SAVOIR-FAIRE El arte de los acabados para las esferas TAG Heuer
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TAG Heuer Carrera Date, Referencia WBN2318.BA0001
Las esferas, por lo general, tienen un grosor de entre 0,4 y 0,7 cm. Suelen estar fabricadas con cobre o latón, sin excluir opciones como la plata, el bronce, el acero, el aluminio y, mucho más infrecuente, el meteorito, el oro, la piedra dura, el nácar, las piedras preciosas, la cerámica e incluso, a veces, la madera. Sin embargo, la mayoría se fabrican con latón, el mejor material por su durabilidad y la resistencia y belleza que aporta a los diferentes tratamientos de acabado. Independientemente del metal que se utilice, la superficie siempre está revestida y sellada para evitar la oxidación y el deslustre.
Aunque el latón y el bronce son aleaciones de cobre, se prefiere el latón por su contenido en zinc, más duro y que ofrece una mayor resistencia a la corrosión que la aleación de estaño del bronce. El latón es más fácil de trabajar con máquinas y de soldar, presenta un mayor límite elástico y esfuerzo cortante, y, dada la extraordinaria presión a la que se someten las esferas, TAG Heuer opta por el latón para la mayoría de sus esferas.
TAG Heuer Carrera Date, Referencia WBN231C.BA0001
El complejo proceso de crear una esfera
El proceso de fabricación y finalización de una esfera requiere de 40 a 50 pasos, a veces incluso 70. Primero se calienta a 750 °C para ablandarlo, después se introduce una pieza de latón en la prensa de estampado, donde se somete a una enorme presión de hasta 400 toneladas para recortar y dar forma a la esfera, y se repite el proceso para las ventanillas de calendario y cualquier otra. Esta técnica de presión mediante fuerza extrema también se utiliza para crear varios patrones en la superficie de la esfera, como el patrón ondulado horizontal en el TAG Heuer Aquaracer Professional 300 Date. A continuación, se aplican unos pequeños pies en la parte posterior de la esfera para fijarla al movimiento, y se practican orificios para conectar las agujas de las horas y los minutos a un piñón central, y otros para fijar índices y números aplicados.
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Una esfera "estelar", como la que incluyen varios relojes TAG Heuer, requiere pasos adicionales de acabado.
La esfera del TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon (referencia: CBS5011.FC6566)
Del arenado al efecto "rayos de sol"
Aplicar un revestimiento mediante el arenado, el satinado con efectos “rayos de sol” y el lacado aporta a la esfera un brillo pulido que refleja diferentes colores bajo distintas iluminaciones. Entre los distintos acabados para las esferas se encuentran: el lacado, el esmaltado, el esmerilado, el ahumado, el guilloché o el martillado, pero los más utilizados son el satinado o el graneado, que proporcionan un resultado sutil con una superficie delicadamente rayada y con un texturado fino. Los distintos efectos en las esferas se obtienen pasándolas por una rueda de alambre que gira a distintas velocidades con cerdas de diferentes longitudes, anchuras y resistencias para obtener un graneado lineal o un patrón con efecto rayos de sol. Cuando se requieren dos o más texturas para resaltar, por ejemplo, una subesfera o el contador del cronógrafo, se protege la primera superficie mientras se aplica el segundo tratamiento. De cualquier forma, la textura destaca por sí sola, o puede utilizarse con múltiples acabados para transmitir complejidad. Ya sea vertical, circular o radial, cada acabado ofrece una profundidad visual y una textura únicas que realzan el atractivo estético del reloj. La galvanoplastia pule y limpia la esfera antes de que pueda comenzar el proceso de coloración.
La paleta de colores: una gama de tonos entre los que elegir
Para deleite de sus usuarios, TAG Heuer produce muchos tonos de esfera entre los que elegir. Los colores principales se obtienen mediante un proceso de galvanización que protege aún más la superficie de la esfera del envejecimiento y consiste en una serie de baños químicos para obtener el color y la profundidad deseados en la esfera. Para un detalle como un texto, logotipo o motivo en otro color, se aplican pinturas especiales a la superficie de la esfera mediante una máquina de tampografía. Esta delicada operación es supervisada cuidadosamente por un relojero que sabe exactamente la cantidad correcta de pintura que debe aplicarse a la membrana de la esfera para que la pintura se seque rápidamente sin mancharse. En TAG Heuer, una impresionante sucesión de cinco colores diferentes puede aplicarse rápidamente, sin manchar, gracias a las máquinas de última generación.
Algunos ejemplos son el TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon; el TAG Heuer Carrera Chronograph Skipper, una esfera circular satinada con subesferas circulares en espiral de diferentes colores; el TAG Heuer Formula 1 Chronograph and Ceramic con contadores verdes satinados con efecto “rayos de sol” y circulares en espiral con detalles naranjas; y el TAG Heuer Carrera Date con esferas satinadas con efecto “rayos de sol” en verde pastel o rosa empolvado.
La esfera de un reloj TAG Heuer no es solo una superficie que muestra la hora; es una obra maestra de la artesanía, que combina precisión, ciencia de los materiales y arte estético. Ya se trate del efecto “rayos de sol” del TAG Heuer Carrera Chronograph Tourbillon o de las vibrantes combinaciones de colores del TAG Heuer Formula 1 Chronograph, la esfera de cada reloj cuenta una historia de innovación y elegancia. Los acabados no solo realzan el atractivo visual del reloj, sino que también contribuyen a su durabilidad y garantizan que siga siendo una pieza atemporal en la muñeca.