Relojes Todo lo que siempre quiso saber (pero nunca se atrevió a preguntar) sobre TAG Heuer
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Este mes, exploramos nuestra historia, la historia de TAG Heuer, desde nuestros más remotos orígenes hasta una breve trayectoria por los cronógrafos… mediante un pequeño viaje espacial. Empecemos por el principio…
¿Dónde y cuándo comenzó TAG Heuer?
En 1860, un relojero, inventor y emprendedor llamado Edouard Heuer fundó Heuer Watchmaking Inc. en 1860, en la pequeña población de Saint-Imier, Suiza. Tras trasladar la empresa al centro relojero suizo de Biena en 1867, patentó su primer cronógrafo en 1882, y en 1887 el “piñón oscilante” vio la luz, todavía usado por muchos relojeros en la actualidad. Con sus raíces muy arraigadas a la excepcional artesanía suiza que hizo estos elegantes mecanismos posibles, el negocio familiar creció. Asimismo, su constante espíritu de innovación (sin mencionar su infalible cronógrafo) haría famoso el nombre de Heuer, tanto en el universo competitivo de la relojería suiza como en todo el mundo, hasta EE. UU., Inglaterra, Japón y más allá.
¿Cómo se pronuncia TAG Heuer?
Deshagámonos de esta duda primero (y no te preocupes, no eres el único en preguntárselo): se pronuncia “TAG” y “HOY-er”.
Edouard Heuer circa 1870
¿Qué significa el acrónimo TAG?
TAG significa “Techniques d’Avant Garde” (técnicas de vanguardia), y no solo significa que estamos por delante de los tiempos. Siemrpe en la vanguardia de la relojería, TAG Heuer se ha creado un nombre como creador de cronógrafos de vanguardia, siglo tras siglo.
Desde el primer cronógrafo con panel de control para los automóviles y las aeronaves en 1911, hasta el primer cronógrafo de muñeca en 1914 y el Mikrograph (el primer cronómetro con una precisión de una centésima de segundo) en 1916, la siguiente generación de la relojería Heuer hizo historia en la relojería sin cesar.
A principios de los años 60, tras asumir la dirección de la empresa, Jack Heuer (el bisnieto de Edouard) revolucionaría el mundo de la relojería una vez más. Manteniendo la tradición familiar de emprendimiento y exploración sin límites, Jack creó el primer cronógrafo diseñado específicamente para los pilotos de automóviles profesionales, envió el primer reloj al espacio en 1962 y desarrolló el primer cronógrafo automático en 1969.
¿Qué es exactamente un cronógrafo y qué puede hacer?
Básicamente, un cronógrafo es un reloj con una función adicional, activada mediante pulsadores (comenzar/parar/restablecer), para medir periodos de tiempo continuos o interrumpidos. En otras palabras, puedes considerarlo un cronógrafo, pero mucho más emocionante y complejo. Echemos un vistazo al cronógrafo TAG Heuer, que presenta dos funciones básicas:
1/ Medición simple del tiempo: desde unos cuantos segundos hasta 12 horas, algunos modelos miden incluso fracciones de segundo.
2/ Medición adicional del tiempo: mide varios tiempos consecutivos registrados sumándolos todos para conseguir un total acumulado.
Algunos cronógrafos TAG Heuer también incluyen una escala taquimétrica en el realce de la esfera, indicando la velocidad media en una distancia proporcionada. ¿Preparado para poner a prueba el metal de su nuevo Porsche? Active el cronógrafo al principio de la línea de salida y párelo cuando alcance el fin de la distancia medida, cualquiera mayor a 1 milla (1,6 kilómetros). El segundero marcará su velocidad media, que, por casualidad, podría coincidir con su ritmo cardiaco.
¿Aún más datos sobre los relojes? El piñón oscilante (inventado por Edouard allá por el 1887) es un diseño TAG Heuer patentado con 133 años de vida, pero aún potente. Hecho con una varilla móvil y dos piñones, este mecanismo permite mayor funcionalidad a la función de cronógrafo, así como comenzar instantáneamente (¿qué más pedir de un cronógrafo que solo se retrasa un segundo tras el pistoletazo de salida?). ¿Algo más? Desconecta el cronógrafo del movimiento cuando no se está usando para no agotar la reserva de marcha. Inteligente, ¿eh?
¿Cuál es la unidad de tiempo más pequeña que puede medir un TAG Heuer?
El TAG Heuer Mikrotimer, que se encuentra en nuestro modelo TAG Heuer Carrera Flying 1000, mide hasta una milésima de segundo. Lo que corresponde a 3,6 millones de latidos por segundo. Como la evolución de nuestro mundo (y los deportes en particular) continúa solicitando una cada vez mayor precisión en la medición del tiempo, la visión TAG Heuer se expande en sincronía. O, si nos permite la osadía, una fracción de segundo por delante.
¿Qué diferencia TAG Heuer de otros relojeros? ¿En qué destaca?
Sin ser inmodestos, comencemos orbitando la Tierra. El 20 de febrero de 1962, John Glenn se convirtió en el primer estadounidense en orbitar la Tierra. ¿Qué había en su muñeca? Un cronómetro Heuer, contando cada segundo de su vuelo de 4 horas y 56 minutos. Este reloj puede encontrarse en el museo Smithsonian, siendo una obra de arte y un objeto histórico a la vez. De hecho, no es cualquier objeto, es el primer reloj en ir al espacio.
¿A parte de eso? Ah, solo fue el reloj oficial de Aston Martin Red Bull Racing y el cronometrador oficial del nuevo campeonato FIA Formula E, sin mencionar que adornó las muñecas de los legendarios Steve McQueen y Ayrton Senna (además de muchos otros espectaculares atletas, actores, pilotos de automóviles y aeronaves, buceadores, modelos y campeones de todos los ámbitos sin precedentes).
Steve McQueen en Le Mans en 1970
Estamos convencidos de que el éxito en la vida depende de las decisiones que tomamos en cada momento.
Manufactura TAG Heuer en Chevenez, en el cantón suizo del Jura
Las innovaciones en el cronometraje de alta precisión de TAG Heuer, referente absoluto de los cronógrafos de lujo, se han adaptado a la evolución de los deportes desde su fundación. Nuestros relojes permiten capturar cada fracción de segundo de una acción.