ESTILO DE VIDA Levántese y brille

En el hemisferio norte, los días en los que luchamos por pulsar el botón de posponer la alarma desde la cama mientras que nuestros ojos se afanan en abrirse en la oscuridad de la noche están cerca de terminarse. Y cuanto más al norte viva, mejor comprenderá todas esas mañanas invernales en las que hay que defenderse de la oscuridad y la escarcha en compañía de un cálido café. Sin embargo, a medida que se acerca la primavera, anunciada por los narcisos, las mañanas resultan algo menos sufridas. Esto hace que sea el momento ideal para poner el despertador un poco antes y aprovechar ese rato más de luz solar para empezar bien el día.

Podemos encontrar rutinas matinales por todas partes. En la mayoría de las entrevistas que pueden leerse a día de hoy siempre hay alguien que explica cómo su estrambótica rutina matinal le permitió ser multimillonario a los 30 años o conseguir unos abdominales formidables. Incluso nuestros propios padres tienen una rutina, aunque parezca consistir principalmente en leer diarios como Cinco Días o Expansión en pijama. No obstante, muchas de estas personas tienen, aparentemente, unas tres horas para prepararse para el día que tienen por delante. Esto es algo positivo, ya que la cantidad de tareas que tenemos que hacer antes de empezar con la lista de tareas pendientes parece aumentar exponencialmente con cada minuto.

¿Cuál es el verdadero secreto de la rutina matinal perfecta? Encontrar la rutina ideal para cada persona. Es cierto que existen algunos métodos probados que parecen ayudar a la gente a vivir una vida más feliz y eficiente, pero ¿y si no se adaptan a nuestras necesidades? Es cuestión de descartar o adaptar aquellos métodos que no nos sirvan. Ahora que el sol invita a empezar los días mucho antes, ha llegado el momento de optimizar su rutina en función de sus manías, ambiciones y deseos. Acompáñenos en este repaso a cinco de los hábitos más eficaces en el que también encontrará algunos trucos para mejorar su rutina matinal —todo ello sin complacer a nadie más que a usted.

En lugar de exigirse más, recortando esas horas de sueño tan necesarias y ya limitadas de por sí, le recomendamos que cambie de enfoque. Sustituya esa hora que pasa todas las noches revisando el contenido de sus redes sociales por una hora adicional de actividad matinal —de ocio o de lo que prefiera— con las pilas recargadas. Eliminar las prisas, el estrés y la sensación de desasosiego de sus mañanas puede mejorar la calidad de todo el día. Es más, posponer la alarma puede hacernos sentir un cansancio aún mayor: cada vez que despertamos y volvemos a dormirnos comenzamos un nuevo ciclo de sueño, y la interrupción repetida de estos ciclos puede hacer que nos sintamos de todo menos descansados.

Trate de escribir sus primeros pensamientos del día. Poco importa si son los últimos retazos de un sueño interesante, preocupaciones que lleven tiempo inquietándole o recuerdos sobre una persona con la que quiere ponerse en contacto, le recomendamos que lo ponga por escrito. Y es que estos primeros pensamientos pueden resultar extremadamente útiles —o incluso reveladores— y a menudo desaparecen cuando nos sumergimos en el día a día o nos ocupamos de asuntos mundanos como el desayuno y los correos electrónicos. Es cierto que siempre podemos volver a ellos más tarde, pero precisamente los sueños pueden ofrecernos información importante sobre los objetivos, ideas o motivaciones que son relevantes para nuestro subconsciente.

Somos conscientes de que el ejercicio físico es como una norma de oro que se repite una y otra vez dentro de las rutinas matinales, pero esto se debe a una buena razón. Casi todas las personas de éxito de cualquier ámbito reconocerán que realizar algún tipo de ejercicio físico es esencial para mantener y mejorar la energía a nivel físico y mental a lo largo de todo el día. Sin embargo, cada persona es diferente, por lo que, para muchos de nosotros, realizar un entrenamiento completo por la mañana no nos resultaría ni útil ni práctico. Pero, ¿cómo podríamos cambiar nuestro enfoque? Si no podemos completar una carrera de 13 kilómetros o una dura sesión de levantamiento de pesas (o incluso si preferimos sudar más tarde), ¿por qué no probar con unos estiramientos suaves o con una sesión de yoga para activarnos? ¿Podría cambiar ese objetivo suyo de alcanzar la mejor forma física por lograr una concentración mental óptima? ¿Por qué no experimentar con el taichí o el qigong? ¿Es una de esas personas que prefieren comenzar el día con música disco en lugar de disciplina? Póngase buena música durante 15 minutos y baile con ganas por la cocina.

La gente a menudo se sorprende (y se irrita) por la cantidad de emprendedores, atletas y artistas que llegan a lo más alto y que confían en la meditación. Esto no significa necesariamente que sean personas místicas, pero sí que dedicar de alguna forma unos 20 minutos para sentarse en silencio y reflexionar parece desempeñar un papel importante en las mañanas de nuestros ídolos. La meditación ofrece un sinfín de posibilidades, por lo que la clave para incorporarla a nuestras vidas pasa por descubrir lo que funciona para nosotros. Desde la relajación profunda hasta el escaneo corporal —una técnica de reducción del estrés—, pasando por los mantras, la revisión de objetivos e incluso la mera contemplación: dedicarnos el tiempo necesario para centrarnos en nuestra mente es algo que siempre merece la pena, sea cual sea la forma que prefiera.

Aquí tiene un pequeño truco para optimizar su plan del día: ¿regla número uno? Haga una lista. Suena sencillo, pero el mero hecho de analizar las cosas que debemos hacer en un día resulta tan obvio que terminamos por pasar de ello, dando por hecho que tenemos mucho por hacer, pero que podemos con todo sin ninguna organización. Sin embargo, plasmar las tareas en papel puede permitirnos sacarlas de nuestras sobrecargadas mentes (a menudo falibles) y ponerlas en claro. Es precisamente aquí donde entra en juego el siguiente paso: prescindir de lo superfluo. Esto se traduce por delegar tareas en otras personas cuando sea necesario, eliminar las prescindibles y ser realistas ante lo que podemos hacer en un día. Cree un clima favorable manteniendo una actitud positiva. Y, para terminar, no se olvide de priorizar. Trazar un esquema con las tareas en función de nuestras prioridades y del tiempo que podríamos dedicarle a cada una puede proporcionarnos un punto de vista clave. ¿Quiere que le demos un pequeño consejo? Comience por aquellas tareas que menos quiera hacer.

Así pues, aquí le dejamos la guía 2.0 para diseñar su rutina matinal en 2022. ¿No tiene mucho tiempo? Póngase su modelo TAG Heuer de confianza para no perder el rumbo: los relojes de la colección Connected pueden incluso cronometrar o guiar sus sesiones de entrenamiento y meditación, medir su frecuencia cardíaca para un entrenamiento cardiovascular óptimo o recordarle que cree una lista de tareas pendientes. ¿Necesita un poco más de inspiración? Pongamos punto y final pasando por algunas leyendas que crearon sus propias rutinas en su camino para hacer historia. Cada mañana, Steve Jobs se planteaba la siguiente cuestión filosófica: “Si hoy fuera mi último día, ¿qué haría de forma diferente?”. Incluso en los días más ajetreados de su mandato, el presidente Obama empezaba cada día con una rutina completa de cardio y pesas, seguida de un desayuno con sus hijas. Para comenzar bien el día, Ariana Huffington, cofundadora de The Huffington Post, sigue apostando por una rutina de yoga y meditación… mientras que Jane Austen se despertaba e inmediatamente tocaba el piano, desayunaba con su familia y luego se ponía a escribir. ¿A dónde le llevará su rutina matinal?