Relojes El tiempo y la luna
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El 20 de febrero de 1962, el astronauta John Glenn pilotó el Friendship 7 hacia el espacio e hizo historia. Sujetado a su muñeca llevaba un cronómetro Heuer 2915A modificado, el primer reloj suizo en orbitar la Tierra. Sujetado sobre la manga de su traje espacial, el reloj podía medir el tiempo durante 12 horas con una precisión de quintos de segundo.
Más de seis décadas después, ese legado inspira el TAG Heuer Carrera Astronomer: una visión moderna de la complicación de las fases lunares, reinterpretada a través del perdurable espíritu vanguardista de la Maison.
REDEFINIENDO LA INDICACIÓN DE LAS FASES LUNARES
Tradicionalmente, las indicaciones de las fases lunares en relojería presentan una simple vista de la luna nueva y llena. TAG Heuer reinventa esta complicación en el Carrera Astronomer con un enfoque moderno y vanguardista, lo que ofrece una lectura precisa de todo el ciclo lunar. A las 6, el Astronomer muestra siete fases lunares ilustradas —desde la creciente hasta la menguante— que ofrecen una lectura más precisa que los formatos tradicionales de luna llena y luna nueva. Además, el indicador de la edad de la luna —una característica poco común que distingue a este modelo— también cuenta los días lunares del 1 al 29,5, lo que fusiona la precisión con la sofisticación visual.
INSPIRADO EN EL CIELO NOCTURNO
Presentado en los Geneva Watch Days 2025, el TAG Heuer Carrera Astronomer introduce tres expresiones de esfera, cada una de las cuales aporta su personalidad a la colección. Una esfera plateada satinada con detalles en oro rosa refleja la elegancia refinada; una versión en gris profundo con reflejos turquesa ofrece un tono más moderno y futurista, ambas limitadas a 500 piezas; y una tercera edición en acero completo abraza el minimalismo atemporal. Todos están enmarcados en una caja de acero de 39 mm, que se adhiere a las icónicas proporciones audaces y aerodinámicas del TAG Heuer Carrera.
MECÁNICA Y SIGNIFICADO
En su interior late el recién estrenado movimiento automático Calibre 7, que garantiza una reserva de marcha de 50 horas y una fiable precisión de las fases lunares. Dé la vuelta al reloj para descubrir el motivo grabado “observatorio astronómico” del fondo de la caja, una referencia a la inspiración espacial del modelo. Completa el reloj el brazalete de cuentas de arroz, un detalle heredado recuperado que aporta comodidad ergonómica y armonía visual.
El TAG Heuer Carrera Astronomer tiende un puente entre la herencia y la exploración, honrando un legado nacido en órbita y elaborado para el presente. Arraigado en las estrellas, diseñado para la Tierra.