Relojes Gran Premio de Navidad de TAG Heuer

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Los elfos de TAG Heuer van a contrarreloj. ¿Podrán entregar todos los relojes TAG Heuer a tiempo para las fiestas? Esperemos que con un poco de ayuda de sus amigos...

La escarcha brilla, las noches se acercan y los niños y niñas buenos de todo el mundo se acurrucan en la cama soñando con la época más mágica del año. Pero muy, muy lejos, en el invernal país de las maravillas de La Chaux de Fonds, en Suiza, cientos de pequeñas manos trabajan sin descanso para que esos sueños se hagan realidad…

 

Los elfos de TAG Heuer viven en un gran y hermoso castillo situado en la cima de una montaña nevada. Durante todo el año elaboran, fabrican, pulen y prueban los relojes más mágicos que se puedan imaginar, para, posteriormente, envolverlos en cajas de colores con cintas y lazos y enviarlos por avión a todos los países del mundo. Es la época del año en la que están más ocupados.

Mientras el frío viento silba alrededor de las torretas, los elfos de TAG Heuer suben y bajan las escaleras, tiran de palancas, transportan cajas y silban alegres melodías navideñas mientras trabajan. Todos están emocionados con las últimas pruebas antes de Navidad, ¡pero queda mucho por hacer!

Cada tic y cada tac tienen que ser perfectos. Pero este año los elfos están más ocupados que nunca, y se les acaba el tiempo. ¿Y si no consiguen probar, envolver y entregar los relojes a tiempo? De pronto, los elfos levantan la vista. Oyen el fuerte rugido de unos coches que se acercan a gran velocidad al castillo. ¡Ha llegado ayuda!

Max Verstappen salta de un coche y Sergio Pérez de otro, seguidos por algunos de sus amigos especiales. Todos corren hacia el castillo y llaman a la gran puerta de madera. Los elfos no podrían estar más contentos de verlos. ¡Las fiestas están salvadas!

“¡Gracias por venir tan rápido!”, exclaman los elfos. Necesitamos vuestra ayuda para probar, envolver y entregar a tiempo todos los relojes. Vais a tener que separaros”. Sin dudarlo, los ayudantes especiales corren por todo el castillo TAG Heuer, pasando por delante de docenas de elfos ocupados, ya sea puliendo esferas o abrillantando biseles.

 

Kai Lenny sabe perfectamente dónde ir. Se dirige directo a la sala Aquaracer con su tabla de surf y enseguida coge una gran ola en la piscina de pruebas tropical. Los TAG Heuer Aquaracer tienen que ser estancos para quienes quieran pasar las fiestas chapoteando.

Ayrton Senna se encamina a la sala de Fórmula 1, donde los elfos están haciendo las últimas comprobaciones en un TAG Heuer Formula 1. “Nos estamos quedando sin tiempo”, alertan los elfos. Pero Ayrton da los últimos retoques y los elfos suspiran aliviados. Este reloj es digno de un podio.

 

De todos los ayudantes especiales, Naomi Osaka es la más rápida y en forma, y los elfos necesitan su ayuda para probar las funciones de bienestar de TAG Heuer en el departamento Connected. Mientras corre por la cinta de pruebas, sus estadísticas de récord brillan en el gran TAG Heuer Connected. Si puede con esto, podrá con todo.

“¿Quién sabe de mecánica?”, pregunta uno de los elfos. “Todavía tenemos que pulsar todos los pulsadores de los cronógrafos TAG Heuer Carrera Porsche”. Los pilotos de Fórmula E de TAG Heuer Porsche, André Lotterer y Pascal Wehrlein, se ponen manos a la obra. Saben cómo obtener resultados bajo presión.

 

Todo está listo y los relojes se cargan con sumo cuidado en cajas de colores. “¡Espera!”, grita uno de los elfos. “Sabemos que los relojes funcionan a la perfección, pero ¿están llenos de la suficiente magia festiva? Hay que asegurarse de que destaquen en una fiesta”. Tommy Fleetwood salta a la pista de baile del Laboratorio de Estilo y empieza a mover las caderas tan bien como sus palos de golf. Algunos de los elfos se unen al baile, solo para asegurarse. Las luces de discoteca se reflejan magníficas en los relojes.

¡Esa era la prueba final! Los elfos atan las últimas cintas y sacan los relojes a la nieve. Max, Sergio, André y Pascal se ponen al volante de los vehículos especiales de reparto. Si alguien puede asegurarse de que estos relojes lleguen a su destino a tiempo, son ellos.

 

Los coches se alejan a toda velocidad por el paisaje invernal, dejando tras de sí una ráfaga de nieve. Los elfos aparecen en las ventanas del castillo, saltando y aplaudiendo. ¡prueba superada!

…Si se ha portado bien y tiene la suerte de desenvolver un reloj TAG Heuer estas fiestas, piense en el mágico trabajo en equipo que hay detrás, antes de sacarlo a dar una vuelta. Y no se olvide de dar las gracias a los ayudantes más especiales de los elfos…

¡El equipo de TAG Heuer le desea unas felices fiestas!