SAVOIR-FAIRE Sotheby’s subasta una catalogación temática de los campeones de Heuer con el Monaco de McQueen
Nicholas Biebuyck Director de legado en TAG Heuer
Steve McQuenn en el set de grabación con el Heuer Monaco Referencia 1133B.
Heuer Monaco Referencia 1133B llevada por Steve McQueen - de 500 000 a 1 000 000 USD
Es increíblemente extraño que un reloj sea acogido en la cultura popular de una forma duradera y poderosa. El Rolex Submariner de James Bond, el Omega Speedmaster que llegó a la Luna y el Rolex Daytona Paul Newman que perteneció al propio Paul Newman han dejado una marca en el espíritu de la época y, particularmente en el último ejemplo, han demostrado un valor emocional y financial.
No obstante, para cierto grupo, hay un reloj que destaca entre todos los demás, que ha creado todo un imaginario en el cine y la fotografía que se ha reflejado a través de las décadas, que ha sido asociado a la persona más de moda en el planeta en aquel momento, que ha creado un icono de un modelo que inicialmente no fue bien recibido por los consumidores y que ha conectado a la perfección a un relojero con el universo del automovilismo. Se trata, por supuesto, del Heuer Monaco referencia 1133B llevado por Steve McQueen durante la grabación de su apasionado proyecto.
La presentación de la colección en 1969 anunció una nueva era y dirección para Heuer. Con su caja revolucionaria, el primer cronógrafo cuadrado estanco, que albergaba un movimiento aún más revolucionario (el primer calibre de cronógrafo automático), era toda una hazaña en innovación, no solo para la empresa, también para toda la industria relojera.
Aunque mentes creativas visionarias como Stanley Kubrick, Sammy Davis Jr. y Oscar Peterson apreciaron el diseño de vanguardia, la mayor parte del mercado no lo hizo y en un principio las ventas eran decepcionantes. Así que, en 1970, cuando Jack Heuer recibió una inesperada llamada de un encargado de utilería de una película diciéndole que Steve McQueen había elegido un Monaco para su personaje en una película, aprovechó la oportunidad con entusiasmo.
Preproducción en la pista de carreras
Merece la pena rebobinar un poco para comprender cómo Steve tomó la decisión de llevar un reloj tan inusual interpretando al piloto Michael Delaney. Tras haber estado en Francia desde mediados de abril, cuando tuvo lugar la tradicional jornada de pruebas previa del famoso circuito, McQueen había anunciado que no competiría personalmente por cuestiones relacionadas con su seguro, pero se quedó para participar en los preparativos, incluyendo la conducción de los coches que se utilizarían para el rodaje, así como la selección del vestuario y otros asuntos que tenían que ver con la producción.
Mientras que el traje que Delaney llevaría en la película era fácil de definir, Steve quería parecerse a un piloto que respetaba enormemente: Jo Siffert. Además, tenía que decidirse qué reloj luciría en su muñeca para hacer que el héroe de la película se viera absolutamente auténtico. En este momento, el encargado de utilería Don Nunley preparó una mesa con relojes para que Steve escogiera uno, entre los que incluyó modelos de Rolex, Omega, Longines y, por supuesto, en cuanto que reloj de pilotos, Heuer. Con el objetivo de facilitar el proceso de decisión a la estrella, y conociendo su preferencia por modelos con brazalete, a algunos relojes se les acopló una banda metálica, aunque no fuera del propio fabricante.
Steve McQueen y Jo Siffert en el rodaje.
Inicialmente, McQueen se inclinó por el Omega Speedmaster, momento en el que se mencionó que acababa de ir a la Luna y era conocido como el reloj de los astronautas. Además de que quedaría raro que llevara un Omega cuando llevaba un parche en su traje de Heuer, al igual que Siffert. Fue entonces que McQueen cogió el Heuer Monaco con una espectacular esfera azul de la mesa y se lo puso.
Esta decisión de The King of Cool, quizás la persona más famosa en el mundo en ese momento, de llevar ese reloj tendría un impacto inconmensurable en la historia de Heuer, TAG Heuer y la colección Monaco a lo largo de generaciones. El reloj presentado aquí, con número de caja 160304, es la pieza exacta que convirtió al Monaco en una leyenda.
Una fotografía firmada de Steve McQueen.
Una petición especial para Jack
Una vez que McQueen decidió que llevaría un Heuer en su muñeca, Nunley llamó a la Manufactura Heuer en Bienne, Suiza, para obtener más piezas para la película. Tras hablar con el propio Jack, que se mostró comprensiblemente entusiasmado con la oportunidad de promocionar un modelo que les costaba vender, así como de incluir equipos de cronometraje y otros relojes en la película, se decidió enviar un cargamento directamente al plató.
Dada la brevedad del plazo y el carácter urgente, se recurrió a un empleado de Heuer, Gerd-Rüdiger Lang, para que llevará por carretera el envío embalado directamente al circuito durante el fin de semana de la propia carrera, a mediados de junio. Hubo un problema al pasar por aduanas en la frontera, por lo que dos semanas más tarde hubo que presentar el carnet correcto y pagar los impuestos, pero afortunadamente los relojes llegaron sanos y salvos.
Entre las piezas que se enviaron se encontraban 20 cronógrafos automáticos, incluyendo los vitales seis modelos con referencia 1133B que solicitó McQueen para imprevistos, sesiones de fotos, etc. También se incluyeron otros 11 cronómetros, seis relojes de cuerda manual, 17 instrumentos de cronometraje adicionales y dos conjuntos de relojes de salpicadero Rally Master.
Referencia 1133B Monaco - Un inusual cronógrafo automático cuadrado de acero inoxidable que perteneció a Steve McQueen, quien llevó en pantalla.
Una vez que las piezas estuvieron en el set de rodaje, parece ser que McQueen pasó de llevar la muestra con el brazalete (como puede apreciarse que lleva detrás de cámara durante la preproducción) a una pieza con correa. La razón de este cambio probablemente se deba a que los pilotos profesionales, incluyendo a Siffert y Bell, quienes estaban en el set, preferían llevar relojes con correa de piel, que eran más cómodos cuando empezaba a subir la temperatura conduciendo. Asimismo, en caso de accidente, una correa no provocaría un daño mayor y podría cortarse si fuera necesario.
Utilizadas durante todo el rodaje y a menudo visibles en los planos, muchas de las piezas enviadas por Heuer participaron en el rodaje, pero es el Monaco que lleva McQueen el que es claramente el mejor actor secundario de la película. Aunque es difícil definir exactamente qué reloj llevaba en pantalla de las piezas que se presentaron en el set de rodaje, está claro que cualquier pieza con una historia clara y rastreable hasta el rodaje de Le Mans en 1970 pueden proclamar que han participado en la producción.
De los seis modelos Monaco que aparecen en la factura de Heuer de los enviados al set de rodaje, todos son ya conocidos en el mercado. Cuando se terminó de rodar la película, McQueen se quedó con dos de los relojes:
- Uno con el número de caja 160503 que regaló a su gerente Bill Maher como muestra de su gratitud por su apoyo durante la producción de la película
- El otro, con un número de caja desconocido, lo entregó McQueen a su mecánico personal Haig Altounian, esta es la última pieza públicamente vendida en diciembre de 2020 por 2 200 000 USD.
Los otros cuatro relojes se los quedó Nunley:
- Caja número 160903, que finalmente acabó en el museo TAG Heuer
- Uno que regaló a un amigo y que posteriormente este amigo entregó a su hijo
- Uno que se vendió más adelante a un coleccionista privado
- Otra pieza que se vendió después a un coleccionista privado
Otra vida en el automovilismo
Lo que hace que el reloj presentado aquí sea tan fascinante no es solo su condición de reloj que dio lugar a que McQueen luciera un Monaco y se convirtiera en el rostro de la colección, y en cierto modo de Heuer y TAG Heuer como marca, sino también que ha tenido una vida extraordinaria tras su paso por el rodaje de la película.
Cuando terminó la producción en otoño de 1970 y se desmanteló la aldea de Solar que había albergado al enorme equipo necesario para una película así, el atrezo se distribuyó y vendió. Se corrió la voz entre los que aún estaban presentes sobre los negocios que se podían hacer, y un joven mecánico llamado Bevan Weston, que estaba allí para apoyar a Derek Bell y su Ferrari número 8, decidió investigar.
En la oficina de atrezo le dieron una chaqueta de Solar Productions y unos monos de Gulf, cuando sus ojos se posaron en los relojes. Preguntó cuánto costaban y el responsable le dijo que estaban a la venta por un precio simbólico, así que Weston eligió un Monaco azul como el que había llevado McQueen, con un brazalete metálico.
Bev, como se le conoce, llegaría a tener una increíble carrera como mecánico profesional a lo largo de décadas, incluyendo ser jefe de equipo en la Indy 500 durante muchos años para McLaren, notablemente en 1971, el año después de estar en el set de rodaje, donde estuvo trabajando en el coche de Peter Revson.
Tener un reloj que fue fundamental en un momento crucial de la historia de la cultura, en la intersección del cine y la relojería, y que luego tuvo otra vida, viajando por todo el mundo para asistir a las carreras, es quizá el mayor testimonio de la increíble importancia del Monaco que aquí se presenta.
El reloj Heuer y TAG Heuer de mayor importancia histórica jamás fabricado, el tótem a la importancia de uno de los grandes relojeros y su inseparable conexión con el automovilismo.
Nicholas Biebuyck Director de legado en TAG Heuer