Podcast PODCAST, TEMPORADA 3, EPISODIO 4: Alexander Rossi arrasa en las 500 Millas de Indianápolis
5 min
Hay momentos en los que el tiempo queda suspendido. Momentos en los que nos encontramos a las puertas de la grandeza. Momentos que superan el paso del tiempo. The Edge es una serie de conversaciones en las que personas extraordinarias comparten sus experiencias sobre el momento que lo cambió todo. Pueden tratarse de récords mundiales, un campeonato mundial, revelaciones o decisiones que cambian vidas. Nuestros invitados repasan estos momentos minuto a minuto para nosotros. Nos explican cómo superaron la presión, el miedo o el dolor y se esforzaron hasta el límite. Solo en The Edge.
En esta ocasión, nuestro invitado es Alexander Rossi, el hombre que arrasó en el automovilismo en 2016, año en el que ganó la 100.ª edición de las 500 Millas de Indianápolis siendo un novato. Hablando con nosotros, ha revivido su icónica victoria, incluyendo su sorprendente estrategia de combustible y las celebraciones después de la carrera, así como ha compartido con nosotros cómo ese momento ha marcado su carrera profesional. Presentado por Teo Van Den Broeke, disfrute de nuestra fascinante conversación con un hombre que ha grabado su nombre en la historia del automovilismo.
Para escuchar el podcast completo, escriba “The Edge TAG Heuer” en la barra de búsqueda de su aplicación de podcast:
¿Nuestro objetivo?Convertirnos en la fuente de inspiración que necesita todos los meses para superar sus límites.
Atención: ¿tiene solo un minuto?
Aquí tiene algunos fragmentos para situarse en la línea de salida y hacer que la adrenalina se dispare. Pero no olvide suscribirse a nuestro Podcast para poder oír todo el episodio sin filtros más adelante. The Edge es una serie de conversaciones con personas extraordinarias que viven al límite de las posibilidades. Se trata de la fina línea entre formar parte de la victoria o transformarse en la victoria; va sobre lo que nos sitúa en nuestros límites y qué podemos hacer para superarlos.
Su primera vez en las 500 Millas de Indianápolis
En 2016, no me imaginaba lo que ocurriría, simplemente fui con el único objetivo de terminar la carrera. Era mi primera carrera de las 500 Millas de Indianápolis y mi segunda carrera en una pista ovalada. Por esta razón, probablemente me presenté con mucha ingenuidad, estaba bastante tranquilo en comparación con cualquier otra persona, ya que realmente no conocía la gran importancia del evento. Ahora que han pasado siete, casi ocho, años desde aquel día, resulta difícil no enamorarse con lo que esta carrera significa y con el deseo de ganarla.
Mi mundo quedó arrasado por todo lo que ocurrió entre las 09:00 y las 12:00, cuando comienzó la carrera. Entrenamos y nos clasificamos en estas instalaciones durante el mes anterior a la carrera de las 500 Millas, pero hasta el mismo día de la carrera no lo vemos todo lleno de gente. En ese momento, fue la primera vez en mi vida que me sentí como una estrella del rock.
He tenido la suerte de participar en eventos alucinantes en todo el mundo, pero ninguno está a la altura de las 500 Millas de Indianápolis. Por eso, para mí, aunque no hubiera sido el afortunado en ganar aquel día, también me hubiera enamorado del evento y hubiera querido volver a por más.
Una sorprendente estrategia de combustible
Teníamos un buen coche, pero no uno con el que se pudiera ganar la carrera. Dos paradas en boxes de seguido, teníamos problemas a la hora de llenar el depósito de combustible del coche. Brian Herta, mi estratega y copropietario del coche, y yo decidimos que probaríamos a no pasar por boxes. Esto significaba que, durante 90 vueltas, tenía que alargar mis stints por márgenes bastante significativos, y el consumo de combustible que teníamos que alcanzar era un 30 % más alto que el que nadie había conseguido durante el mes pasado. No nos preguntábamos si nos íbamos a quedar sin gasolina o no. Simplemente nos preguntábamos: ¿nos quedaríamos sin nada a la cabeza o con una ventaja lo suficientemente grande en la última vuelta? Comenzamos la última vuelta con una ventaja de 24 segundos en segundo lugar. El coche se quedó sin gasolina en la tercera vuelta, por lo que aún nos quedaba una milla o así para acabar. Así que, lo único que podíamos hacer era ir en punto muerto desde la tercera vuelta hasta la línea de salida. Lo conseguimos por los pelos. Nadie esperaba que ganáramos. Por eso, cuando el coche cruzó la línea de meta y nadie sabía quién era, todo el mundo estaba un poco molesto.
Alexander Rossi en las 500 Millas de Indianápolis, 2023
Nueva colaboración y el futuro
McLaren llegó y fue adquiriendo pequeñas partes de un equipo existente y, ahora en 2023, pertenece y es administrado por completo por McLaren Racing, esencialmente el equipo McLaren F1. Obviamente, esto conlleva muchos recursos y capacidades. Estamos muy contentos con lo que hemos conseguido hasta ahora y estamos deseando ver qué nos depara el futuro.
Consejos para los jóvenes pilotos
Está bien tener un plan, pero no hay que venirse abajo cuando el plan no sale como uno quiere. Soy el ejemplo perfecto de esto. Me fui a Europa con 17 años, estuve allí casi ocho años. Conseguí mi objetivo de debutar en la Fórmula 1 en 2015, y firmé un contrato como piloto a tiempo completo en la F1 en 2016. Y en cuestión de tres semanas, todo cambió. Me subí a un avión en Londres con destino a Indiana porque me ofrecieron la oportunidad de conducir un IndyCar, ya que Andretti Autosport se estaba expandiendo. Básicamente, habían escuchado que no tenía trabajo y, diez semanas después, ganamos las 500 Millas de Indianápolis. Por supuesto, no todo en la vida sale así, muchas veces durante mi trayectoria profesional he pensado que si algo no ocurría cuando yo quería que ocurriera, estábamos perdidos. Pero no es así.
Como cualquier otra cosa en la vida, hay que ser capaz de comprender que hay oportunidades por todas partes y que solo hay que aprovecharlas cada vez que se presenten. Siempre que se disfrute de la experiencia y se intente dar lo máximo, al final todo saldrá bien de una manera u otra. Ese es el consejo que daría. Solo hay que seguir adelante.