ESTILO DE VIDA Grandes creaciones: 5 obras de arte icónicas en torno a los relojes
Acompáñenos en un recorrido por el mundo del arte a través de los relojes y descubra que el tiempo (y sus símbolos) siempre ha fascinado a científicos, relojeros, poetas y pintores. Explore estas siete impresionantes obras que cuestionan nuestra relación con el paso de las horas, los minutos y los años de forma misteriosa, bella e irónica. Estas obras maestras, desde los famosos relojes blandos de Dalí hasta el innovador reloj de eclipse de Maya Lin, demuestran que esta relación es tan personal y vasta como cualquier otra.
"Autorretrato. Entre el reloj y la cama", Edvard Munch, 1940-1943.
"Autorretrato. Entre el reloj y la cama", Edvard Munch, 1940-1943. Óleo sobre lienzo.
El artista noruego Edvard Munch (1864-1944, conocido por “El grito”) cosechó un gran éxito en los inicios de su carrera por sus representaciones del malestar, la ansiedad y la alienación. Una de sus últimas obras destacadas, “Autorretrato. Entre el reloj y la cama”, es una incorporación tardía a la serie de autorretratos que elaboró a lo largo de su vida. La obra revela un exquisito uso del color en contraste mediante la combinación de tonos cálidos y brillantes con una melancólica paleta de azules y verdes. En ella, visualizamos a Munch entre un reloj que ocupa una posición dominante y una cama con motivos geométricos. Tras él, se aprecia un espacio vívido impregnado de luz.
Eclipsed Time, Maya Lin, 1994 (cortesía de MTA Arts & Design).
Eclipsed Time, Maya Lin, 1994. Vidrio arenado, aluminio y tipografía digital.
Este ingenioso concepto escultórico se instaló en el techo del vestíbulo del ferrocarril de Long Island en Penn Station en 1994. La escultora estadounidense Maya Lin es más conocida por el Memorial de Vietnam en Washington D.C. Eclipsed Time es un reloj conceptual que indica la hora mediante la trayectoria de la luz: un disco de aluminio proyecta sombras al desplazarse entre otro disco de vidrio arenado y la fuente luminosa. La sombra se cruza con las muescas que indican las horas y los cuartos de hora marcados en el vidrio e indica una hora aproximada. A mediodía, el vidrio se aprecia sin sombras, y a medianoche queda completamente cubierto y solo se percibe la luz en los bordes. Un eclipse simbólico. En una placa cercana, se lee “Eclipsed Time no ha sido diseñado para indicar la hora con precisión. No lo tome como referencia para ajustar su reloj “.Esta creación recuerda una época pasada en la que el tiempo se medía mediante la trayectoria de la luz.
"Untitled (Perfect Lovers)", 1987-1990. Imagen cortesía de Jay Gorney Modern Art.
"Untitled (Perfect Lovers)", Félix González-Torres, 1987-1991. Dos relojes idénticos sincronizados.
Una obra de arte ambigua a menudo interpretada como una evocación de la mortalidad que se interpone entre los amantes. La pareja de Torres contrajo el SIDA, que en el momento de su diagnóstico era poco conocido, difícil de tratar y con frecuencia letal. Una de las obras más famosas de Torres, “Untitled (Perfect Lovers)”, ha inspirado numerosos homenajes de otros artistas y ha aparecido en exposiciones de todo el mundo. Los relojes, visualmente idénticos, están perfectamente sincronizados al inicio, y con el tiempo se desincronizan gradualmente. Las propias palabras de Torres ofrecen una interpretación elocuente: “No tengamos miedo de los relojes: marcan nuestro tiempo, un tiempo que ha sido generoso con nosotros… Conquistamos el destino reuniéndonos a una hora concreta en un lugar determinado. Somos producto del tiempo, por lo que respondemos ante quien lo merece: él. Estamos en sincronía, ahora y siempre. Te amo”.
"La persistencia de la memoria", Salvador Dalí, 1931.
"La persistencia de la memoria", Salvador Dalí, 1931. Óleo sobre lienzo, bronce.
En este escenario onírico surrealista, los objetos sólidos se tornan blandos, incluso líquidos. Mediante el dominio de las ilusiones ópticas, Dalí pretendía desacreditar por completo al mundo real.La única huella que deja esta impopular realidad son los lejanos acantilados dorados de la costa catalana, hogar de Dalí. El artista optó por representar lo que bromeando denominaba “el camembert del tiempo”: un universo en plena fusión donde el sentido tradicional del tiempo pierde todo su significado. La peculiar forma que aparece en el centro de la obra resulta tan extraña como familiar: una representación distorsionada del propio perfil de Dalí.
"Woman and Clock", Louise Bourgeois (1911-2010), 1994.
"Woman and Clock", Louise Bourgeois (1911-2010), 1994. Punta seca y aguatinta sobre papel.
“Woman and Clock” forma parte de una colección de grabados a punta seca titulada “Autobiographical Series”. La artista alza el brazo para abrir la esfera y mover las manecillas de un reloj de pie en una evocación del deseo de escapar del paso del tiempo o controlarlo… tal vez incluso los ciclos biológicos que tanto marcan la vida de una mujer (cisgénero). Uno de los temas centrales de la obra de Bourgeois, que encuentra su inspiración en la memoria, es el relato de sus inicios. La artista compartió que algunas personas se obsesionan con el pasado hasta la muerte, como les ocurre a los artistas movidos por una motivación que nadie comprende. Para ciertas personas, el pasado tiene ese gran atractivo y prevalencia.