DEPORTES Enfrentarse a lo imposible

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Algunos persiguen la velocidad. Otros buscan la perfección. Para Zian Perrot-Couttet, la meta es aún mayor: dominar la fuerza de la naturaleza en un descenso en el que cada segundo, cada giro y cada latido cuentan. En colaboración con La Nuit de la Glisse, seguimos a tres aventureros que se enfrentan a lo imposible.

Para Zian Perrot-Couttet, el macizo del Mont-Blanc no es solo un lugar de diversión, sino también un campo de pruebas. A medida que se enfrenta a vertiginosas pendientes de hasta 55 grados, su mayor reto, más allá del dominio de la velocidad, es dominar la propia gravedad. Su viaje no es apto para cobardes: un agotador ascenso de 12 horas antes de un único y emocionante descenso. ¿Hay mucho en juego? Por supuesto. ¿La recompensa? Un momento fugaz y maravilloso alcanzado tras años de esfuerzo y perseverancia.

En su muñeca, el TAG Heuer Aquaracer Professional 200 Solargraph es el mejor aliado. Impulsado por la luz, tanto natural como artificial, transforma cada segundo de exposición en energía pura. Un minuto al sol equivale a un día entero de autonomía, mientras que una carga completa permite hasta 10 meses de funcionamiento en completa oscuridad. Al igual que Zian se adapta al impredecible terreno, su reloj está preparado para todo, combinando una robusta construcción de acero inoxidable con detalles en azul hielo inspirados en el entorno alpino.

  • Zian Perrot-Couttet luciendo el TAG Heuer Aquaracer Professional 200 Solargraph (Referencia WBP1180.BF0000)

Mientras Zian conquista los desniveles del macizo del Mont Blanc, Gaspard Ravanel hace historia. Desafiando la cara norte del Dolent, una de las pendientes más legendarias e implacables de los Alpes, Gaspard representa a la nueva generación de snowboarders de altura. Su TAG Heuer Aquaracer es tan atrevido como él: su llamativa esfera de color rojo rubí refleja los tonos ardientes de los amaneceres alpinos y los paisajes otoñales. Construido para resistir, su caja y bisel de acero de 40 mm se mantienen firmes frente a los elementos, al igual que Gaspard lo hace controlando cada giro.

Mientras tanto, Ueli Kestenholz, especialista en velocidad, desafía las leyes de la física sobre las gélidas aguas del lago de Émosson. Deslizándose con precisión milimétrica sobre la superficie helada del lago, orquesta un ballet aéreo en el que confluyen las piruetas y la técnica. ¿Qué había en su muñeca? El TAG Heuer Aquaracer Professional 200 Solargraph, elaborado con titanio ultraligero de grado 2, que ofrece una robustez y agilidad sin igual. Diseñado para soportar las presiones de los movimientos a alta velocidad y las condiciones extremas, su movimiento alimentado por energía solar garantiza que nunca falle, ni siquiera en los entornos más exigentes.

Los grandes riesgos conllevan grandes recompensas. Los deportes de invierno extremos son tan emocionantes como peligrosos. Los deportistas que se lanzan a tan arriesgadas aventuras deben demostrar una extraordinaria resistencia, adaptabilidad y capacidad para rendir bajo presión. En ese punto es donde la colección TAG Heuer Aquaracer alcanza su máxima expresión. Desde escarpadas paredes rocosas hasta lagos helados, su legado habla de resistencia y de no dejarse condicionar por los límites. La fusión de la precisión de la energía solar, los materiales de vanguardia y el rendimiento implacable constituye una audaz declaración de desafío ante lo imposible.

Cuando Zian, Gaspard y Ueli alcanzan nuevos extremos, TAG Heuer les acompaña. Porque en la montaña, como en la vida, cada segundo cuenta.