Podcast Podcast, Temporada 2, Episodio 10: Ian Rogers nos habla de cómo la Web3 cambiará el mundo y el futuro de la relojería de lujo

Hay momentos en los que el tiempo queda suspendido. Momentos en los que nos encontramos a las puertas de la grandeza. Momentos que superan el paso del tiempo. The Edge es una serie de conversaciones en las que personas extraordinarias comparten sus experiencias sobre el momento que lo cambió todo. Pueden tratarse de récords mundiales, un campeonato mundial, revelaciones o decisiones que cambian vidas. Nuestros invitados e invitadas repasan estos momentos minuto a minuto para nosotros. Nos explican cómo superaron la presión, el miedo o el dolor y se esforzaron hasta el límite. Solo en The Edge.

En esta ocasión, nuestro invitado es Ian Rogers, director de experiencias en Ledger. Ian es un auténtico visionario. Siempre ha estado a la vanguardia. Ian, uno de los primeros precursores de Internet y la música digital, ve el futuro antes de que ocurra. Tras contribuir a revolucionar el mundo de la música con Beats y Apple, Ian pasó 5 años de transformación como director digital de LVMH. Ahora, lidera el mundo de la Web3.

Conversar con Ian es como hablar con alguien que tiene una bola de cristal. Nos ofrece una visión profunda y completa de los NFT, las criptomonedas y el futuro de la relojería de lujo. Además, nos habla de su amor por el mundo digital, los creadores y la creatividad. La conversación es instructiva y amena. Descubra el emocionante mundo de la Web3 de la mano de Ian Rogers en este podcast, presentado por el anfitrión Teo Van Den Broeke, director editorial de Soho House.

Aquí tiene algunos fragmentos para situarse en la línea de salida y hacer que la adrenalina se dispare. Pero no olvide suscribirse a nuestro Podcast para poder oír todo el episodio sin filtros más adelante. The Edge es una serie de conversaciones con personas extraordinarias que viven al límite de las posibilidades. Se trata de la fina línea entre formar parte de la victoria o transformarse en la victoria; va sobre lo que nos sitúa en nuestros límites y qué podemos hacer para superarlos.

La mejor analogía es lo que Internet supuso para la vida de la gente a principios de la década de los 2000. Realmente no era algo en lo que uno tuviera que participar. Se trataba de algo en lo que uno tenía la oportunidad de participar. Lo mismo ocurre en la actualidad con los activos digitales. Existen numerosas formas de participar. De hecho, es bastante divertido. Todavía no he conocido a ninguna persona inteligente que haya metido la cabeza en este universo y que haya salido pensando igual que antes.

Entiendo que la gente tenga dudas. Pero, para ser sincero, no me preocupa. Es algo inevitable. Las dudas pueden ocurrir conmigo o sin mí. Además, las generaciones futuras impulsarán y exigirán este tipo de tecnología.

Nadie compra un reloj de alta gama porque indique mejor la hora. Esa no es la motivación. Las personas los compran porque son símbolos de belleza. Han sido creados con artesanía. Existen, por cierto, muchas obras de arte digitales que son símbolos de belleza y que han sido creadas con artesanía. Además, tienen una comunidad en torno a ellas. ¿Qué ocurre con el ejemplo de un reloj de lujo? Se trata de un símbolo de belleza. Han sido creados con artesanía. Y además tienen una comunidad en torno a ellos.

Piense en su colección de relojes en comparación a su colección de lujo digital. Tengo algunos relojes muy buenos guardados en una caja de seguridad. No estoy recibiendo ninguna oferta por ellos. No puedo mostrárselos a nadie. Supongo que mis hijos los heredarán. Vale, eso no está mal. Ahora, imagine que ese coleccionable digital, creado también con artesanía, estuviera en mi cartera Ledger. Tiene protección, pero también se muestra al público. Las personas pueden ver que es mío y hacer ofertas por él si desean comprarlo: ese es el mundo al que nos dirigimos. Así que creo que la gente hace esta falsa distinción entre lo físico y lo digital, cuando en realidad es al revés. Lo digital probablemente tendrá más valor.

Llevo mi TAG Heuer Connected todos los días. Cambio el NFT en función de lo que llevo puesto. Tener la funcionalidad NFT en este modelo cambió mi relación con el reloj, me siento mucho más identificado. Para mí, esto significa mucho más que el hecho de que se trate de una pieza única. Nadie más tiene el mismo reloj que yo porque soy la única persona que tiene este NFT. ¿Verdad? Puede que su reloj sea uno de 50. O tal vez de 25. Pero el mío es único. Para mí esto le aporta un gran valor. Además, puedo cambiar el NFT cuando quiera. No tiene importancia si les gusta a otras personas o no. Tiene un significado en la comunidad de la que formo parte. Por lo tanto, tiene un significado y un valor para mí.

La aceptación de las nuevas tecnologías es algo inevitable, pero puede llevar un tiempo. Lo que siempre digo en estos casos es que, desde el momento en que se diseña una tecnología hasta que se hace realidad a gran escala, pasan 15 años. El problema es que la gente siempre cree que son 15 meses, pero eso nunca ocurre.

Siempre he sido una persona curiosa preguntándome qué vendría después. También he sido siempre el productor ejecutivo que se sentaba al lado de alguien creativo. Esto es lo que me gustaría en cuanto al legado. Creo que por eso admiro tanto a la familia Arnault, porque han sido los productores ejecutivos responsables de una gran creatividad en el mundo.

Me gustaría que mi legado personal fuera el de una persona que creía profundamente en la creatividad, que siempre intentaba hacer que las cosas fueran posibles y que conectara a las personas creativas con su público, independientemente de quién fuera ese público. Una persona que ha impulsado nuevos medios, nuevas formas de conectar a las personas más creativas con su público, sabiendo que no todos tendrán éxito.

No estoy seguro de que merezca la pena pensar en ello. Es decir, incluso el hecho de que Ethereum haya pasado de la prueba de funcionamiento a la prueba de participación ha borrado gran parte de las preocupaciones medioambientales en torno a las criptomonedas en general. Así que me alegro de que esto haya desaparecido de la conversación, al menos en lo que se refiere a Ethereum, NFT y coleccionables. No estoy seguro de cómo se aplica esto a las materias primas. Por ejemplo, la moda rápida contribuye mucho más a este problema de “exceso de cosas” que, por ejemplo, el lujo. La razón es que el lujo y los artículos de este tipo son mucho más escasos. El objetivo del sector del lujo es que se vendan sus artículos y no tirarlos. No es que siempre sea así, pero sin duda es el objetivo. Y no es que los relojes de lujo contribuyan realmente al problema del “exceso de cosas” en el planeta.

Considero que el equipo de TAG Heuer hizo un trabajo increíble con los NFT. A principios de 2021 tuve una conversación con Frederic Arnault sobre eso. Comprendí que estas comunidades de NFT —ya sean CryptoPunks, Deadfellaz o Bored Ape [Yacht Club]— están formadas por personas realmente apasionadas. También descubrí que tenía un NFT de Deadfellaz. No quiero una camiseta de Deadfellaz. Prefiero mi NFT. Aquí es donde entra la cuestión de la esfera del reloj. Podemos tomar lo que TAG Heuer hizo con el lanzamiento de Mario como ejemplo. TAG Heuer puso a la venta un reloj de edición limitada. Pero resulta que la genial esfera no era una simple imagen de Mario. Tiene un determinado comportamiento. Cambia a lo largo del día. Cuando más camine la persona que lleva el reloj, más rápido caminará Mario. Creo que es más interesante que un CryptoPunk, ¿verdad?

Y lo que se me ocurrió fue que, en lugar de ser un complemento estándar o ilimitado, esta esfera digital e interactiva tan original fuera en sí misma una edición limitada. Creo que es genial que hayamos pasado de las ediciones estándar (no limitadas) a las ediciones limitadas, en las que puedo utilizar muchas de las cosas que tengo. Ahora es posible acceder a un mercado de NFT, comprar uno y… ¡boom! puedo llevarlo en mi reloj. ¿Saben qué? Esto sí que es un diseño exclusivo de verdad.