DEPORTES Su pase de acceso completo al Día 2 del Gran Premio Histórico de Mónaco
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© TAG Heuer
14 de mayo de 2022, Mónaco
El viernes fue un día de conversaciones previas a la carrera, de ponerse al día con viejos amigos, de instalarse en las habitaciones de los hoteles y de enamorarse de la ciudad-estado de Mónaco. Hoy, todos nuestros sentidos están centrados en una sola cosa: la clasificación. Al igual que ayer, el día no empieza con los pilotos o los coches. Comienza con el cierre de las calles a las 6:30 de la mañana. En cualquier otra parte del mundo, la hora punta suele estar repleta de camiones de comida, trabajadores y ciclistas. Aquí, en Mónaco, la hora punta es para los amantes de la velocidad. Una vez se cierran las calles, se empieza a ver a los más madrugadores: mecánicos, médicos, personal de seguridad, comisarios de pista y fotógrafos. A estas alturas, no debería sorprenderle que muchos de los monegascos que ayudan a organizar el Gran Premio Histórico de Mónaco lo hagan gratis. Se diría que lo hacen por amor a las carreras. Un buen ejemplo de una comunidad unida por una pasión particular. Por eso, este es el evento predilecto de TAG Heuer;
Mientras los más madrugadores se instalan entre bastidores, se empieza a ver a los aficionados bajar. Es una multitud muy variopinta y ecléctica Turistas con grandes mochilas, camisetas de carreras retro, gorras y gafas de sol. Personalidades distinguidas vestidas de lino, cuero o lana. Diferentes looks, diferentes estilos, pero todos están aquí por la misma razón. Mientras se van acomodando en sus asientos, suenan las bocinas que indican el inicio de la clasificación.
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© TAG Heuer
La evolución es algo fabuloso
Sí, ahora los coches son rápidos. Sí, también son elegantes. Sí, es emocionante verlos competir. Pero además de eso, lo que más llama la atención cuando se ve el Gran Premio Histórico de Mónaco es la enorme evolución estética de los coche de carreras. Pongamos los colores como ejemplo. La mayoría de los coches de carreras de antes de la guerra y de los años 50 solían ser grises, azules, blancos y rojos. En los coches de los años 60, ya se empiezan a ver algunas pegatinas de los fabricantes y patrocinadores con bonitas combinaciones de colores. Carrocerías blancas con rayas naranjas en los laterales. Carrocerías naranjas con rayas azules alrededor del asiento del conductor. Se puede imaginar lo que disfrutarían los diseñadores de los viejos coches de carreras trabajando para que sus creaciones destacaran. A llegar a los años 70 y 80, aparecen colores y diseños que llaman la atención. Negro y dorado. Naranjas más llamativos. Y estos son solo algunos colores y diseños que estamos mencionando. Desde los motores hasta el chasis, pasando por los volantes y las ruedas, los aficionados a las carreras pueden ver en un mismo día hasta dónde han llegado los coches de competición, bajo la luz dorada del Circuito de Mónaco.
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© ACM / Olivier Caenen
Vivir por y para el color
Hablando de colores y logotipos, hay que destacar los colores distintivos de Gulf. Cinco palabras que cualquier aficionado a las carreras entenderá casi al instante. Al igual que las icónicas camisetas fútbol de los equipos italianos de los años 80, los colores distintivos de Gulf son unos de los elementos más representativos del diseño de las carreras. Incluso ahora, los equipos de Fórmula 1 intentan incorporar los famosos colores de Gulf naranja y azul. Esos colores se exhibieron en el Gran Premio Histórico de Mónaco. Los espectadores no podían dejar de mirar el Tyrrell 007 de 1974 de Roald Goethe patrocinado por Gulf. Y nosotros tampoco podíamos dejar de mirarlo. Después de todo, estos son los colores que han inspirado nuestro nuevo TAG Heuer Monaco Gulf Edición Especial.
Todo el mundo gana
Nos acomodamos en nuestro sitio en la sala de recepción cerca de los boxes. Desde un lado, se pueden ver los boxes, los coches pasando a toda velocidad y, al menos, cinco edificios de lugareños disfrutando de la acción desde sus balcones. Las carreras son como el oxígeno aquí. Al otro lado, están atracados los yates. Muchos yates. Y más allá, se extiende el Mediterráneo hasta alcanzar el horizonte. Mientras disfrutamos de estas impresionantes vistas, estamos acompañados por aficionados a los relojes y a las carreras, que son, por supuesto, amigos de TAG Heuer. Desde nuestro sitio, miramos hacia abajo, apreciando las vistas y almacenando estos recuerdos en nuestra memoria. (Y en nuestros smartphones). Los coches de época pasan a toda velocidad, transportándonos a través de muchas décadas de carreras del siglo XX. No importa si el Lotus o el Tyrrell consiguieron la pole position. Lo único que importa al final del día son las carreras, por encima de lo demás. Es así como disfrutamos en Mónaco.
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Nos vemos mañana en The Edge. No se pierda nuestras actualizaciones en directo, entrevistas y reacciones de la carrera.