CUENTOS "E-ducation" ¿Por qué es diferente la Fórmula E?

5 min

Descubra lo que hace de la Fórmula E uno de los deportes de motor más singulares del mundo.

Una de las preguntas más comunes que se hacen los aficionados al automovilismo es qué hace que la Fórmula E sea tan diferente. Tras haber visto carreras que han existido durante generaciones, es un desafío adentrarse en un nuevo tipo de deporte de motor. La Fórmula E surgió hace solo 8 años. Como socio fundador y cronometrador oficial de este deporte, hemos observado cómo trata de encontrar constantemente formas de mejorar, emocionar y atraer a más aficionados. Aunque es joven, la base de fans de este deporte crece exponencialmente cada año. Los coches evolucionan, las carreras son cada vez más rápidas, las estrategias más ágiles… y las emociones fuertes no dejan de llamar la atención de los seguidores. Pero, para responder a la pregunta que encabeza este artículo, enumeraremos algunos motivos por los que competir en Fórmula E es diferente. Dirijámonos a la posición de salida.

Un concepto único

Al basarse por completo en la electricidad, la Fórmula E se diferencia en gran medida de otros deportes de motor. Cuando se planteó por primera vez en 2011, se seguía empleando combustible en casi todas las carreras del mundo. La Fórmula E es una de las principales inspiraciones de las incipientes carreras eléctricas que existen en la actualidad. Antes de entrar en materia y hablar sobre los coches y las estrategias, debemos señalar que el propio concepto de Fórmula E la convierte en un caso especial. Se trata de un deporte de motor orientado al futuro de un mundo que necesita ideas novedosas.

EN DETALLE: LA GESTIÓN ENERGÉTICA

Un juego de ajedrez a toda velocidad

La gestión de la energía. El alcance de los objetivos energéticos. El ahorro de energía para llegar al final de la carrera. Todo esto hace que la estrategia sea esencial y única. La Fórmula E se suele describir como un juego de ajedrez a más de 250 km/h. La electricidad aporta nuevas emociones al automovilismo. La estrategia y los objetivos de la carrera se diseñan mediante complejos programas informáticos que permiten obtener diferentes resultados energéticos y de carrera. Estos programas basan los resultados en los cambios de temperatura y el ritmo relativo y la eficiencia energética de los coches que compiten. Los equipos y los pilotos deben alinearse para ofrecer respuestas proactivas o reactivas a las múltiples estrategias que proporcionan los programas. Coches de seguridad, banderas rojas o amarillas, ritmo de carrera, consumo de energía. Toda esta incertidumbre da lugar a nuevas estrategias que los equipos pueden emplear a su favor.

Un terreno de juego equitativo

Los Gen2 que se ven actualmente en la pista son la segunda versión de los coches con ruedas descubiertas completamente eléctricos de la Fórmula E, y están diseñados para competir bajo una estricta normativa que determina lo que los equipos pueden hacer con ellos.

La idea es que haya igualdad en el terreno de juego. La Fórmula E busca que la competición sea lo más reñida posible. En general, el chasis, la batería, la aerodinámica, los neumáticos y los elementos fundamentales son los mismos. Esto constituye una diferencia con respecto a otros deportes de motor, en los que algunos equipos tienen algo más de libertad para modificar sus piezas con el fin de adelantarse al resto de la parrilla. Los limitados costes de desarrollo facilitan que más equipos se unan a la Fórmula E y compitan por los trofeos.

Además, el deporte permite que los ingenieros más inconformistas marquen la diferencia. Los ingenieros, los equipos y los fabricantes pueden escoger su propia cadena cinemática y su software, así como la suspensión trasera y los ajustes del coche.

EN DETALLE: CHASIS

La precisión lo es todo

Líneas de carreras perfectas. Ninguna dificultad técnica. La experiencia de la calle. Estos aspectos son importantes para alcanzar el éxito en cualquier deporte de motor. Pero en la Fórmula E lo son aún más. Con una parrilla tan ajustada y unos márgenes tan reducidos, cada giro, cada bloqueo, cada ángulo, cada cambio de estrategia puede marcar la diferencia entre el podio y la derrota. La competitividad y los circuitos estrechos hacen que las carreras sean imprevisibles. Los choques son frecuentes, y los adelantamientos numerosos. Casi todas las carreras suelen terminar con “pole positions” y podios diferentes.

EN DETALLE: EL VOLANTE

Una conducción más reñida que nunca

Dado que los coches de la Fórmula E son todos igual de competitivos, los pilotos tienen que esforzarse mucho para enfrentarse a una carrera. Basta con un pequeño error para que los contrincantes cojan ventaja. Los intervalos de 10 segundos no existen. Durante una carrera hay mucho en juego, desde el primer puesto de la parrilla hasta el último.

Esto se debe en gran medida a la forma en que están diseñados los coches de Fórmula E. En una carrera con motor de combustión, los coches que persiguen a otros tienen que lidiar con las emisiones que generan. Esto reduce su agarre aerodinámico y sobrecalienta los neumáticos. En la Fórmula E, sin embargo, las cadenas cinemáticas eléctricas no emiten gases calientes o pesados. Además, los alerones y la carrocería no producen una carga aerodinámica excesiva.  Todo esto permite que los coches puedan competir muy de cerca. Los vehículos están equipados con un difusor especialmente diseñado para distribuir el flujo de aire de su parte trasera, lo que permite acortar aún más las distancias. Y una carrera más reñida es una carrera más emocionante.

Calles estrechas

¿Otra diferencia? Los circuitos urbanos de la Fórmula E. Estos circuitos sinuosos y estrechos hacen que las carreras sean aún más imprevisibles y llenas de suspense. Los adelantamientos pueden ser complicados, por lo que los pilotos deben deslizarse entre sus adversarios para no quedarse atrás y correr el riesgo de sufrir un golpe. Ningún circuito de Fórmula E es fácil. Se necesita la experiencia de la calle.

Un gran equipo de Fórmula E

¿Hemos mencionado que, además de ser socio fundador y cronometrador oficial, nos hemos asociado con Porsche para formar un equipo de Fórmula E? ¿No? Veamos. El equipo TAG Heuer Porsche Formula E apareció durante la temporada 2019/20. Tras conseguir algunos trofeos, se prepara para el gran premio eléctrico. Junto con nuestro talentoso grupo de ingenieros y visionarios, los pilotos André Lotterer y Pascal Wehrlein aportan un enorme impulso a este deporte.

Solo el comienzo

Hemos hablado del concepto, los coches, las estrategias, los estilos de carrera y los circuitos. Pero estos son solo algunos factores. La Fórmula E es diferente por muchos otros motivos. Sus objetivos de sostenibilidad, el impacto social y cultural, los programas formativos, el deseo de mejorar la tecnología… Abordaremos estos aspectos en la serie “E-ducation”. Permanezca atento.