Relojes La "Universidad" de los amantes de los relojes TAG Heuer: una auténtica enciclopedia especializada en relojes

Si alguna vez no ha preguntado alguna cosa sobre relojes por miedo a mostrar ignorancia, este es su sitio. Cuando sus amigos comparen sus tourbillons, ya no tendrá que preguntarse si están hablando de quesos franceses o de algo relacionado con los motores V8. Es el momento de hacer de tripas corazón y explorar nuestra enciclopedia de preguntas frecuentes y terminología relojera. Está pensada para todo el mundo, desde el más novel hasta el coleccionista más experimentado con algunos términos especializados. Como dijo Henry Ford, “cualquier persona que sigue aprendiendo se mantiene joven”, así que ejercite su cerebro en vez de su cuerpo. En poco tiempo, podrá incluir en sus conversaciones temas como las joyas o los biseles como si fuera todo un experto en relojería. Le damos la bienvenida al único manual especializado en relojes que necesitará.

Desde su invención a principios del siglo XVI, el reloj mecánico ha sido codiciado y admirado debido a la exquisita artesanía de su delicado movimiento interno. En esta guía descubriremos el movimiento del reloj (qué es, qué hace, términos útiles) y daremos respuesta a algunas de las preguntas más comunes de los nuevos entusiastas de los relojes, antes de presentar el Calibre Heuer 02 de Manufactura de TAG Heuer.

El movimiento del reloj, también llamado calibre, es el corazón palpitante de cada reloj. Este elegante mecanismo interno alimenta todas las funciones de los relojes, desde el movimiento de las agujas del cronógrafo, las alarmas, los calendarios y todas las demás complicaciones. Un movimiento mecánico está compuesto por una intrincada serie de muelles y engranajes que convierten la energía en movimientos regulados con precisión. Esto permite una eficiencia excepcional en el funcionamiento del reloj, así como un seguimiento preciso del paso del tiempo. Olvídese de la excepcional caja de platino, la esfera personalizada, o la correa de piel de cocodrilo retro. Este es el auténtico corazón del reloj, a menudo oculto detrás de las cámaras (aunque algunos relojes presentan fondos de caja transparentes o esferas que hacen visible el movimiento).

Sin embargo, para la mayoría de los relojeros, y muchos amantes de los relojes, el movimiento es mucho más que solo el motor del reloj. Elaborado con un savoir-faire experto adquirido a lo largo de cientos de años, un reloj correctamente fabricado es una pieza de gran belleza, con un nivel de elegancia en su ingeniería que lo acerca a una obra de arte.

La respuesta rápida es sí, hay tres. Automático, manual y de cuarzo. Un reloj de cuarzo está impulsado por una pila o un módulo solar, en el cual el cronometraje se regula mediante un cristal de cuarzo que vibra a una frecuencia determinada. No obstante, nos centraremos en los dos tipos más complejos que se emplean en la relojería de lujo: automático y manual.

Un movimiento manual requiere que el portador dé cuerda manualmente al reloj, normalmente una vez al día, para que funcione. Es el tipo de movimiento más antiguo y tradicional, y es apreciado por muchos coleccionistas por la artesanía experta involucrada en su creación. Tanto los relojes manuales como los automáticos presentarán a menudo un fondo de caja transparente, con el objetivo de mostrar la intrincada belleza del movimiento que alberga.

Un movimiento manual también utiliza energía cinética, en vez de una pila, para alimentar el reloj. Girar la corona produce energía, que se transfiere a continuación al muelle. Aquí, esta energía se almacena a medida que el muelle se comprime y, posteriormente, se libera a través de una serie de engranajes y muelles para alimentar las funciones y complicaciones del reloj.

Un movimiento automático es similar a uno manual, pero con importantes diferencias. Un reloj automático se da cuerda a sí mismo mientras es portado, a través del uso de energía cinética. Siempre que el reloj se use con regularidad, mantendrá su energía sin necesidad de que el portador le dé cuerda manualmente. El TAG Heuer Calibre Heuer 02, por ejemplo, cuenta con una impresionante reserva de marcha de 80 horas, tras las cuales es necesario llevar puesto el reloj o moverlo para darle cuerda. Los relojes automáticos también suelen ser más gruesos y pesados que los manuales, debido a los componentes adicionales necesarios para su funcionamiento.

Los movimientos automáticos consiguen su energía a través de la actividad de la muñeca de su portador. Un peso oscilante (o rotor) gira libremente alrededor de un vástago, y cada movimiento ayuda a dar cuerda al muelle (la fuente de energía del reloj), cargando la reserva de marcha. El regulador del reloj es un volante con balanceo que vibra, de media, 4 veces por segundo.

Cada movimiento automático se compone de más de 70 partes, y la más pequeña de todas ellas no es más gruesa que un pelo humano (0,07 mm). Todos estos componentes mecánicos funcionan continuamente de forma sincronizada, haciendo que el segundero cuente con un ritmo continuo en lugar del brusco movimiento de un reloj de cuarzo. Aunque es menos preciso que los movimientos de cuarzo (en unos pocos minutos al mes), es el más claro exponente de la pericia técnica y la tradición de la relojería suiza.

La reserva de marcha es la cantidad de energía que un reloj acumula para mantener en funcionamiento un reloj o cronógrafo sin ser llevado. Los movimientos automáticos de TAG Heuer cuentan con grandes reservas de marcha, como el Calibre Heuer 02 con sus 80 horas y el Heuer 02T con sus 64 horas. Aun así, es importante que siga en movimiento. Debido a que los movimientos de la muñeca del portador dan cuerda al movimiento y mantienen su carga máxima, la reserva de marcha empezará a consumirse si no existe movimiento actual y físico, haciendo que el reloj se detenga. Puede recargar el reloj girando la corona en el sentido de las agujas del reloj para proporcionarle una reserva de marcha suficiente para funcionar correctamente. Pero es más divertido si se lleva a dar una vuelta a su reloj con regularidad, y asegúrese de realizar algunos gestos con las manos durante la cena.

• Corona: El portador gira la rueda situada en el lateral del reloj para darle cuerda y ponerlo en hora.

• Muelle: La energía cinética generada al girar la corona es transferida y almacenada en el muelle principal enroscado. Cuanto más se enrosque el muelle, más energía se almacena, y más dura en funcionamiento el reloj.

• Rodaje: Mientras el muelle se desenrosca lentamente, la energía almacenada se libera a través de una serie de intrincados engranajes en los rodajes, así como del escape.

• Escape: El escape controla la liberación de energía, garantizando que se realiza con incrementos precisos. El distintivo sonido de “tic-tac” del reloj es el escape y cada sonido representa una transmisión de energía al volante.

• Volante: El volante es el corazón del reloj y permite que el movimiento regule la hora. Las oscilaciones, o batidos, del volante requieren un hábil ajuste para que el reloj funcione correctamente.

• Rodajes de indicación: Los rodajes de indicación transmiten la rotación regulada con precisión del volante a las agujas del reloj. Esto provoca el movimiento de las agujas en los intervalos correctos para indicar la hora.

• Rotor o peso oscilante: Un rotor es un sector hecho de un metal pesado que gira libremente en ambas direcciones. Está conectado al muelle por una serie de rodajes. Cuando el portador mueve su muñeca, el rotor se balancea y da cuerda al muelle automáticamente. Una vez se ha dado cuerda por completo al muelle, el embrague integrado evitará que se dé más cuerda.