Relojes Un icono renovado: el TAG Heuer Monaco, reimaginado
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TAG Heuer Monaco Split-Seconds Chronograph (Ref. CBW2185.FTC8350)
El cronógrafo con medición de fracciones o ratrapante ha sido durante mucho tiempo el referente de la precisión cronométrica. Explorado por primera vez por Heuer hace más de un siglo y perfeccionado en los circuitos de carreras y en el cronometraje olímpico, permite al usuario cronometrar dos intervalos simultáneamente, lo que resulta ideal para el automovilismo, elcronometraje de vueltas y las competiciones. En el corazón de este reloj late el Calibre TH81-00 ultraligero, desarrollado con Vaucher Manufacture y que pesa solo 30 gramos. El reloj completo pesa solo 86 gramos.
DONDE LOS MATERIALES COBRAN VIDA
La caja está fabricada en titanio TH, un material pionero desarrollado íntegramente por el laboratorio TAG Heuer. Tras cuatro años de trabajo, esta aleación patentada se somete a un proceso térmico que reorganiza su estructura atómica, revelando un patrón facetado, natural y único para cada reloj. ¿El resultado? Un notable avance técnico y una expresión tangible de energía y movimiento, que combina la singularidad visual con la resistencia y la ligereza que se esperan de un rendimiento de nivel aeroespacial.
DISEÑADO PARA LA TRANSPARENCIA Y LA VELOCIDAD
Un bisel y una esfera de zafiro dejan al descubierto la arquitectura interna del movimiento: puentes de titanio con revestimiento DLC negro satinado, biseles pulidos y franjas de carreras pintadas a mano. Los detalles de color verde lima en la aguja del cronógrafo, los pulsadores y los contadores garantizan la máxima legibilidad y evocan las vibrantes señales de los circuitos.
UNA NUEVA ERA DE PRECISIÓN
Desde Jean Campiche cronometrando las vueltas de Ferrari en los años 70 hasta el reloj de pulsera ratrapante de cuarzo de TAG Heuer presentado en 1989, el cronometraje xs fracciones de segundo ha dado forma al espíritu competitivo de TAG Heuer. Esta última pieza continúa esa tradición, no mirando hacia atrás, sino reescribiendo el concepto de precisión en las carreras.
Acompañada de una correa de piel de becerro negra cosida a mano y alojada en un fondo de zafiro completo, cada pieza está numerada individualmente y es innegablemente singular.
