Podcast Podcast, Temporada 4, Episodio 6: Gisela Pulido

Le damos la bienvenida a la temporada 4 de The Edge, un podcast de TAG Heuer. Nuestra sexta invitada esta temporada es la kitesurfista Gisela Pulido, que fue la campeona del mundo más joven de este deporte con tan solo diez años, en 2004. Desde entonces, ha ganado numerosos títulos y premios mundiales. En este episodio, hablamos con Gisela sobre uno de los momentos más decisivos de su carrera: el Campeonato de Europa de 2023. También nos habla de lo que se necesita para convertirse en una deportista de élite, el rendimiento bajo presión, la superación de las lesiones y la preparación para un gran año por delante. Esto es The Edge, un podcast de TAG Heuer presentado por nuestra anfitriona Naomi Schiff.

Aquí tiene algunos fragmentos para situarse en la línea de salida y hacer que la adrenalina se dispare. Pero no olvide suscribirse a nuestro Podcast para poder oír todo el episodio sin filtros más adelante. The Edge es una serie de conversaciones con personas extraordinarias que viven al límite de las posibilidades. Se trata de la fina línea entre formar parte de la victoria o transformarse en la victoria; va sobre lo que nos sitúa en nuestros límites y qué podemos hacer para superarlos.

Creo que empecé a volar cometas con seis años o así, porque mi padre siempre me enseñaba todos los deportes que practicaba, como snowboard, surf, wakeboard, ciclismo o escalada. Mi padre siempre era muy divertido. Me enseñaba todo lo que sabía. Menos el kitesurf, que estaba prohibido. Decía: “No puedes hacer kitesurf porque es muy peligroso”.

Hacía mis propias cometas pero, como era de esperar, no volaban muy bien… Así que mi padre me consiguió una cometa, pero creo que estuve dos años volando cometas… sin meterme en el agua. Hasta que por fin me dejó. Y ahí es cuando empecé el kitesurf. No podía soltar la cometa, era como si la tuviera pegada, practicaba todos los días, todos los días, todos los días. Me encantaba.

Soy de Barcelona, pero me mudé al sur de España por el deporte. En Barcelona no hay viento, así que no podía practicar mi deporte. Además, tenía clase tanto por la mañana como por la tarde. Pero en Tarifa, un pueblo del sur de España, la escuela era solo por la mañana, por lo que tenía tiempo libre después de las 15:00 horas. Así disponía de toda la tarde para entrenar. Así que me mudé a Tarifa con mi padre y vivo allí desde hace 20 años.

Cuando era pequeña, no me daba cuenta de lo que hacía. Empecé a hacer deporte a una edad muy temprana y también empecé a competir en natación. Estaba muy acostumbrada a la competición. Siempre he sido muy competitiva. Cuando empecé a hacer kitesurf, para mí fue normal empezar a competir también. Y convencí a mi padre para que me llevara al Campeonato de Europa y a los campeonatos junior para poder participar. Para mí fue increíble empezar a competir, ya que siempre me ha gustado el deporte. Pero en el kitesurf me encanta porque es un deporte en el que compites contra ti mismo y contra otras personas. Cuando empecé a hacer kitesurf, le dije a mi padre: “Vale, quiero ser profesional de este deporte y competir”. Al final del año, me di cuenta de que tenía posibilidades de ser campeona del mundo. Y lo conseguí en 2004.

Es un deporte maravilloso, pero los tiempos ha cambiado mucho desde que yo empecé en el kitesurf: el freestyle ahora es freestyle, ya no es tan popular y hay otras disciplinas también como el wingfoil. Es bastante nuevo. Ahora tenemos el windsurf, el kitesurf y el wingfoil, pero también existen el wave riding, el freestyle y las carreras. Tenemos muchos deportes en uno solo. Me gusta porque se amplía el abanico de gente que lo practica. Es tan versátil que al mismo tiempo aparecen nuevos deportes. Estoy muy contenta de que cada vez haya más gente en este deporte, porque al fin y al cabo es kitesurf. Es un deporte muy joven.

Creo que lo más importante para alguien que quiere dedicarse profesionalmente al kitesurf es disfrutar de verdad con lo que hace. Yo diría que ese ha sido mi motor para seguir practicándolo durante todos estos 30 años. Tienes que sentir pasión, tienes que encontrar algo que te guste de verdad. Suena a tópico, pero es verdad.