Relojes Cuando la precisión cuenta

Ayrton Senna da Silva, hijo de São Paulo, nació el 21 de marzo de 1960. Su condición de piloto legendario hizo que bastase con decir Senna para referirse a él. Desde entonces, su nombre ha quedado inmortalizado con el icónico logotipo de Senna, un emblema que hoy resulta familiar para legiones de amantes del automovilismo. Senna está considerado como uno de los mejores pilotos del siglo XX y su talento nunca caerá en el olvido. Su palmarés, que incluye tres campeonatos del mundo (1988, 1990 y 1991), sigue siendo impresionante.

A pesar de su prematura muerte, hace unos 30 años, la memoria del célebre piloto nunca ha quedado en el olvido. Al contrario, para muchos admiradores del automovilismo, las históricas victorias de Senna, 41 en total, siguen siendo recuerdos vívidos, grabados para siempre en la memoria.

A diferencia de algunos de sus contemporáneos, Senna era increíblemente disciplinado. Le daba mucha importancia a su forma física y mental, por lo que trabajaba su cuerpo como un competidor de atletismo. De hecho, su torso fibroso, al igual que los coches aerodinámicos que conducía, estaba optimizado para el rendimiento. Su destreza en carrera era incomparable, especialmente sobre mojado, tal y como demuestran sus múltiples subidas a lo más alto del podio, donde saciaba su sed con un merecido trago de Moët.

Era capaz de enhebrar con maestría el coche a través de una serie de curvas, identificando la línea de carrera óptima y evaluando constantemente el agarre disponible a través de las puntas de sus dedos y de su asiento empapado de sudor. Tenía una asombrosa habilidad para detectar la degradación de sus neumáticos y saber cuándo hacer una parada en boxes esencial.

De todos los circuitos que sorteó con un aplomo sin parangón, Mónaco será para siempre su pista, un escenario competitivo que hizo suyo una y otra vez. No hay carrera comparable al Gran Premio de Mónaco, que se disputa en vías públicas. El circuito urbano discurre por calles estrechas bordeadas de bordillos hostiles y pocas de las llamadas “zonas de escape”. Además, los límites de la pista están delineados con las imponentes barreras Armco. Los pilotos más consumados besarán suavemente este acero corrugado, dejando a menudo un pequeño rastro de goma al tratar de “enderezar las curvas”, todo ello para ganar un “par de décimas”. Desgraciadamente, para aquellos pilotos cuyas ambiciones van más allá de sus capacidades, las barreras Armco han puesto fin a sus sueños de gloria.

Con este telón de fondo, Senna consiguió 6 victorias, 8 podios y 5 pole positions en los 10 grandes premios en los que participó; un notable índice de éxito que le valió el famoso apodo de “rey de Mónaco”. El récord de Senna de 6 victorias nunca ha sido superado.

En el mundo de los deportes de motor, existe una búsqueda incesante de mitigar el peso. Si bien el reglamento de carreras actual establece que “la masa del coche, sin combustible, no debe ser inferior a 798 kg”, los equipos siguen intentando reducir la masa total antes de añadir lastre en las zonas óptimas, ajustando así el centro de gravedad del coche. Por esta razón, los coches de carreras evitan el material innecesario, pero teniendo debidamente en cuenta la rigidez y la seguridad esenciales.

La esfera del nuevo TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport x Senna está claramente inspirada en los elementos calados de los coches de carreras. La esfera esqueletada presenta una intrincada estructura de vigas que le confiere robustez y, al mismo tiempo, deja entrever el movimiento suizo.

Siguiendo la tradición Carrera, este nuevo modelo es un ejemplo de legibilidad. Las agujas tipo testigo de las horas y los minutos, rodiadas y una vez más parcialmente esqueletizadas, están revestidas de Super-LumiNova® blanca. Asimismo, presentan unas facetas que captan fácilmente la luz, lo que facilita la legibilidad. Los índices, situados sobre un realce negro, reproducen este estilo facetado.

El diseño de dos contadores incluye un registro de cronógrafo de 30 minutos a las 3 horas y un registro de cronógrafo de 12 horas situado enfrente, a las 9 horas. Cada contador presenta un diseño abierto en el centro, incorpora un efecto azulado y está enmarcado por un círculo chapado en rodio, de nuevo adornado con marcas concisas. Las agujas esqueleto amarillas están cargadas de significado, un color que se repite en el logotipo Senna que adorna el contador situado a las 9 horas. Además, TAG Heuer ha adornado la esfera con una llamativa combinación de colores, entre los que se incluyen el azul y el verde, así como los tonos amarillos, un guiño a los colores del casco de Senna.

En la base de la esfera, una abertura revela el tourbillon. Pero ¿qué es exactamente un tourbillon? En el siglo XVIII, un relojero se dio cuenta de que la gravedad influía indebidamente en el escape y el órgano regulador, lo que afectaba a la marcha de forma negativa. Su solución fue colocar estos componentes en una jaula giratoria que giraba 360° cada 60, 240 o 360 segundos. Al girar, la jaula reducía la influencia de la gravedad sobre la marcha. El mecanismo, denominado “tourbillon”, se patentó en 1801.

Si bien el tourbillon es un dispositivo creado para contribuir al rendimiento cronométrico, es también muy apreciado por los aficionados a la relojería por la enérgica danza que ejecuta en el centro del escenario. De hecho, los puristas suelen disfrutar viendo cómo la palanca de paletas besa a la rueda de escape, el muelle palpita con vida, el volante gira de un lado a otro y la jaula realiza una pirueta aparentemente eterna. Cuando se trata de la puesta en escena relojera, pocas complicaciones superan al tourbillon.

La caja del TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport x Senna ofrece espacio suficiente para que todas las indicaciones de la esfera respiren, aumentando así la legibilidad. El reloj está alojado en una caja de titanio grado 2, un metal de baja masa, resistente a la corrosión y no magnético, atributos muy útiles para un reloj. Este metal ligero es también un material habitual en el paddock de las carreras debido a su notable resistencia, por lo que es una elección ideal para un modelo que rinde homenaje a la leyenda del automovilismo.

El uso de materiales de vanguardia inspirados en las carreras se extiende al bisel de carbono forjado. Una vez más, ligero y resistente, está adornado con el logotipo de Senna y cuenta con una escala taquimétrica, una herramienta útil para calcular la velocidad de un objeto al recorrer una distancia determinada.

TAG Heuer ha optado por realizar los pulsadores y la corona en titanio grado 5, una aleación que puede pulirse hasta alcanzar un alto brillo, como ocurre en este caso. La corona se presenta bisecada con un elegante círculo lacado en verde. Este es solamente uno de los muchos ejemplos de los detalles cromáticos que se pueden encontrar en el TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport x Senna.

Al describir el estilo de la caja del reloj, la marca con sede en La Chaux-de-Fonds menciona el “perfil arquitectónico de la caja”, en alusión a su intrincada fusión de líneas y curvas. Por ejemplo, los flancos de la caja, entre el extremo de las asas y los pulsadores, están rebajados y elaborados en un melancólico tono negro, mientras que otras secciones incorporan líneas que parecen estriar el cuerpo del modelo, como si quisieran lograr alguna ventaja aerodinámica.

En la parte trasera del reloj, un fondo de cristal de zafiro permite ver el movimiento automático Calibre TH20-09. El movimiento, un cronómetro certificado por el COSC, cuenta con una rueda de pilares y un acoplamiento vertical, una combinación que proporciona un accionamiento suave del pulsador y unos arranques sin titubeos.

El fondo de la caja está adornado con una representación de los ojos de este gran hombre y el logotipo de Senna. Una correa de caucho azul combinada con un cierre desplegable de titanio grado 2 completa esta composición rica en octanos.

El nombre “Senna” sigue vivo gracias a los inquebrantables esfuerzos de su familia y del Instituto Ayrton Senna, que apoya diversos programas educativos. El legado de esta leyenda del automovilismo es debidamente venerado y TAG Heuer lo ha respetado desde que el piloto se convirtió en embajador de la marca en 1988. Este aprecio se pone de manifiesto en el último modelo que luce el logotipo de Senna, el TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport x Senna. Se trata de un reloj que lleva esta larga relación a nuevas cotas, aunque dada su limitada disponibilidad, únicamente los 500 primeros compradores de toda la línea descubrirán sus encantos de primera mano.

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