SAVOIR-FAIRE La "Universidad" de los amantes de los relojes TAG Heuer: una auténtica enciclopedia especializada en relojes

TERCERA PARTE: VOCABULARIO DE LOS OFICIOS DE LA RELOJERÍA

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Diseñador, artesano, fabricante, ensamblador: desde la artesanía más tradicional hasta la maestría de la tecnología más avanzada, el conocimiento es imprescindible en todos los niveles para garantizar la calidad duradera y la comodidad de su reloj, que no solo le servirá con sus funciones, sino que le aportará una gran satisfacción cada vez que mire la hora.

Tras las populares Partes I y II de nuestra “Enciclopedia especializada en relojes”, que describe todo lo que necesita saber sobre la anatomía de un reloj y los diferentes movimientos que lo impulsan, ha llegado el momento de conocer los diferentes pasos, habilidades y conocimientos necesarios para elaborar un reloj, desde la conceptualización hasta el montaje final y la comprobación del movimiento y la caja.

Diseñador, artesano, fabricante, ensamblador: desde la artesanía más tradicional hasta la maestría de la tecnología más avanzada, el conocimiento es imprescindible en todos los niveles para garantizar la calidad duradera y la comodidad de su reloj, que no solo le servirá con sus funciones, sino que le aportará una gran satisfacción cada vez que mire la hora.

Así que, sin más preámbulos, póngase la bata de laboratorio y la redecilla (sí, redecilla para el pelo, ¡no se permite ni la más mínima partícula de polvo dentro de la caja del reloj!), coja el destornillador, los dediles, las pinzas y la lupa, y ¡manos a la obra! Tenga en cuenta que la mayoría de los relojeros coinciden en que no importa lo bueno que sea o vaya a ser: la escuela de relojería enseña alrededor del 60 % de los conocimientos básicos, el 35 % se aprende después de 5 a 10 años de trabajo y el 5 % restante sigue siendo un misterio para la gran mayoría.

La siguiente lista se presenta en el orden en que se imagina y se completa un reloj, basándose en un reloj suizo de gama alta.

El diseño de cada reloj comienza con un boceto.

LA CAJA

  • El diseñador: El dilema de la gallina o el huevo, qué fue primero: ¿la visualización de una caja acabada o los bocetos?  Aunque sepan qué tipo de reloj quieren

fabricar —deportivo, elegante o clásico—, los relojeros suelen explicar que su visualización de una nueva caja surge de la nada, y solo al esbozar líneas, curvas y ángulos aparecen finalmente las formas y proporciones definitivas de la caja deseada.  Una vez satisfechos con el resultado, el diseño se entrega a los diseñadores técnicos e ingenieros para que realicen el diseño asistido por ordenador (“CAD” por sus siglas en inglés) de la caja y de sus piezas en 3 dimensiones.  Se utilizan para crear un modelo. Las asas, la corona, el bisel, las agujas, los números, los índices y el cierre de la correa también se diseñan y seleccionan en esta etapa, pero se pueden llevar a cabo muchas modificaciones después de esta elección inicial.

  • Los ingenieros: A partir de los dibujos finales, los ingenieros de micromecánica fabrican los componentes de la caja utilizando técnicas que pueden incluir el mecanizado a mano en resina o cera o la impresión en 3D, antes de pasar a una caja mecanizada por CNC que incluye las asas, la corona y el bisel, estos tres últimos con fines comparativos antes de lanzar la producción real. Un ingeniero de control de calidad garantiza la reproducción perfecta de todas las piezas.
  • Ensamblador: Las habilidades del ensamblador de la caja determinan el encaje perfecto de la arquitectura y la estructura de la caja, su resistencia y su capacidad para encarnar y proteger el movimiento, permitiendo así la consecución de una auténtica producción de cajas en el metal o material compuesto elegido

El cristal de zafiro no se suele fabricar en la Manufactura, sino que se adquiere en el tamaño necesario a especialistas de Suiza y otros países.

Cuando se cierra la caja incorporando el fondo, resulta esencial que se haya garantizado una limpieza absoluta. No puede quedar ni la más mínima partícula de polvo.

EL MOVIMIENTO

  • El diseñador del movimiento: los movimientos se pueden fabricar íntegramente en la Manufactura, con total libertad de diseño para el movimiento y la consiguiente visualización de sus funciones en la esfera, o pueden adaptarse a partir de movimientos existentes con modificaciones y módulos de Manufactura para adecuarlos a las funciones del nuevo reloj, con menos opciones de diseño en la esfera.
    En cualquier caso, el proceso es similar al de la caja, con bocetos y una parte de CAD para producir dibujos de ingeniería antes de pasar a un modelo, seguido de pruebas de control de calidad de los componentes para comprobar la tolerancia y poder realizar el montaje.
  • El ensamblador del movimiento: Este proceso es muy complicado, ya que se ensamblan los numerosos componentes, a veces apenas visibles a simple vista, que accionan el reloj, incluidos el tren de engranajes, el muelle, el escape y el volante, intercalados con rodamientos —zafiros y rubíes sintéticos que reducen la fricción de los componentes móviles. Un movimiento de reloj mecánico estándar cuenta con 130 componentes; algunos movimientos con varias complicaciones tienen miles de ellos. Una vez ensamblado, se llevan a cabo las pruebas de precisión (cronometraje) antes de comenzar con la producción final. Un buen ejemplo de rendimiento es el TAG Heuer Mikrograph: un cronógrafo mecánico con dos movimientos que miden las centésimas de segundo.
  • Pruebas: Muchos de los movimientos automáticos de TAG Heuer cuentan con la certificación suiza oficial de cronómetros (COSC) otorgada por un equipo de relojeros y técnicos experimentados para controlar la precisión (índices constantes). Para determinar esto, el movimiento se prueba durante un periodo de 15 días, en 5 posiciones diferentes: esfera arriba/abajo, corona arriba/abajo/izquierda/derecha a 3 temperaturas.  Se realizan ajustes en el movimiento cuando la tasa media diaria supera los -4/+6 segundos. Otro procedimiento de prueba en Besançon (Francia) otorga el certificado “poinçon à tête de vipère” a movimientos encapsulados.

 

  • Mecanizado de las planchas de latón, la materia prima que terminará transformándose en estructuras increíblemente complejas.

LA ESFERA

A menudo se hace referencia a la esfera como la cara del reloj, y con razón: a menudo es la esfera lo primero que nos atrae, o no. Las esferas de los relojes pueden ser de muchos materiales, pero la mayoría son de algún tipo de metal, normalmente cobre o latón.  Una vez fabricados el tamaño y la forma correctos, los técnicos especializados supervisan la galvanización para evitar la oxidación y aplican tratamientos químicos para transformar el color y/o crear un efecto “rayos de sol” o satinado. Los artesanos pueden completar la esfera con laca, “guilloché”, grabado y/o esmaltado.  El fabricante de componentes de esferas se encarga de las agujas, los números, los índices y las ventanillas de fecha y otros elementos.  Una vez examinados, estos elementos se envían al fabricante final de esferas, que transfiere y/o aplica meticulosamente números e índices, logotipos y nombres de relojes, así como las agujas. Un pequeño error y la esfera se destruirá.

Una esfera "estelar", como la que incluyen varios relojes TAG Heuer, requiere pasos adicionales de acabado.

LOS ENCARGADOS DE LA DECORACIÓN / LOS ACABADOS

La decoración de la esfera, la caja y el movimiento son un factor determinante de la calidad y, a menudo, del precio de un reloj.  Entre los artesanos altamente cualificados que intervienen en las distintas fases del proceso relojero se encuentra el pulidor, que puede biselar ángulos y crear un efecto de espejo negro en algunos de los componentes del movimiento y los puentes, además de dar un acabado final a las cajas. Los operadores de “guilloché” crean maravillosos motivos texturizados en la esfera, los grabadores decoran la caja, la corona y el movimiento, y añaden textos al fondo de la caja, los pintores en miniatura y los esmaltadores embellecen la esfera, con esmaltes aplicados en cuatro o cinco capas, cada una calentada entre 800 y 1.200 ºC, y los joyeros y engastadores aplican piedras preciosas al bisel y la corona.  Estos “Métiers d’Art” cuentan con el apoyo de marcas que desean perpetuar la relojería tradicional.

Se realizan más pruebas una vez que el reloj está completamente montado para comprobar el hermetismo y la estanqueidad.

Otros trabajadores cualificados que no forman parte de la producción de relojes, pero que son igualmente importantes son:

Los REPARADORES DE RELOJES que deben saber desmontar y volver a montar el movimiento, probar y reparar la tensión, la precisión y la resistencia, limpiar el movimiento, la caja y la esfera, cambiar la pila de un reloj de cuarzo y las correas en ausencia de un sistema de correas intercambiables.

Y, por último, no hay que olvidar al EQUIPO DE VENTAS que debe saberlo TODO para asesorar correctamente al cliente y transmitirle confianza, sin los cuales las marcas no tendrían la financiación necesaria para investigar y crear nuevos relojes.