ESTILO DE VIDA Le damos la bienvenida al GMT+14: la primera zona horaria de la Tierra

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Seb Emina Escritor

En TAG Heuer, siempre hemos buscado la manera de aprovechar al máximo el tiempo y estar a la vanguardia. ¿Qué mejor que un punto en el mapa haciendo exactamente eso? Seb Emina está investigando.

La Tierra vista desde el Apolo 17. Fotografía de la NASA - Cabina del Apolo 17.

En la república insular, mezclando zonas horarias y líneas de cambio de fecha.

Cada día tiene que empezar en algún lugar, y ese lugar es siempre el mismo: la República insular de Kiribati, una vasta constelación de atolones dispersos a lo largo de 3,6 millones de km² del océano Pacífico. Kiribati, pronunciado Kiribas, es la única nación de la Tierra que ha traspasado permanentemente el GMT+14: la primera zona horaria del mundo. Puede pensar en Kiribati como la tierra eterna del mañana: si es domingo donde usted se encuentra, probablemente sea lunes en Kiribati. Muy apropiadamente, su bandera presenta un sol que se eleva de manera perenne sobre las olas.

Kiribati es también unos de los pocos lugares del mundo que se extiende por los cuatro hemisferios, lo que significa que, debido a que su tierra habitable se resume en solo treinta y tres delicados atolones (islas de arrecifes de coral en forma de anillo, ¿podría ser más romántico?), puede ser bastante difícil de localizar en un mapa. Sin embargo, siempre en constante búsqueda de un desafío, no dejaremos que este reto nos detenga…

Para encontrar Kiribati, primero hay que hallar una llamativa línea de norte a sur que atraviesa el océano Pacífico. Se trata de la línea internacional de cambio de fecha. Posteriormente, hay que trazarla hasta el punto en el que se desvía de su trayectoria y vira drásticamente hacia la derecha, formando una especia de “T” de lado. Ese rectángulo representa dos zonas horarias, GMT+14 y GMT+13 (nota: estoy usando GMT o tiempo medio de Greenwich, que puede deberse a que pasé mi infancia en Londres, pero cada vez más se hace referencia a las iniciales UTC o tiempo universal coordinado). Estas raras zonas horarias fueron establecidas por Kiribati, de manera totalmente unilateral, el 31 de diciembre de 1994, con el objetivo de eliminar ciertos absurdos de la vida cotidiana de sus ciudadanos.

Línea internacional de cambio de fecha del Pacífico Sur.

 

El territorio de Kiribati está compuesto por tres grupos de islas: dieciséis islas Gilbert, aproximadamente a medio camino entre Hawái y Papúa Nueva Guinea, ocho islas Fénix en los mares al norte de Samoa y ocho islas de la Línea, no muy lejos de Tuvalu. Cuando se concedió a Kiribati la soberanía sobre las islas de la Línea en 1979, poco después de que obtuviera la independencia del Reino Unido, se encontró con que sus islas planteaban un rompecabezas cronológico. El problema era que sus nuevas incorporaciones estaban al otro lado de la línea internacional de cambio de fecha, lo que significaba que cuando era, por ejemplo, sábado en Tarawa, que es el más poblado de los atolones de Kiribati, sería viernes en Kiritimati (también conocida como isla de Navidad) en las islas de la Línea más orientales.

Tampoco fue cuestión de unas cuantas horas. La línea internacional de cambio de fecha es uno de los recordatorios más disparatados de que la hora a la que fijamos nuestro relojes no está predeterminada, sino que es una ingeniosa concepción humana. En el caso de Kiritimati y Tarawa, se separaron por un día entero, sin ambigüedades. Las oficinas gubernamentales se exasperaron al solo poder interactuar entre ellas cuatro días a la semana y de esta forma, debido a que, de todos modos, la línea de cambio de fecha era en gran parte ficticia, la cambiaron.

Un mapa de Kiribati.

No existe ninguna zona horaria “realmente”. Se guían por la luz (la Tierra gira, haciendo que el sol salga y se ponga, y nuestras horas locales del día lo reflejan), pero la rigidez de sus líneas son un ejemplo de cómo la sociedad confía en la fabricación de algún tipo de realidad consensuada. Por lo general, es lo suficientemente sencillo como para que podamos aceptarlo. Pero el sistema está colmado de sutiles fallos tipo Matrix, de los cuales el aprieto de Kiribati es solo un ejemplo.

Las zonas horarias se crearon en parte como respuesta a la creación de los ferrocarriles y a la necesidad de disponer de horas de salida precisas, y como respuesta a la posibilidad, por primera vez, de desplazarse y comunicarse a través de grandes distancias a gran velocidad. Como puede imaginar, resultaba difícil tener jet lag cuando se viajaba a pie. Sin embargo, extrañamente, las peculiaridades de los husos horarios han hecho que sea más fácil. Por ejemplo, alrededor de 1950, China renunció a su sistema de cinco zonas horarias, estableciendo una única hora estándar para todo el país, correspondiente al GMT+8. China se extiende por unos 5000 km de este a oeste: una distancia enorme que abarca casi el 10 % de la circunferencia de la Tierra. Este hecho da como resultado una interesante situación en la que un viajero que cruza la frontera terrestre de China hacia el vecino Afganistán (un país que se acoge al GMT+4.5) experimentaría, en un solo paso, un instantáneo salto hacia atrás en el tiempo de tres horas y media. Se trata de una frontera ubicada en una extensión de montañas prohibidas carente de carreteras e intransitable durante al menos cuatro meses del año, pero aun así…

Por supuesto, las personas que nos estén leyendo desde el Pacífico pueden experimentar un salto de tres horas y media en un periquete. Volviendo al caso de Kiribati, una de las cosas más extrañas de la primera zona horaria del mundo es que está justo al lado de la última zona horaria de la Tierra. Puede, si le divierte, ser la primera persona en ver comenzar el día en Kiribati, navegar a continuación a unas pocas millas náuticas en dirección al Ecuador, y ser la última persona en verlo terminar*.

*¿Necesita ayuda para navegar por el perturbador GMT? El TAG Heuer Aquaracer, con su bisel bidireccional y bicolor de 24 horas, dispone de la capacidad de registrar múltiples zonas horarias.

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Seb Emina Escritor