ESTILO DE VIDA Lecturas rápidas: novelas escritas en tiempo récord
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Si pregunta a cualquier escritor, le dirá que a la mente humana le ocurren cosas curiosas cuando se encuentra ante una página en blanco, o más bien, siendo realistas, ante una pantalla. Es muy común entrar en pánico. También es frecuente experimentar un impulso repentino de organizar el cajón de los calcetines o de preparar la decimoctava taza de café. El tiempo avanza igual de rápido que un perezoso ebrio, mientras el cursor parpadea de manera sarcástica en mitad del abismo. La mente, compleja y exasperada, se vuelca de lleno en el trabajo y no se detiene hasta que no haya escrito una cantidad prolífica de palabras. Para estos peculiares individuos, el tiempo se evapora. Las reglas y convenciones de los minutos y las horas siguen su curso sin pausa y parecen escaparse por la ventana. A modo de inspiración, presentamos doce libros que han superado la prueba del tiempo al haber sido escritos a una velocidad vertiginosa, ya sea como resultado de un arrebato de genialidad o de un brote de locura. ¿Ha llegado el momento de comenzar esa obra maestra?
"La naranja mecánica", Anthony Burgess
"La naranja mecánica"
El escritor británico Anthony Burgess, autor de 33 novelas, es conocido especialmente por una de ellas: la oscura distopía de “La naranja mecánica” de 1962. Burgess afirmó que tardó solo tres semanas en escribirla, motivado únicamente por el dinero. La novela gozó de un gran éxito, al igual que su adaptación cinematográfica dirigida por Stanley Kubrick (aunque al propio Burgess le disgustó tanto que se refirió a ella de manera despectiva como “Mermelada mecánica”).
“El niño con el pijama de rayas”
El novelista irlandés John Boyne ha declarado que se quedó tan absorto ante esta apasionante historia de un niño que vivió el Holocausto, que la escribió entera en dos días y medio, sin apenas parar para comer o dormir. También confesó que sus otras novelas requerían meses de planificación y esfuerzo para ser escritas, pero que esta historia en particular fluyó tan fácilmente que no podía detenerse.
“Estudio en escarlata”
La novela que presentó el famoso trabajo del detective Sherlock Holmes a las masas fue escrita por Sir Arthur Conan Doyle en 1886 en tan solo tres semanas. Esta novela también destaca por ser la primera historia de Sherlock Holmes que se adaptó a la gran pantalla.
"En el camino", Jack Kerouac
"En el camino"
Este libro, conocido como la biblia del movimiento beatnik, inspiró a toda una generación y se redactó en tan solo tres semanas. Es cierto que Jack Kerouac se pasó siete años viajando por Estados Unidos y tomando notas detalladas todo el tiempo, pero el fruto real de su trabajo se plasmó en menos de un mes sobre un rollo de papel de teletipo de 37 metros. La prosa moderna de Kerouac estaba escrita sin coherencia ni puntuación de ninguna clase y el autor, que no es conocido precisamente por su humildad, añadió una nota que decía: “Eres un genio, siempre”.Cita tomada de:
“La liebre y la tortuga”
¡Qué ironía! En 1954, después de verse envuelta en un romance con un hombre que se negaba a dejar a su mujer, Elizabeth Jenkins escribió este relato en un plazo de tres semanas. Durante una entrevista en 2005, dijo: “Nunca lo he vuelto a leer; marcó una época de mi vida a la que no quería volver”.
“La plenitud de la señorita Brodie”
Muriel Spark tardó tan solo un mes en escribir esta novela sobre una versión ficticia de su profesora Christiana Kay. Dijo que la historia estaba inspirada en una tarea de clase que le mandaron en 1960: “Nos pidieron que escribiésemos sobre cómo habíamos pasado nuestras vacaciones de verano, pero yo escribí sobre las vacaciones de mi profesora. Me pareció más interesante”.
"El jugador", Fiódor Dostoyevski
"El jugador"
El autor ruso Fiódor Dostoyevski escribió este cuento en 26 días a la vez que escribía “Crimen y castigo“. Esta novela semiautobiográfica fue una buena manera de saldar las deudas que le había provocado su adicción al juego. Más tarde, acabó casándose con la joven taquígrafa a la que le dictaba la historia.
"Mientras agonizo", William Faulkner
"Mientras agonizo"
William Faulkner escribió su quinta novela “Mientras agonizo” en el transcurso de seis semanas mientras trabajaba en el turno de noche de una central eléctrica. Faulkner empezaba a escribir a medianoche y terminaba a las 4:00 de la mañana, encajando perfectamente las palabras. Confiaba tanto en su técnica de escritura que afirmó no haber cambiado ni una sola palabra desde su primer borrador, a pesar de que los 59 capítulos están narrados por 15 personajes diferentes.
“Las minas del rey Salomón”
Rider Haggard escribió “Las minas del rey Salomón” en solo 6 semanas, después de que su hermano apostara que no sería capaz de escribir un libro tan bueno como “La isla del tesoro” de Robert Louis Stevenson. Haggard ganó con creces la apuesta, ya que su novela se convirtió en un éxito de ventas al instante e inspiró a muchos otros a escribir libros de este nuevo género conocido como “mundo perdido”. A pesar de haber sido escrito en tan poco tiempo, “Las minas del rey Salomón” transmite una realidad envolvente. Haggard había vivido y viajado por África durante muchos años, por lo que disponía de un amplio material.
“El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”
Stevenson llevaba tiempo con la idea de escribir una historia basada en el concepto de la doble personalidad, pero nunca encontraba el momento oportuno. Cuenta la leyenda que cuando Stevenson cayó gravemente enfermo de tuberculosis, la medicación que le administraron le provocaba delirios y un día, al quedarse dormido, la historia del doctor Jekyll y el señor Hyde le vino a la mente en uno de sus sueños. Al despertarse, se sentó en su escritorio y en 3 días febriles escribió el primer borrador. Su esposa Fanny, al leer el manuscrito terminado, pensó que era una tontería y lo arrojó al fuego, lo que hizo que el pobre Stevenson pasara otros 3 días febriles reescribiendo todo una vez más. Afortunadamente, esta segunda versión se salvó de las llamas y se convirtió en un gran éxito, permitiendo a Stevenson pagar finalmente sus deudas.
"Lo que queda del día", Kazuo Ishiguro
"Lo que queda del día"
Kazuo Ishiguro escribió su conmovedor relato “Lo que queda del día” sobre un mayordomo inglés en poco menos de cuatro semanas. La novela ganó el premio Booker en 1989, fue llevada al cine, consiguiendo ocho nominaciones a los Óscar, y se convirtió en una de las novelas de posguerra más apreciadas de todos los tiempos. Con la ayuda de su esposa Lorna, decidió poner en marcha un plan de choque durante cuatro semanas mediante el cual dejaría a un lado todos los compromisos de su agenda y se dedicaría de lleno a escribir, de lunes a sábado, desde las 9:00 de la mañana hasta las 22:30 de la noche. Así fue como se escribió “Lo que queda del día“. Tras cuatro semanas intensas, Ishiguro tenía más o menos la novela completa. Faltaba pulir algunos detalles, pero los aspectos principales de la historia se habían configurado durante el tiempo de ese plan de choque.
"Cuento de Navidad"
Charles Dickens era un escritor prolífico acostumbrado a cumplir con plazos ajustados, ya que sus libros se publicaban por entregas cada semana en las revistas victorianas. Pero con “Cuento de Navidad“, Dickens se superó a sí mismo, completando la obra en unas 6 semanas. Dickens comenzó a escribir la historia en octubre y estuvo trabajando duro, con descansos por la noche de manera ocasional para dar un paseo por las calles de Londres, hasta que la terminó a finales de noviembre. El libro fue todo un éxito navideño desde el primer instante y desde entonces ha dado lugar a numerosas obras de teatro, películas y musicales.
Por fin tendrá tiempo
¿Cree que estas exitosas historias escritas en tiempo récord le inspiran para animarse a coger el bolígrafo, o siendo más realistas, el teclado, y ponerse a escribir? ¿O le han abrumado? Si le apetece adentrarse en el universo de estas novelas, ya sea como escritor o lector, un reloj TAG Heuer es su mejor compañero para asegurarse de que se mantiene perfectamente al día.