Relojes NUEVO EMBAJADOR DE LA MARCA: RYAN GOSLING

Desde su papel como el melancólico piloto en Drive hasta el de cantante y bailarín nominado al Óscar por La ciudad de las estrellas (La La Land), Ryan Gosling es un actor que pone en jaque el encasillamiento. Sus papeles se caracterizan por la voluntad de no temerle a nada, de ponerse a prueba constantemente y de sobrepasar los límites de lo posible.

Tanto es así que no hay nadie mejor para unirse a TAG Heuer, la marca de relojería suiza de lujo, como embajador, pues la pasión, el estilo natural y el compromiso con la excelencia son tan importantes para el intérprete como para la marca. Y quién mejor para impulsarla que este actor, que podría considerarse el heredero del legendario Steve McQueen; dos hombres para los que el estilo y la esencia son una misma cosa. Pero Gosling representa algo más que la marca también quiere transmitir: una nueva clase de masculinidad que es a la vez sensible y discreta, y que muestra una confianza natural por definición.

Gosling se ha convertido en el protagonista más versátil de Hollywood por atreverse siempre a ser diferente. Pocos actores habrían aceptado películas tan desafiantes al inicio de su carrera cinematográfica como El creyente, Half Nelson y Lars y una chica de verdad. Sin embargo, estas interpretaciones le valieron críticas muy favorables, nominaciones a los Óscar y a los Globo de Oro, y la reputación de ser el actor joven más interesante de Hollywood.

Pero fue Drive la película que hizo que Gosling pasara de ser un intérprete aclamado a un nuevo tipo de actor principal, uno que no solo podía prestarse a formar parte de elencos extremadamente inteligentes (La gran apuesta, de Adam McKay, coprotagonizada por Christian Bale, Steve Carell y Brad Pitt).

Además, en tan solo tres años, Gosling ha pasado del éxito arrollador del musical La ciudad de las estrellas (La La Land), que obtuvo 14 nominaciones a los premios de la Academia y le valió a Gosling un Globo de Oro, a formar parte del resurgimiento del culto a la ciencia ficción con Blade Runner 2049 (coprotagonizada por Harrison Ford) y de la prestigiosa película biográfica El primer hombre (en la que Gosling interpretó al astronauta Neil Armstrong).

Gosling no solo es intrépido a la hora de elegir sus papeles, sino también durante el rodaje, protagonizando muchas de sus propias escenas de riesgo. Es un trabajo que claramente fascina al actor, puesto que, además de interpretar a un doble en Drive y en Cruce de caminos, acaba de firmar para interpretar a un doble en The Fall Guy, que será dirigida por David Leitch, un antiguo doble de escenas de riesgo. Por su parte, The Gray Man, que se estrenará próximamente, será el papel de más acción de Gosling hasta la fecha.

Su compromiso con la excelencia se ha extendido incluso a la sesión fotográfica de su primera campaña publicitaria para TAG Heuer, eligiendo al galardonado fotógrafo Pari Dukovic y colaborando con él en cada paso del proceso creativo. El resultado es una campaña de imágenes vibrantes, inspirada en el deseo del propio Gosling de realizar una campaña distinta a las demás, y que marca otro atrevido cambio para la estrella.

«Ryan dijo que quería hacer algo completamente diferente. El color tiene emoción y es completamente inesperado. Al crear estos retratos se buscaba crear algo que fuera atemporal y oportuno al mismo tiempo. Los relojes de TAG Heuer tienen esa cualidad de atemporalidad y eso es exactamente lo que queríamos hacer con la campaña», dice Dukovic.

No es de extrañar, por tanto, que las interpretaciones de Gosling a menudo hayan suscitado comparaciones con el difunto Steve McQueen, otro actor protagonista apasionado por los automóviles, las acrobacias y el espectáculo; quien, al igual que Gosling, se convirtió en una estrella del cine pero también en un verdadero icono de estilo.

Una nueva generación del atemporal y elegante reloj deportivo de tres agujas de TAG Heuer, el modelo TAG Heuer Carrera Three Hands, es, sin lugar a dudas, la mejor manera de iniciar la colaboración de Ryan Gosling con la marca.

Los relojes son el escaparate que refleja la herencia automovilística de la marca, para la que la elegancia y la intrepidez van de la mano. Como entusiasta del motor, pocos apreciarían más el esmero por las líneas claras y el empeño por la legibilidad, y esta colección representa el reloj más puro y elegante de la variedad de modelos de TAG Heuer.

La nueva colección, que consta de 13 ejemplares, reinterpreta y reimagina el emblemático reloj en cuatro versiones: el TAG Heuer Carrera Day Date 41 mm, el TAG Heuer Carrera Twin-Time Date 41 mm, el TAG Heuer Carrera Date 39 mm y el TAG Heuer Carrera Date 29 mm.

Durante más de 60 años, el reloj TAG Heuer Carrera se ha diseñado para todos aquellos que quieren superar los límites de la mente y del espíritu. El objetivo del carismático CEO Jack Heuer al introducir el cronógrafo Heuer Carrera en 1963 era crear un reloj que fuera sencillo y perfectamente armonioso, ideal para los conductores que necesitaban saber la hora de un vistazo en condiciones de mucha presión.

La leyenda cuenta que la obsesión de la empresa por la legibilidad comenzó en 1958, cuando Jack Heuer pasó del primer al tercer puesto en un rally suizo en el que competía, porque no podía leer correctamente el cronómetro del cuadro de mandos. El modelo Heuer Carrera, que se lanzó cinco años después, era radicalmente diferente a cualquier otro reloj que la empresa había fabricado hasta entonces, y había adoptado un lenguaje de diseño claro y minimalista con el fin de lograr una legibilidad inigualable.

Este compromiso con la legibilidad y la claridad sigue siendo inquebrantable y la nueva línea proyecta una aguda y penetrante modernidad unida a un refinamiento deportivo que se mantiene fiel a sus raíces históricas.

En español, carrera no solo es el acto de competir o correr, sino que también significa trayectoria profesional o curso, lo cual quizá resulte apropiado, ya que el modelo TAG Heuer Carrera Three Hands está pensado para todos los que exigen claridad a la hora de trazar su propia senda. Para aquellos que, como Gosling, superan los límites, pero lo hacen necesitando saber dónde están dichos límites.