Podcast Podcast, Temporada 2, Episodio 1: Un momento de récord para el recuerdo con la atleta Sydney McLaughlin
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Hay momentos en los que el tiempo queda suspendido. Momentos en los que nos encontramos a las puertas de la grandeza. Momentos que superan el paso del tiempo. The Edge es una serie de conversaciones en la que personas extraordinarias comparten sus experiencias sobre el momento que lo cambió todo. Pueden tratarse de récords mundiales, encuentros, revelaciones o decisiones que cambian vidas. Nuestros invitados e invitadas repasan estos momentos minuto a minuto para nosotros. Nos explican cómo superaron la presión, el miedo o el dolor y se esforzaron hasta el límite. Solo en The Edge.
Nuestra primera invitada de esta temporada es la excepcional velocista, vallista y plusmarquista Sydney McLaughlin. Sydney se convirtió en la primera mujer de la historia en romper la barrera de los 52 segundos en una carrera de 400 metros vallas. Pero su trayectoria de récords no había hecho más que comenzar.
En este episodio, presentado por el anfitrión Teo Van Den Broeke, director de estilo de GQ en Gran Bretaña, conversamos acerca de superar obstáculos y batir récords con Sydney McLaughlin, la vallista y velocista estadounidense. El pasado año, Sydney batió su propio récord en los 400 metros vallas. En una de las carreras más emocionantes de la historia, Sydney estableció un nuevo récord mundial en Tokio al terminar la prueba en 51,46 segundos.
Escuche la conversación completa buscando «The Edge TAG Heuer» dondequiera que escuche sus pódcast:
¿Nuestro objetivo? Ser mensualmente la fuente de combustible que necesita para que sus límites muerdan el polvo.
Atención: ¿tiene solo un minuto?
He aquí algunos fragmentos para situarse en la línea de salida y hacer que la adrenalina se dispare. Pero no olvide suscribirse a nuestro Podcast para poder oír todo el episodio sin filtros más adelante. The Edge es una serie de conversaciones con personas extraordinarias que viven al límite de las posibilidades. Se trata de la fina línea entre formar parte de la victoria o transformarse en la victoria; va sobre lo que nos sitúa en nuestros límites y qué podemos hacer para superarlos.
Un momento de euforia
[Acerca de la carrera en la que batió el récord] Tenía una sensación de paz y recuerdo que, cuando se produjo el pistoletazo de salida, era como si estuviera fuera de mi cuerpo. Como si me viese a mí misma competir desde fuera. Sentí una gran liberación, en cierto modo era una especie de euforia. Creo que ese momento de euforia fue algo único que se produjo en la prueba, algo irrepetible.
Rompiendo barreras
[Acerca del momento en el que batió el récord mundial] Nada más cruzar la línea de meta, lo primero pensé fue: “¡Madre mía, lo he conseguido!”. En ese momento sabía que había batido el récord. Cuando recorrí los últimos 50 metros, solo deseaba bajar de los 52 segundos: era algo que nunca antes se había conseguido.
Más allá de la línea de meta
Creo que ha sido increíble ver lo rápido que hemos corrido todas las participantes porque se ha roto esa barrera, tengo la sensación de que el récord va a seguir bajando.
Superando los obstáculos de las redes sociales
Considero que, en el pasado, las redes sociales han ejercido un impacto tan negativo sobre mí en términos de rendimiento que he aprendido a distanciarme de ellas. Lo que más me ha ayudado ha sido la comunidad. Mis amigos, mi familia y las personas más cercanas a mí. Además de tener opiniones que sean realmente sinceras, ya que habrá carreras en las que no pueda hacerlo tan bien. En ese sentido, ¿debería escuchar a gente aleatoria de Internet y ver lo que opinan? ¿O debería escuchar a la gente que me quiere y que me ha visto en las buenas y en las malas, que sigue conociendo mi valía y mi carácter?
No cambiaría nada
Miré los mensajes de enero o febrero del año pasado y me di cuenta de que mi entrenador me había escrito literalmente que podría bajar de los 51,90 segundos. Es una locura que realmente ocurriera. Y sé que siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero estaba realmente contenta con el resultado. No cambiaría nada.