor es la ambición, más tiempo requiere. Tomemos como ejemplo el Monaco V4, que fue presentado como reloj en 2004. Requirió cinco años de arduo trabajo para convertirlo en una pequeña edición. Ahora, forma parte de nuestro legado y los coleccionistas hablan mucho de él.

 

¿Existe alguna faceta inesperada de su colaboración?

CED: La segunda fabricación de los componentes que conforman los movimientos de un reloj. El departamento de Legado tiene verdaderos problemas para restaurar relojes antiguos. La restauración, más que reparación, consiste en preservar al máximo la integridad y la autenticidad del reloj que recibimos. Para ello, a pesar de todo, hay algunos materiales desgastados en el movimiento que tenemos que sustituir. Y, por supuesto, ¡no tenemos existencias infinitas de todos los componentes, de todos los movimientos que la Maison ha utilizado durante los últimos 160 años! Así que tenemos problemas para obtener estos componentes excepcionales y célebres. Hasta la llegada de Edouard, hacíamos malabarismos con proveedores externos. Desde entonces, hemos puesto en marcha una cadena de suministro totalmente interna, en la que el equipo de Desarrollo de movimientos de Edouard trabaja con mis relojeros. Recogen los componentes que necesitamos y, como no tenemos ningún plan de diseño para un muelle que data de 1940, por ejemplo, analizan íntegramente el reloj con un escáner de alta tecnología. Eso sí que es vanguardia. A continuación, los fabricantes toman los análisis y los transforman en diseños, que se fabrican en nuestro taller de prototipos.

 EM: ¡Es un ejemplo fantástico! Añadiría que se trabaja mucho en la simulación de lo que describe. Podemos establecer todas las pruebas que queramos para el uso del reloj e intentar simular 10 años de uso, pero la vida real suele diferir de las pruebas. Gracias al departamento de Legado, tenemos acceso a una auténtica mina de oro: relojes con décadas de antigüedad, con 50, 60 o incluso más años, que podemos estudiar realmente para ver qué les ha ocurrido. ¡Es increíble!

CED: Actualmente, los primeros componentes pueden integrarse en los relojes que recibimos en el taller. ¡Es realmente satisfactorio! Somos la única Maison que hace esto, llevar los detalles de la restauración tan lejos, todo ello realizado en el seno de la manufactura.

 

¿Sobre qué temas suelen debatir?

CED: En el proyecto del que hablábamos, uno de los fabricantes de Edouard vino a vernos y nos dijo, cito textualmente : “Entiendo por qué mucha gente devuelve este tipo de movimiento en este componente, ¡esto está mal hecho!”. Y nos explicó cómo podía mejorarlo. Ante este tipo de situaciones, la pregunta no carece de importancia: ¿mejoramos un diseño de Leonardo Da Vinci para hacerlo más eficaz, o mantenemos su error? ¡Son conversaciones casi filosóficas! En cualquier caso, se trata realmente una partida de pimpón entre nuestros equipos.

EM: Sí, esto fascina a los fabricantes, que están realizando los próximos calibres de la Maison y del futuro. Este proyecto no es únicamente un soplo de aire fresco para ellos, sino que además, como ha dicho, les anima para el siguiente proyecto. ¡Y esto es increíblemente valioso!

Creado por un experto relojero que restaura un Mikrograph de más de 100 años.

Boceto del ©TAG Heuer Carrera Code

¿Cómo hace que la innovación sea algo que realmente se pueda experimentar cuando lleva un reloj en la muñeca? ¿Qué ocurre en el caso del legado?

EM: Veamos el ejemplo del TAG Heuer Carrera. Ahora, el reloj tendrá una reserva de marcha de 80 horas. Esto significa que podemos dejarlo sobre la mesita de noche durante un fin de semana y continuará funcionando a la perfección el lunes por la mañana. Esto era impensable hace 30 años. Este Carrera moderno también presenta un nivel de estanqueidad incomparable a la capacidad de sus antepasados. El bisel de cerámica es totalmente resistente a los arañazos. Sin embargo, el ADN permanece inalterable, profundamente enraizado en nuestro legado. Sencillamente, se ha perfeccionado gracias a la mejor tecnología, lo que le permite ser increíblemente fiable. En resumen, ¡una experiencia perfecta!

CED: El cristal de zafiro tampoco existía, se utilizaba plexiglás. Sin embargo, este material se araña fácilmente, envejece mal y se vuelve amarillento…

¿Todo funciona perfectamente en el departamento de legado? ¿Y en innovación? 

CED: No, en absoluto. Hay errores, malas interpretaciones, fallos, callejones sin salida, muchas cosas que nos gustaría esconder debajo de la alfombra. Tenemos que aprender a aceptarlas, así como aceptamos que ciertas innovaciones no son para nosotros…

EM: ¡O que ciertas innovaciones sencillamente no funcionan! Cuanto más ambiciosa es la innovación, más tiempo requiere, y es muy probable que termine en un callejón sin salida.

CED: A veces, tenemos la impresión de que, al ser antiguo, es bueno, pero no siempre es así.

EM: Debemos interpretar continuamente el ADN de la Maison. La innovación por el mero hecho de innovar no sirve de nada, debe contemplar un objetivo. Volviendo a lo que comentábamos sobre la continuidad y la responsabilidad, si tomamos una decisión en un ángulo de 90º con respecto a lo que solemos hacer, será evidente, ¡así que la descartamos! Debemos mantener el rumbo.

 

¿Cuál es el rumbo? 

EM: Tenemos la suerte de contar con una marca vinculada a los coches, el cronometraje y el deporte. Es una fuente inagotable de expresión y es increíble. Significa que podemos divertirnos con todas las funciones centradas en la fiabilidad, el rendimiento y la medición del tiempo. Otros territorios están ocupados por otras marcas, sería contradictorio comprometernos con otra cosa.

CED: ¡Por supuesto! Por ejemplo, estudiamos algunas complicaciones relojeras importantes. Sin embargo, no estamos necesariamente legitimados en fases lunares, mecanismos de sonería y otros efectos espectaculares. Por otro lado, las complicaciones de los cronógrafos son extremadamente difíciles de dominar correctamente. ¡Por cierto! Este es el verdadero ADN de la Maison. Debemos explorar un área fantástica: ¿la medición del tiempo debe diseñarse para ser precisa o para ser fiable? ¿Cómo se muestra la medición del tiempo, cómo se expresa? ¿A quién está destinada? ¿Está destinada únicamente a los pilotos, o puede dirigirse a un público más amplio?

 

Cuando se desarrolla un nuevo reloj, ¿la trayectoria ya está previamente establecida? 

CED: Siempre me concentro en los proyectos nuevos diciendo: “Estas son las condiciones del juego, estas son las limitaciones, esto es lo que ya se ha hecho. Ahora, dejemos reposar las ideas, dejemos que echen raíces, y compartámoslas”. Como responsable de Legado, no quiero ser una carga, sino un trampolín. Solo entonces debatiremos sobre la evolución y el crecimiento de una colección, de qué color será… En este diálogo, soy únicamente una voz entre las de los mercados y las ventas, así como las intenciones estratégicas de la dirección.

EM: Estoy totalmente de acuerdo en este aspecto. Por mi parte, represento la voz de la innovación y la tecnología. El diseño también contribuye en gran medida en el desarrollo de los productos. Asimismo, están los equipos de marketing y ventas, hay muchas facetas que contribuyen a la evolución del producto en armonía con nuestra estrategia. Este trabajo en equipo dota a nuestra visión de significado y coherencia.

Ring Master Heuer

¿Qué tiene más valor: la innovación y la calidad de dicha innovación, o el valor sentimental del legado? 

CED: Para mí, ambos aspectos son fundamentales. Es la emoción que podremos ofrecer. Es el diseño del reloj que, cuanto más lo miramos, más bonito nos parece. Es su función, la reserva de marcha de 80 horas, la estanqueidad… Y también el hecho de que lleva 60 años en el mercado, llevo la historia en mi muñeca. Es todo eso al mismo tiempo.

EM: Cuando logramos esta alquimia, sentimos una gran alegría. Esta es la fórmula del éxito. No debemos olvidar que, cuando hablamos de relojes antiguos, estos fueron innovadores en su época. Los únicos que perduraron, que pasaron a la historia, presentaban las características que usted mencionaba, Catherine.

CED: Tendemos a observar el reloj desde una perspectiva contemporánea, pero no debería ser así. Actualmente, el Carrera es uno de los diseños más clásicos. Muy elegante, pero clásico. En aquel momento, era innovador, ultramoderno, tan inesperado como el Monaco V4 o el reloj conectado podrían serlo hoy en día.

 

Demos un salto de 100 años hacia el futuro: ¿cuál será el reloj con más valor de TAG Heuer?

CED: Si pudiera responder, significaría que la marca ha perdido su faceta innovadora y vanguardista. Así que espero equivocarme en mi predicción.

EM: ¡Es una respuesta fantástica!

 

En términos de innovación, ¿qué queda por explorar?

EM: La relojería existe desde hace más de 500 años, según la definición que le asignemos, y no hemos dejado de inventar en todo este tiempo, ¡nunca! Algunos se apresuraron a anunciar el fin de la relojería mecánica, pero la que conocemos hoy en día no se parece en nada a la relojería mecánica de los años 1960. Hemos conseguido una gran cantidad de progresos, y seguimos haciéndolo. Es un campo de exploración verdaderamente extraordinario, porque es al mismo tiempo técnico y una fuente de emociones fuertes.

Hoy en día, el camino más explorado son los materiales. Tenemos acceso a microscopios electrónicos de barrido, microscopios electrónicos de transmisión, herramientas increíbles que nos permiten ver los átomos, por así decirlo, ¡y diseñar los materiales según las características que deseamos! Un componente puede presentar ahora dos o tres funciones. Durante los últimos años, en ocasiones, nos desanimaba la falta de precisión controlada. ¡Pero cada vez menos! Podremos encontrarnos con complicaciones aún más extravagantes, con materiales muy diferentes estéticamente de los que teníamos antes, con propiedades increíblemente duraderas. Se trata de un nuevo capítulo que acaba de empezar.

 

¿De dónde creen que procede esta fascinación por los relojes?

CED: No debemos olvidar que creamos objetos que miden el tiempo, nuestro tiempo. Dado nuestro estilo de vida actual, nuestra relación con estos objetos es muy interesante y profunda. Es evidente que ya no necesitamos un reloj simplemente para saber qué hora es. Sin embargo, lo necesitamos más que nunca. Un reloj tiene una faceta visual, antes hablábamos de la pantalla, que nos permite ver el tiempo a medida que pasa. Observar nuestro propio tiempo a través de un reloj que nos encanta es una elección muy importante. ¿La esfera es redonda, azul, cuadrada, blanca, clásica o innovadora? ¿Presenta un movimiento mecánico con complicaciones? ¿Es automático?

Ahora tenemos acceso a todos estos conocimientos y a la belleza de la artesanía relojera, y esto nos produce un inmenso placer.

EM: Sí, creo que es uno de esos objetos excepcionales que plantean cuestiones filosóficas sobre nuestra manera de medir el tiempo. Además, el reloj combina el aspecto artesanal del pulidor en relojería, que hará brillar el reloj, y la alta tecnología que se encuentra en el diseño, con máquinas de última generación que buscan la precisión casi a nivel atómico. Atesorar estas distintas facetas en un mismo objeto es extraordinario.

TAG Heuer Monaco V4, una proeza técnica

En su opinión, ¿cuál es el reloj más desconocido de TAG Heuer? ¿Aquel que mejor ilustra el equilibrio entre sus respectivas especialidades? 

EM: La década de 1970 es un periodo relativamente desconocido… Bueno, no está de moda hoy en día. Sin embargo, en esta década, vio la luz el Chronosplit, uno de los primeros cronógrafos de cuarzo con una indicación digital, un diseño especialmente innovador para su época, casi el predecesor del reloj conectado. Me encanta este momento de la historia y este modelo, porque muestra la faceta rupturista de la Maison. Tecnológicamente, considero que contribuyó a desarrollar el cuarzo, tan valioso para nosotros ahora. TAG Heuer es una de las manufacturas pioneras en este área, donde hemos logrado auténticas credenciales.

CED: Mi reloj favorito no es realmente un secreto, ¡porque hablo constantemente de él! Cuando lo descubrí, me sorprendió y me enamoré de él: es el Ring Master. Edouard, ha mencionado la idea que inspiró el reloj conectado. Para mí, su auténtico predecesor fue el Ring Master.  Fue presentado en 1957. Es un contador deportivo 7 en 1, el cristal se puede desenroscar para cambiar los anillos que muestran los temporizadores. Con él, se podría pasar de cronometrar un combate de boxeo a una carrera de 100 metros, o incluso la salida de una regata. El detalle que me conquistó finalmente fue el séptimo anillo en blanco, ¡así que podría poner mis propias indicaciones de tiempo! Para cocer huevos, para optimizar el frenado o la aceleración durante un viaje en coche, todo lo que podamos imaginar.

 

Esta faceta mecánica y modular es bastante increíble, ya que no teníamos nada parecido en aquella época. Si el Ring Master ha permanecido relativamente en la sombra es porque, aparentemente, no era fácil de vender. Puedo comprender por qué, el concepto es bastante extravagante. Pero cuando mis compañeros me mostraron los primeros relojes conectados, ¡dije exactamente lo mismo! Podemos medir el tiempo en el mismo objeto según el momento y lo que estemos haciendo: en el reloj conectado contemporáneo, pasamos del golf a la natación, es la misma lógica.

 

¿Qué lugar ocupará el reloj conectado en la historia de TAG Heuer, y la historia en general, dentro de 20 años?

EM: Estoy convencido de que habrá dejado huella y se seguirá hablando de él. Especialmente si tenemos en cuenta que TAG Heuer dio el primer paso en este campo. Entonces, ¿cómo será el reloj conectado dentro de 20 años? ¿Presentará el mismo diseño que ahora? Con toda seguridad, no. ¿Qué funciones tendrá? Aún queda mucho por inventar.

CED: Estoy completamente de acuerdo. El primer reloj conectado vio la luz en 2015, es realmente una fecha histórica. Ese mismo año, también presentamos nuestro Heuer 02 Tourbillon. Para TAG Heuer, era crucial poder lanzar en el mismo año la complicación más emblemática, el tourbillon, y el reloj más innovador de la relojería contemporánea.

Hágannos soñar, ¿podrían contarnos el inicio de algún proyecto en el que estén trabajando juntos en este momento? 

CED: ¿De qué deberíamos hablar, Edouard?

EM: ¿Quizá de este modelo que presentaremos pronto…?

CED: ¡Estaba pensando en ello! Estamos desarrollando un reloj único, inspirado en una de nuestras colecciones más emblemáticas y en un modelo muy concreto de esta colección, cuyos códigos se reinterpretan… ¡hasta transformarlos por completo!

EM: Los reinterpretamos mediante una tecnología que es a la vez estética y eficaz. Este reloj único será el primer capítulo de una nueva aventura…

 

¡Estamos impacientes! Gracias por adentrarnos en su universo.