SAVOIR-FAIRE La evolución del reloj de pulsera: ¿Por qué se dejaron de utilizar los relojes de bolsillo?
Primera parte
5 minutos
De bolsillo o de pulsera, esa es la cuestión
Hasta la llegada del siglo XVII, la mayoría de los hombres llevaban sus “relojes” colgados del cuello con una cadena de diseño especial. Sin embargo, cuando Carlos II de Inglaterra popularizó el chaleco en 1675, muchos empezaron a lucir relojes de bolsillo. Lejos de ser una declaración de moda, esta tendencia era extremadamente práctica: los relojes de la época eran propensos a dañarse por la exposición a determinados elementos y el único lugar donde podían estar protegidos era en los bolsillos.
Cuando el reloj de bolsillo se convirtió en una especie de necesidad para los hombres de determinada posición social, evolucionó hacia una forma circular y aplanada, sin bordes que pudieran dañar la ropa y con un cristal que cubriría la esfera. También empezó a utilizarse el gousset o bolsillo para reloj. Y a principios del siglo XIX, el príncipe Alberto, consorte real de la reina Victoria, generalizó la “cadena Albert”, diseñada con una barra en T para fijar el reloj de bolsillo en el ojal de los chalecos y chaquetas.
Reloj de bolsillo con cronógrafo de dos registros y caja con dos pájaros pintados a mano
El funcionamiento interno del reloj de bolsillo, con los componentes del cronógrafo claramente expuestos
Retratos de reinas
Se dice que el relojero Abraham-Louis Breguet dio vida al primer reloj de pulsera en 1812 para Caroline Murat, reina de Nápoles. Otras fuentes mencionan ejemplos de relojes de pulsera ya en 1570, como el que recibió a modo de regalo la reina Isabel I de Inglaterra. Lo que está claro es que, a partir de que la reina de Nápoles luciera su reloj en la muñeca, este estilo se puso de moda. Cada vez más mujeres comenzaron a llevar sus relojes a modo de pulsera o brazalete, en lugar de llevarlo como colgante. Ya a mediados del siglo XIX, la mayoría de los relojeros producían gamas de relojes de pulsera para las mujeres más modernas.
Estas delicadas versiones de los primeros relojes solían contar con exuberantes detalles, decoraciones de piedras preciosas o incluso diminutas escenas pintadas, lo que las convertiría en piezas tan llamativas como cualquier otra joya de moda. Algunos de estos relojes llegaban incluso a incorporar “alarmas” ocultas que pellizcaban la piel bajo la esfera a una hora determinada para avisar a las mujeres más libres de la llegada de sus maridos (consulte la información del museo de la relojería de XXX). Esta insólita división se mantuvo hasta principios del siglo XX: mientras que las mujeres utilizaban exclusivamente los relojes de pulsera, los hombres preferían guardar sus relojes en el bolsillo.
Aquí puede apreciarse la esencia del reloj de bolsillo en el reloj de pulsera
Movimientos militares
Sin embargo, a partir de finales del siglo XIX, las maniobras militares de las guerras, desde las anglo-birmanas hasta la de los bóers, así como las numerosas campañas intermedias, hicieron que los relojes de bolsillo fueran cada vez menos prácticos. Imagínese estar a caballo en el fragor de la batalla y tener que arrastrar un pesado cronógrafo o una cadena enredada en el bolsillo, además de un arma difícil de manejar.
Mientras tanto, las particularidades de las nuevas operaciones sumamente sincronizadas, que dependían en gran medida de la ausencia de señales que pudieran ser interceptadas por el enemigo, hicieron que tener un control coordinado del tiempo se volviese esencial. En la década de 1880, los oficiales del Ejército Británico empezaron a colocarse los relojes de bolsillo en sus muñecas. La empresa The Garstin Company of London patentaría su diseño de reloj de pulsera en 1893 y Mappin & Webb comenzaría a producir su reloj militar para soldados en 1898: había nacido el mercado de los relojes de pulsera para hombre.
Únase a nosotros en la segunda parte de La evolución del reloj de pulsera para descubrir cómo se popularizaron estos relojes en el siglo XX, desde los militares hasta los de aviación, y para conocer la historia de Heuer en la innovación de los relojes de pulsera.