CUENTOS A donde ningún otro reloj suizo ha llegado jamás

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La historia del reloj TAG Heuer que fue al espacio.

John Glenn reclinado en traje espacial

La fecha: 20 de febrero de 1962. La ubicación: Cabo Cañaveral. La temperatura según los archivos meteorológicos antiguos: cerca de los 22 °C (o 71,6 °F). Es la mañana perfecta para dar un paseo, salir a correr o, en este caso, viajar al espacio. El majestuoso cohete de la NASA Atlas LV-3B se alza sobre su plataforma de lanzamiento, mirando desafiante al cielo azul despejado de Florida. Unido a este vehículo de lanzamiento se encuentra la nave espacial Friendship 7 de la misión Mercury-Atlas 6. Dentro de la cápsula va un hombre que hará historia. Sujeto a su muñeca, un reloj que registrará esta historia. A las 09:47, este hombre y su reloj despegan hacia la inmensidad. ¿Su misión? Convertirse en el primer norteamericano y el primer reloj suizo en orbitar la Tierra, no solo una vez, sino tres. Esta es la historia del astronauta John Glenn y el modelo Heuer con referencia 2915A.

El tiempo a su lado

Antes del vuelo histórico de John Glenn, el único humano en haber orbitado la Tierra era Yuri Gagarin, quien lo hizo en 1961. Y antes del Heuer, el único reloj en el espacio había sido un cronómetro llevado por Gagarin. El reloj de Glenn, un modelo Heuer estándar con referencia 2915A, era capaz de medir el tiempo durante 12 horas con una precisión de 1/5 de segundo. Se fijó mediante tiras elásticas sobre la manga del traje espacial de Glenn. Quizá este astronauta viajara solo, pero tenía el tiempo justo a su lado. Juntos dieron tres vueltas a la Tierra, alcanzando una altitud máxima de 260 km y una velocidad orbital de aproximadamente 7,8 km/s. La misión duró 4 horas y 56 minutos. Glenn fue considerado un héroe nacional. El 23 de febrero, el presidente John F. Kennedy visitó Cabo Cañaveral. Su reloj pertenece ahora al Museo del Aire y del Espacio de San Diego. Puede verlo expuesto en el Museo del Aire y del Espacio de San Diego.

Espacio y tiempo

Las propias naves espaciales cuentan con temporizadores en las misiones, pero un cronómetro ofrece a los astronautas una opción alternativa para cronometrar el tiempo. Los astronautas en la Apollo 13 necesitaron cronometrar el consumo del motor, por lo que utilizaron la función del cronómetro. Durante el aterrizaje en la Luna, Neil Armstrong dejó su reloj en el módulo lunar como suplente de un cronómetro defectuoso. Y en la misión Apollo 17, el astronauta Gene Cernan fue fotografiado con tres relojes, todos al mismo tiempo. Los viajes espaciales dependen de instrumentos robustos y precisos que sean fáciles de leer y usar. Cualidades que definen un reloj excepcional.

Una historia atemporal

Desde hitos deportivos hasta momentos históricos, nuestros relojes son, y han sido, parte de muchas grandes historias. Puede descubrir algunas de ellas aquí.