ESTILO DE VIDA Jack Heuer: Un hombre inspirado
5 min
Jack Heuer, el antiguo director general y actual presidente honorario de TAG Heuer, es una leyenda viviente. Un hombre cuya figura se proyectará más allá de su época. Un siglo después de que la empresa de relojes de lujo fuese fundada por su bisabuelo, las innovaciones vanguardistas de Heuer valieron a la marca su renombre mundial y la situaron en la picota de la revolución estilística de mitades del siglo XX. Su búsqueda incesante por la novedad es la que ha mantenido a TAG Heuer como empresa líder del sector.
En el prólogo de la autobiografía de Jack Heuer, “The Times of My Life”, el antiguo presidente y director general de TAG Heuer, Jean-Christophe Babin, reconoció a Heuer como la inspiración perpetua de las obras maestras estéticas y técnicas de la marca por su espíritu pionero y vanguardista. Pero la creatividad no surge de la nada y los modelos más emblemáticos de Jack Heuer fueron una clara expresión de su profunda admiración por los valores estéticos y técnicos de sus audaces contemporáneos. Su desarrollado sentido del estilo se extendió a otros ámbitos, como el diseño de interiores, el arquitectónico y el industrial. Las figuras sobresalientes en dichos campos fueron su fuente de inspiración.
Charles Edouard Heuer y Jack Heuer en 1963, Suiza
LE CORBUSIER
Jack Heuer hablaba a menudo de su temprana admiración por los diseños interiores de Le Corbusier y Charles Eames, dos de las figuras que probablemente más influyeron en su vida. Más tarde, la arquitectura de Le Corbusier también dejaría su huella en la visión de Heuer. La conexión creativa entre ambos fue quizás cosa del destino, pues Le Corbusier nació y creció en La Chaux-de-Fonds, un pueblecito suizo que es ahora cuna espiritual y sede de TAG Heuer, una dichosa coincidencia que The New York Times describió como “destinada a la gloria”. El padre de Le Corbusier fabricaba esferas allí, mientras que el aspirante a arquitecto aprendió cómo hacer grabados en los relojes. Sus extraordinarias proezas pronto se hicieron evidentes y un profesor universitario dio inicio a lo que sería una prolífica carrera.
Siguiendo la misma visión que Le Corbusier, para quien la elegancia del minimalismo debía prevalecer sobre cualquier detalle superfluo, Heuer quería eliminar los componentes comunes de los cronógrafos para conseguir esferas menos saturadas y más depuradas. Le Corbusier estaba obsesionado con la funcionalidad, un detalle que también rige la lógica de Heuer sobre la que reposan las funciones clave del Carrera: “Sabía que se convertiría en un cronógrafo de carreras, por lo que era necesario que la esfera estuviera más despejada y fuese fácil de leer con un vistazo conduciendo a gran velocidad. A continuación, me basé en mis conocimientos de diseño industrial y lo perfeccioné”. Heuer se inspiró en la funcionalidad de la obra de Le Corbusier y añadió algunos giros personales para dar al modelo su estética original e inconfundible. Como consecuencia, al igual que ocurre con los diseños de Le Corbusier, el minimalismo sofisticado del Carrera no pasa nunca de moda.
Haus Le Corbusier, Weißenhofsiedlung, Stuttgart, Alemania
Centre Le Corbusier (Heidi-Weber-Museum), Zúrich, Suiza
CHARLES EAMES
Charles Eames fue una de las primeras inspiraciones de Heuer durante su época de estudiante. Eames y su mujer Ray están considerados como los diseñadores americanos más importantes del siglo XX y fueron los responsables de innovadoras contribuciones en el diseño de interiores, la arquitectura y la fotografía. Heuer escribe en “The Times of My Life”: “Durante mis años en la universidad, me convertí en un gran amante del diseño moderno. Siendo estudiante llegué incluso a ahorrar dinero suficiente para comprarme una “chaise longue” de Charles Eames, aunque al ponerla en el cuchitril en el que vivía en Zúrich parecía estar totalmente fuera de lugar”.
Heuer cita específicamente la obra de Eames como una de sus fuentes de inspiración para crear la esfera depurada del Carrera original. El Carrera, presentado en la Feria de Basilea durante la primavera de 1963, es un cronógrafo que trasciende todas las épocas cuyo legado aún corre por las venas de TAG Heuer. Jack Heuer descartó otros cronógrafos anteriores por presentar una esfera demasiado cargada: “Muchos de esos modelos estaban equipados con telémetros de artillería con escalas de espiral, cosa que dificultaba la lectura de las esferas. Mi objetivo era lograr una esfera que tuviera un diseño despejado. Este fue el secreto del aspecto moderno y depurado de mi primer Carrera”. La simplicidad de la obra de Charles Eames inspiró la ingeniosa visión y el estilo imperecedero del Carrera. Como Heuer confesó más tarde: “El reloj Carrera despide modernidad y elegancia gracias a su diseño depurado de fácil lectura. Este estilo atemporal, así como su espíritu audaz y atrevido, han sido las claves de su longevidad”.
Interior de la casa de Eames
La silla de plástico de Eames
EERO SAARINEN
Además de los diseñadores de interiores, Heuer también se inspiró en gigantes de la arquitectura moderna cuyas creaciones fueron una mezcla similar entre belleza y funcionalidad. En el año en el que se celebrara el 50.º aniversario del Carrera original, Heuer echó la mirada atrás hasta situarse en los inicios de su pasión por la arquitectura: “Tenía muchos amigos [en esta rama]”. Todos eran adeptos del diseño moderno y me contagiaron su entusiasmo hasta que yo también acabé siéndolo”. Uno de estos diseñadores modernos era Eero Saarinen, un finlandés-americano que también había sido amigo y colaborador de Charles Eames. Eero Saarinen fue un modernista de la segunda generación que desafiaba constantemente los límites tanto técnicos como estéticos, algo a lo que también aspiraba el joven Jack Heuer. La sensibilidad visual de Saarinen y las líneas onduladas y sensuales de sus construcciones se ven reflejadas en los primeros diseños de Jack Heuer. Más tarde, este visitaría las obras arquitectónicas del finlandés en Helsinki.
OSCAR NIEMEYER
En numerosas ocasiones, Jack Heuer ha dejado clara su admiración por la obra de otra figura clave de la arquitectura moderna, la del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. Este empezó trabajando en Brasil en la década de 1930. Cuando Jack Heuer era aún estudiante, Niemeyer ya se había consagrado como famoso arquitecto por las líneas fluidas y libres de sus ambiciosos y rompedores diseños que tanto influyeron en las primeras ideas de Heuer. Niemeyer fue una figura compleja y extraordinaria cuya obra proyectaba una visión de utopía igualitaria que conservaba aún un aire de individualidad y extravagancia. A los 90 años, Niemeyer aún estaba en activo, y Heuer le visitaba a menudo durante sus viajes de negocios a Brasil. Además de su pasión mutua por la pureza geométrica y la elegancia funcional, Heuer y Niemeyer compartían otra fuente de inspiración, la del legendario arquitecto franco-suizo Le Corbusier.
La marquesina de formas libres en Casa do Baile
Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, Asturias, España
UNA SINERGIA COMPLEJA
La clave para que los modelos de Jack Heuer conserven su estatus atemporal como piedra angular de la excelencia en el mundo del diseño de lujo reposa en su rica variedad de influencias y en los valores que se esconden detrás de cada detalle, según los cuales la funcionalidad tiene que ser a la vez acertada e inspiradora. Como él mismo afirmó, “un reloj no es solo una herramienta para no llegar tarde a una cita. Es también fruto de una sinergia compleja entre el arte, los sueños, las emociones, el deseo, el estatus y la belleza”.
Los principios estéticos de Jack Heuer son el resultado de un diálogo constante con esta compleja sinergia. Al sumergirse en el mundo del diseño mientras aún definía su propia intuición, Heuer aprendió a incorporar diversas influencias —la funcionalidad de Le Corbusier, la simplicidad de Saarinen, la elegancia de Eames y la ambición de Niemeyer— y a dar forma a nuevos diseños que destacaban entre los demás y eran representativos de su época. El inconfundible lenguaje del diseño que salió a la luz a través de su obra dio lugar al lanzamiento de miles de modelos y estableció los nuevos cánones de la relojería de las décadas siguientes.