Podcast Podcast, Temporada 4, Episodio 5: Justin Bell

Le damos la bienvenida a la temporada 4 de The Edge, un podcast de TAG Heuer. Nuestro quinto invitado esta temporada es el expiloto de carreras campeón del mundo y ahora presentador de televisión y de contenidos web Justin Bell. En este episodio, hablamos con Justin sobre el significado de la famosa Triple Corona del automovilismo y algunos de sus mejores recuerdos de las 24 Horas de Le Mans. También habla de la Indy 500 y de las historias y tradiciones que hay detrás de la legendaria carrera y, por supuesto, sobre la relación que mantiene con nosotros. Esto es The Edge, un podcast de TAG Heuer presentado por nuestra anfitriona Naomi Schiff. 

Aquí tiene algunos fragmentos para situarse en la línea de salida y hacer que la adrenalina se dispare. Pero no olvide suscribirse a nuestro podcast para poder oír todo el episodio sin filtros más adelante. The Edge es una serie de conversaciones con personas extraordinarias que viven al límite de las posibilidades. Se trata de la fina línea entre formar parte de la victoria o transformarse en la victoria; va sobre lo que nos sitúa en nuestros límites y qué podemos hacer para superarlos.

Cuando iba a las grandes carreras, como la del circuito de SPA-Francorchamps o de Nürburgring con mi padre (Derek Bell) para las carreras de 1000 kilómetros, recuerdo que pensaba: “Esto es como un circo pero en la carretera”. ¿Y qué puedo hacer yo para formar parte de esto? Me encantaba que todo el mundo fuera amigo fuera de la pista, era fácil hacer muchos amigos. Pero igualmente mi padre intentó disuadirme para que no me convirtiera en piloto de carreras. Así que en su lugar hice motocross, bastante mal, pero bueno. Nunca llegué a tocar un kart, seguía corriendo mucho. Y un día fui al Festival de Fórmula Ford con mi mejor amigo James y su padre y me sorprendió que los pilotos tuvieran mi edad. Ahora lo veo normal, pero hasta aquel momento no había ido a ninguna carrera pequeña.

Los momentos más especiales para mí de Le Mans ocurrieron en los momentos más difíciles. Tenía recuerdos de cuando era niño que luego coincidieron con mis recuerdos de adulto. Recuerdo cuando los boxes eran muy pequeños, íntimos y realmente horribles. Era como en la película “Le Mans”. Recuerdo estar a poca distancia de los pilotos cuando cruzaban la barrera para subir al coche, que estaba a dos metros de distancia.

Tengo un Monaco grabado y me encanta. Al llevar un TAG Heuer Monaco, uno se siente más guay de lo que es en realidad. Es uno de esos relojes que incluso los grandes coleccionistas dirían al verlo: “¡Oh, me encanta el reloj!”  Es un reloj increíble, increíble. Totalmente. Y parece que también están ligados a historias fantásticas.