DEPORTES Hacen falta dos para bailar un tango

y ganar la Carrera Panamericana

15 min

Conozca a Hilaire y Laura Damiron, piloto y copilota respectivamente, así como al equipo de la Carrera Panamericana patrocinados por TAG Heuer, quienes consiguieron la victoria en 2016.

¿Alguna vez han sentido la presión de la vida matrimonial? Prueben a estar atrapados en una caja de metal, con una temperatura de 45 grados, tomando curvas cerradas a 250 km/h, rozando barrancos y, además, tener que comunicaros en código. Exacto, también son marido y mujer. Descubramos qué hace a este dúo dinámico un equipo extraordinario y por qué una necesidad de velocidad compartida podría ser el secreto de un matrimonio feliz…

 

En el día a día, ¿quién conduce?

Laura: ¡oh, là, là! Esto empieza fuerte…

Hilaire: en el día a día, normalmente conduzco yo, con Laura como copilota. Cuando nos conocimos, hace unos veinte años, estaba total y completamente aterrorizada cuando se sentaba a mi lado en el coche. Después de un tiempo, cuando se empezó a acostumbrar a la velocidad… Y ahora… es gracioso. Por aquel entonces, me gritaba por ir muy deprisa y ahora…

Laura: ¡ahora le grito para que vaya más rápido!

Hilaire: así es. Podemos ir a 300 km/h, estará completamente feliz. Como persona a la que le gusta conducir deprisa, es maravilloso tener a alguien a tu lado que no hace ningún comentario sobre la velocidad a la que vas, a no ser que se para decir “¿puedes ir más rápido?”.

« Laura tiene que "cantar" a una velocidad muy alta, con cada curva, con cada instrucción... Por lo que necesita preparar su voz, un poco como si fuera una cantante profesional. »

Hilaire Damiron Campeonato Panamericano 2016 con Laura Damiron

¿Cómo se prepararon para la carrera, tanto mental como físicamente? ¿Se prepararon juntos?

Hilaire: la preparación para esta carrera es una de las grandes partes de por qué es tan divertida. Hay, al menos, 10 meses de preparación, incluyendo un montón de planificación. Es una carrera que dura 7 días, por lo que cualquier error que puedas hacer en cualquier momento puede desencadenar un desastre general. Tiene que apasionarte tanto la planificación como la conducción.

Además, hay una auténtica preparación física. El conductor necesita mucha agilidad, un poco de fuerza y mucha resistencia. El copiloto necesita más resistencia, algo menos de fuerza física quizás, pero una voz increíblemente fuerte. Laura tiene que “cantar” a una velocidad muy alta, con cada curva, con cada instrucción… Por lo que necesita preparar su voz, un poco como si fuera una cantante profesional. Puede sonar raro, pero es verdad.

Laura: tengo que practicar la respiración, porque hay niveles de velocidad donde vas tan rápido, que tienes que cantar a fuego rápido. Y, como un cantante, tienes que controlar tu respiración a al perfección para conseguirlo. No puedes perder el ritmo o quedarte sin aliento en el momento equivocado.

 

¿Cuando dicen “cantar”, se refieren a dar direcciones?

Laura: sí, exacto.

Hilaire: ¡de verdad que canta! Además, está la preparación del coche: se desarma por completo, todo el motor, el chasis, la suspensión. Por lo que, aunque se vea casi igual en el exterior, hay una gran evolución interior cada año, que permite al coche ir más rápido, ser más eficiente y seguro cada año.

¿Pueden contarnos un poco más sobre el coche? ¿Cómo aguanta unas condiciones tan extremas?

Hilaire: las reglas de la carrera estipulan que el coche debe datar entre los años 1950-54, por lo que nuestro coche tiene el cuerpo de un Studebaker Commander de 1954. Es un cupé diseñado por Robert Loewey, un francés que vivía en los Estados Unidos, y llegó a ser uno de los coches más modernos, de vanguardia y aerodinámico de su tiempo. Tiene un estilo increíble.

Obviamente, hay un montón de ruido durante la carrera, pero no hay ABS, control de tracción, control de estabilidad o asistencia electrónica. Es un coche completamente mecánico, incluyendo la caja de cambios, con todo el ruido y la gloria que conlleva. Los pilotos adoran esta carrera porque no hay nada a este nivel en todo el planeta, con tanto poder y velocidad en carrera, con vehículos casi completamente mecánicos, y abierta por completo al público.

 

Es una de las cosas más interesantes acerca de esta carrera, que está abierta al público y las personas pueden verla en cualquier sitio durante la carrera. ¿Cómo afecta a su experiencia?

Hilaire: la Carrera Panamericana puede que sea la única carrera en el mundo en la que puedes tener una conexión con el público sin mediaciones. Están ahí con nosotros, alrededor del coche, sin barreras o entradas. Es completamente gratuita. Llegamos a las ciudades y el público puede tocar los coches, pueden hablar con nosotros. Ha sido así desde los años 50. Actualmente, vemos generaciones de público que ya habían estado con sus padres o abuelos viendo la carrera. Es un gran evento en México.

Laura: me encantan las etapas rápidas, pero llegar a las ciudades me provoca muchísima felicidad. Somos parte de la historia, junto con las personas a nuestro alrededor amantes de esta carrera. Cada pueblo, cada ciudad pequeña por la que pasamos durante la carrera es un verdadero evento, para ellos y para nosotros. En algunos aspectos, se preparan para ello tanto como nosotros.

Hilaire: incluso antes de que existieran las redes sociales, nos seguían, y siempre nos recibían de una manera maravillosa. A veces recibes regalos de “buena suerte”, como santos, ángeles e, incluso, oraciones. Nunca te sientes solo. Nos sentimos apoyados por esta maravillosa y positiva energía que nos rodea. Me pregunto si nos olvidamos de esto actualmente con las redes sociales, del poder de una gran sonrisa, de un intercambio cara a cara. Es algo precioso, el sentirte tan bienvenido. No obstante, también es una carrera con la reputación de ser muy peligrosa. Ha sido cancelada varios años por la muerte de demasiadas personas.

¿Han visto la muerte de cerca? ¿De qué peligros se tienen que proteger?

Hilaire: antes de hacer la Panamericana, era piloto de moto en campeonatos franceses, por lo que el riesgo siempre ha formado parte de mi vida. Sin embargo, en esta carrera el peligro es diferente porque no hay pista, no hay mecánicos o ruedas de repuesto cerca. O barrancos de 200 metros…

Laura: o vacas…

HIlaire: … exacto. Y, sí, hemos vivido algunos momentos aterradores. Hace dos años, por ejemplo, en una de las etapas peligrosas llamada Mil Cumbre, donde hay un gran descenso de 20 kilómetros, con muchas curvas cerradas, donde el coche puede “saltar”… Entramos muy rápido en una curva, el coche osciló hacia la derecha, dio vueltas y chocó contra un muro, tras ese muro hay una caída como de 300 metros. Afortunadamente, el muro resistió y giramos hacia el otro lado, chocando contra el muro opuesto, balanceándonos de un lado para otro por unos momentos.

Laura: fue horrible.

Hilaire: el coche, por suerte, se paró en la hierba. Fue un desastre, pero podría haber sido peor. Diría que el riesgo juega un papel principal en la carrera, es algo que nos esperamos y que intentamos gestionar lo mejor que podemos.

Laura: pero con un buen entrenamiento, el riesgo, sin duda, disminuye. Practicas prevenir esas situaciones.

Hilaire: eso es cierto. Además, está la seguridad que desarrollamos dentro del coche, para protegernos si algo sucede. Hubo un gran cambio de los años 50 a los años 2000. Actualmente, estamos mucho más seguros. No obstante, el riesgo es un problema si cabe aún más importante en nuestro caso porque estamos casados, tenemos dos hijas pequeñas y estamos ambos en el coche. Normalmente, sería solo el padre alocado quien fuera piloto. ¡No es nuestro caso! Pero lo tenemos como algo que nos une aún más y que nos da capacidades para enfrentarnos a otros problemas en la vida.

¿Tienen algún consejo sobre cómo evitar el conflicto como pareja en una situación de presión? Que no sea correr a 300 km/h, claro.

Hilaire: claro. Un simple consejo: tener una pasión común. Algo que permita ir más allá de la rutina diaria. Cada uno puede tener sus pasiones, por supuesto, pero es bueno tener una tercera que os una. Y si es intensa, incluso mejor, porque tendréis que resolver problemas de alto riesgo al momento. Da igual si es en una situación de vida o muerte o de ganar o perder. Cuando os armonizáis de esa manera, aprendéis a superar prácticamente cualquier problema que la vida pueda plantearos.

 

¿Qué pasa si alguno mete la pata o comete un error?

Inevitablemente, uno u otro cometerá un error y la otra persona tiene que gestionar bien la situación. La idea no es culpar a la otra persona, sino intentar encontrar la solución. Es espíritu de quipo, aquí ambos tiramos. Sin embargo, parte del objetivo es poder disfrutar durante el proceso, y hacerlo juntos. Tienes que respetar la felicidad de la otra persona. Porque eso irradia a otras personas, a las personas que nos ayudan desde bastidores, a los espectadores y también a nuestra familia. Hoy en día, si estamos pasando por algo difícil como pareja, podemos poner buena música y revivir alguno de los momentos increíbles que hemos pasado juntos.

 

Laura, ¿le costó mucho a Hilaire convencerla para que aceptara ser su copilota?

Laura: Hilaire me lo pidió en 2009, para su primera carrera. Le dije que primero tuviéramos hijos y luego ya se vería. Cuando nuestra segunda hija tenía 3 años, en 2014, me lo volvió a pedir. Le dije: “acepto, pero solo lo probaré una vez”. ¡Estaba un poco nerviosa! Pero fue un buen maestro y yo era una buena alumna. Me explicó exactamente lo que necesitaba de un copiloto para convertirnos en el mejor equipo.

Durante unos meses, estudié muchísimo, ocho horas al día. Lo aprendí todo acerca de la mecánica de las cosas e inventamos algo así como un lenguaje, un código, para comunicarnos mejor. Es como una taquigrafía, por lo que puedo leerlo mucho más rápido que frases completas. Escribo unas 800 páginas a mano, a lápiz, cada día. Hicimos la primera carrera juntos y me encantó. Dije que lo haría solo una vez y ya llevo seis. ¡Y ganamos en nuestro segundo año!

¿Cómo gestionan el tiempo durante la carrera? ¿Qué herramientas usan para medir cada etapa?

Hilaire: no tiene sentido confiar en tu propia percepción del tiempo en la carrera, todos somos muy subjetivos respecto a esto. Puede parecer que han pasado 10 minutos, cuando solo han sido dos. Por lo que tienes que utilizar un reloj. Tiene que ser increíblemente fiable, legible, sin duda un instrumento de salpicadero que llevas en la muñeca. A veces, miro mi reloj 5 veces por minuto, la importancia del tiempo en esta carrera no debe subestimarse.

Primero, tenemos que medir las etapas, ya que tenemos una franja de tiempo de 30 segundos en la que tenemos que alcanzar cada punto de control de la carrera o somos penalizados. Segundo, las etapas rápidas, donde el único objetivo es ser el más rápido. Así que, estamos constantemente midiendo el tiempo, de manera obsesiva, durante ocho días. Además, nunca sabes qué pasara con respecto al tráfico, los problemas mecánicos, los pinchazos…

 

¿A qué se refiere cuando dice que puede haber tráfico?

Hilaire: cruzamos todo el país con sus ciudades, carreteras y rotondas, por lo que, a veces, nos vemos esperando con nuestro coche de carreras de 800 caballos en mitad de un atasco. Hasta que, finalmente, llegamos a una etapa rápida, donde la carretera está bloqueada y podemos abrirnos paso. Es una guerra contra y, al mismo tiempo, con el tiempo.

 

¿Cuál es la temperatura dentro del coche? Sus relojes están hechos para aguantar la temperatura, ¿pero cómo se enfrentan a ella?

Hilaire: hay grandes cambios de temperatura en esta carrera, a las 5 de la mañana puede llegar a hacer mucho frío. Sin embargo, a una velocidad máxima, puede llegar a alcanzar los 42 grados, ya que estamos muy cerca del motor. Un coche de carreras irradia calor por absolutamente todos los sitios, es una locura. Los tubos de escape van por debajo de los asientos, con el mínimo aislamiento… Podrías freír un huevo sobre ellos. Para los humanos, diría que la preparación física es la clave, así como, por supuesto, la hidratación. El secreto es hidratarse en sincronía con la temperatura, tenemos siempre bolsas de agua de 3 litros conectadas a la parte trasera de nuestros asientos.

Un reloj TAG Heuer mantendrá la hora perfecta, sin variaciones, incluso en estas condiciones, lo que es increíble. Es una marca que siempre he amado. El reloj Carrera es un auténtico reloj de carreras, muy legible, fiable y elegante. Siempre lo llevo conmigo para esta carrera. Poder representar a la marca actualmente es un honor para ambos. Si tengo que pensar en una marca que simbolice las carreras de motor, esa es TAG Heuer.

Laura: al principio, sentía una claustrofobia increíble dentro de un casco a 40 grados. Pero comencé a entrarme en una sauna con un casco para practicar. Funcionó y me acostumbré. Hice esto durante dos meses y, después, ya no era un problema para mí. No me molestaba, incluso a 45 grados.

« Al principio, sentía una claustrofobia increíble dentro de un casco a 40 grados. Pero comencé a entrarme en una sauna con un casco para practicar. »

Laura Damiron Campeonato Panamericano 2016 con Hilaire Damiron

¿Cuál es su entrenamiento actualmente?

Hilaire: ayer hicimos un reconocimiento por el estado de Guanajuato. Repasamos nuestras anotaciones sobre las diferentes etapas rápidas para asegurarnos de que son correctas y de que la carretera no ha cambiado. Las carreteras se someten a actividades de construcción, por lo que en algunos lugares podemos encontrarnos grava o agujeros que antes no estaban.

Laura: incluso los carteles de las carreteras cambian.

Hilaire: a veces hay carteles que hemos usado como referencias y, de repente, ya no están. ¡Es bastante irritante! Estamos constantemente en busca de formas de ir más rápido. Me apasiona la velocidad, Pero mi copilota tiene que anticiparme lo que yo no puedo ver, este es el momento en el que ocurre algo increíble. Imagine estar conduciendo a 200 km/h, más adelante hay una curva, detrás de una montaña, quizás, que no puedo ver. Mi copilota me dice que tengo que tomarla a máxima velocidad y yo tengo que confiar en ella, incondicionalmente. No puedo frenar. Y tener esta clase de experiencia con tu mujer es increíble. Proporciona una conexión inusual como pareja.

Laura: hay una verdadera sinergia entre nosotros.

Hilaire: y confianza, una confianza absoluta. Si me dice que tengo que frenar antes de una curva y dudo por un segundo, no lo entiendo o no estoy escuchando adecuadamente, puedo tomarla demasiado rápido. Y, obviamente, ahí se acabó, nos salimos.

Laura: todo se va al garete. Tienes que estar completamente al 100 % en sincronía en todos los sentidos, con la voz, la entonación, el ritmo del coche y la carretera. Porque el camino cambia y tienes que adaptarte en todo momento, para conseguir la entonación correcta, la respiración clara y estar totalmente en coordinación, sin importar lo que esté pasando.

Hilaire: hay algo más, Laura ha desarrollado la capacidad de sentirlo, algo que es extraordinario, ya que lleva muchos años como copiloto dominarlo. Puede mirar la carretera, leer sus notas, y solo con el movimiento del coche y la sensación de su cuerpo en el asiento, sabe exactamente dónde estamos.

Laura: y cuando todo se alinea es mágico.

HIlaire: y es cuando el coche baila… La copiloto canta, el coche baila… Es como un excepcional tango. Poder compartir eso como pareja es algo que permanece para siempre.

El TAG Heuer Carrera es la creación de la que Jack Heuer está más orgulloso, un nombre inspirado por la legendaria Carrera Panamericana

TAG Heuer Carrera Sport Cronógrafo 44 mm, Calibre Heuer 02 Automático, Ref. CBN2A1B.BA0643

En 1962, el director general de entonces Jack Heuer escuchó la historia de la legendaria Carrera Panamericana. La palabra “Carrera” llamó su atención y supo de inmediato que sería el nombre perfecto para un nuevo reloj.

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