DEPORTES Hasta la última centésima: 5 instantes que cambiaron la historia del deporte

En deporte, la diferencia entre ganar y perder a menudo radica en un milímetro o en una fracción de segundo. Por este motivo, en 1916, inventamos el Mikrograph, para poder medir hasta las centésimas de segundo.

Esos momentos son los que nos mantienen al borde de nuestros asientos o en pie: ¿conseguirá anotar? ¿Cruzará la línea de meta? ¿Nos llevará a la final? Sin más dilación, estos son algunos de nuestros favoritos de las últimas cinco décadas de historia deportiva moderna.

Frustrados por los retrasos debidos a los temporales, durante el Gran Premio de los Países Bajos de 1975, los equipos convencieron a la organización de que les dejase pilotar con neumáticos para lluvia.

La carrera marca uno de los episodios más destacados de la famosa rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt. El joven británico Hunt, que no partía como favorito, pilotaba un McLaren, mucho menos potente que el Ferrari de Lauda, lo que no le impidió mantener a Lauda a raya durante 60 increíbles vueltas. Lauda intentó adelantarlo en diversas ocasiones —y no anduvo lejos—, pero Hunt se mantuvo firme.

Los eventos se sucedían rápidamente, para confusión de los comentaristas televisivos. Los subtítulos estaban tres vueltas por detrás en la transmisión en directo, cuando un tremendo rugido emergió de las gradas. Con una ventaja de 1,06 segundos, Hunt cruzó primero la línea de meta. Y fue así como se alzó con su primer Gran Premio de Fórmula 1.

El tiempo era extraño durante los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980, variaba entre un calor intenso y un frío helador. El 22 de febrero, en un estadio a rebosar en Lake Placid, Nueva York, se disputó la medalla de oro del torneo de hockey masculino. El partido enfrentó al equipo local contra el defensor de la medalla de oro, huelga mencionar que también favorito, la Unión Soviética.

Hacia el final de la última parte, el partido se encontraba 3-3. Los últimos 20 segundos estuvieron llenos de tensión. Todos los presentes en el estadio se estaban en pie. Una vez se hubo revisado a los jugadores, el disco voló sobre el hielo. La multitud gritaba cada segundo conforme se agotaba el tiempo, y en el último momento, el equipo estadounidense marcó un gol para ganar el partido y la medalla.

El comentarista deportivo Al Michaels realizó su famoso comentario, en directo: “Faltan cinco segundos para el final. ¿Creen en milagros? ¡Sí!”  Ese comentario hizo historia, y la inolvidable final de hockey pasó a conocerse como “Milagro sobre hielo”.

El baloncesto experimentó una verdadera época dorada en los años 80 y 90. Fue el momento cumbre de MJ, tanto Magic Johnson como Michael Jordan. Fue la época de los Chicago Bulls, de Space Jam y del “Dream Team” estadounidense olímpico.Por aquí va una dosis doble de la asombrosa magia de Michael Jordan en la cancha.

1989, partido eliminatorio de la NBA entre los Chicago Bulls y los Cleveland Cavaliers. Quinto partido, el partido decisivo de la primera ronda de la Conferencia Este, 7 de mayo de 1989, en el Richfield Coliseum en Ohio (estadio de los Cavaliers). Los equipos estaban empatados a dos partidos cada uno en esta serie de al mejor de cinco. A falta de tres segundos para el final, Jordan recibió un pase y lanzó. Hizo canasta sobre la bocina. Los Bulls consiguieron la victoria de la serie y la canasta sobre la bocina de Jordan se conoció como “The Shot”.

Avancemos a 1998. Jordan era toda una leyenda del baloncesto a esas alturas. Sexto partido de las finales de la NBA, los Bulls contra los Utah Jazz. Y el último partido profesional en la carrera de Jordan. (Se suponía que sería su último partido, pero regresó más tarde). Los equipos estaban empatados a 86. A falta de 5,2 segundos para el final, Jordan realizó un tiro en suspensión para dar a Chicago la ventaja que necesitaba. Los Bulls ganaron. Y el partido consiguió los mayores índices de audiencia de cualquier otro partido en la historia de la NBA.

La final de la Copa Mundial de Rugby de 2003 se disputó entre Inglaterra y Australia. Era un día de noviembre lluvioso en Sídney, más de 80 000 personas llenaban el Telstra Stadium (ahora ANZ Stadium) para ver el encuentro. Estaba muy igualado. El terreno estaba resbaladizo.

Al final de la segunda parte, el marcado señala un 14-14 y el partido se encaminaba a la prórroga. Ambos equipos anotaron sendos golpes de castigo, lo que mantuvo el empate con un 17-17. Tras un disparo de Mat Rogers (del equipo australiano), la pelota se encontraba de nuevo en posesión inglesa.

A falta de 26 segundos, Johnny Wilkinson se encontró con un pequeño espacio por delante, con la pelota en las manos y su pierna menos buena. No vaciló, y marcó el importantísimo punto con un puntapié a bote pronto. El comentarista exclamó: “¡Johnny Wilkinson se convierte de nuevo en el héroe de Inglaterra! ¡Y no hay tiempo para la remontada australiana! Inglaterra acaba de ganar la Copa del Mundo”.Así fue, en esos momentos finales, Inglaterra se alzó con la Copa del Mundo de rugby con un 20-17. Fue el primer equipo del hemisferio norte en ganar la Copa Webb Ellis, y no han vuelto a ganarla desde entonces.

La Copa Mundial Femenina de la FIFA de 2011, celebrada en Alemania, fue el sexto campeonato del mundo femenino de la FIFA. En los cuartos de final, compitieron los dos primeros equipos de cada uno de los cuatro grupos. Brasil jugó contra EE. UU. el 10 de julio de 2011, en el estadio de Dresde. Al final, la selección estadounidense ganó el partido en los penaltis 5-3.

Sin embargo, el momento más electrizante del juego se produjo unos segundos antes del pitido final. Brasil iba por delante 2-1 en el tiempo extra. Megan Rapinoe, de la selección estadounidense, envió un pase diagonal elevado del extremo izquierdo al segundo palo. Su compañera de equipo, Abby Wombach estaba sola. Con un movimiento suave y preciso, Wombach conectó un testarazo para marcar un brillante gol y poner el 2-2 en el marcador. Tras la victoria en los penaltis, la selección estadounidense pasó a las semifinales.

El legado de momentos como este se extiende a través del tiempo. Porque todos sabemos lo que ocurrió ocho años después: un trofeo de la Copa Mundial para EE. UU. y una Bota de Oro para la legendaria Rapinoe.

La historia del deporte se compone de miles de momentos inolvidables. Los más memorables se reducen a menudo a recuerdos aislados y congelados, momentos de acciones decisivas que cambiaron el curso de los acontecimientos, dentro y fuera del terreno de juego;

En TAG Heuer, rendimos homenaje a los deportistas capaces de parar el tiempo en los momentos más decisivos. Nuestros relojes están fabricados para celebrar e inspirar el valor de estos instantes perfectos.