SAVOIR-FAIRE Savoir-faire suizo, Capítulo uno: descubra el diseño de TAG Heuer
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Bienvenido a TAG Heuer. Acompáñenos a explorar en profundidad el extraordinario savoir-faire que nos caracteriza. En esta serie, le llevamos hasta los mismos talleres en los que se crean nuestros fantásticos relojes. Desde la primera idea hasta el pulido final de cada pieza perfeccionada, pasando por minuciosas etapas intermedias. ¿Ya es un experto en el arte de la relojería? Prepárese para llevar sus conocimientos a otro nivel con detalles cercanos y personales que seguramente conmoverán incluso a los maestros de la magia suiza.
Interior de nuestra sede de La Chaux-de-Fonds, Suiza © TAG Heuer
Ubicación: sede de TAG Heuer, La Chaux-de-Fonds (Suiza).
Desde los inicios de Heuer en 1860, la excelencia en el diseño, desde la innovación técnica hasta el estilo vanguardista, ha sido la base de nuestro savoir-faire relojero. Siga leyendo para descubrir cómo se diseñan los relojes TAG Heuer, desde la primera idea hasta la ejecución, en nuestra sede de La-Chaux-de-Fonds (Suiza). ¿Está sentado cómodamente? Empecemos por el principio…
Existe una norma tácita según la cual el proceso de diseño se inicia mucho antes de que el bolígrafo toque el papel (o el lápiz la pantalla). Nuestros diseños innovadores comienzan con la búsqueda y la contratación de excelentes equipos de diseño. Se trata de mentes creativas que no solo visualizan el aspecto del producto final, sino que pueden lograr un equilibrio entre la estética y el funcionamiento interno ideal de un buen reloj. Con su ingenio, perspicacia e inspiración, estos expertos en relojería ponen todo el proceso en marcha.
Su primera tarea es crear un boceto o dibujo digital de cualquier diseño. Esta es la etapa creativa y conceptual. La representación en 2D y 3D se utiliza para definir los acabados, el material y los colores, y los modelos de resina permiten confirmar las proporciones y la ergonomía. Utilizando un software 3D, nuestros maestros relojeros crean un modelo 3D del exterior del reloj basado en los dibujos iniciales. Esto nos permite definir completamente el diseño del modelo antes de que llegue a la fase de ingeniería. La estética y la funcionalidad se deben combinar a la perfección. La creación de un modelo en 3D permite comprobar la ergonomía del diseño final y garantiza que no queden detalles sin contemplar.
© TAG Heuer
El siguiente paso es la impresión 3D. A partir del boceto digital, nuestro equipo de diseño imprime un modelo tridimensional de resina del prototipo. Este proceso se realiza paso a paso para ver cómo el reloj va cobrando vida y cerciorarse de que se tienen en cuenta todos los detalles. Los brazaletes metálicos también se pueden imprimir en resina para mostrar los cambios en el tamaño o el diseño de los eslabones. El proceso de impresión puede durar hasta 12 horas, pero merece la pena: un prototipo como este ayuda a nuestros diseñadores a comunicarse más fácilmente y seleccionar los acabados adecuados antes de plasmarlos en metal.
Modelo en 3D del movimiento de Manufactura Heuer 02 © TAG Heuer
Una representación limpia y realista del interior y el exterior del modelo nos ayuda a analizar la viabilidad de un diseño, y sirve de referencia para ajustar las necesidades de producción y el coste. Esto se lleva a cabo con la colaboración del diseñador, siempre dentro de las limitaciones de fabricación, desde la impermeabilización hasta los procesos y las tolerancias de producción.
El traslado de los diseñadores a la sede de TAG Heuer ha permitido que el proceso se agilice en gran medida y que este equipo se integre mejor con el resto. Se aprecia con claridad qué posibilidades existen, qué límites pueden desafiarse y cómo desarrollar soluciones con la mayor rapidez posible. Esto también permite establecer un equilibrio entre nuestros objetivos estéticos y las exigencias técnicas y de suministro.
© TAG Heuer
Con el modelo de resina, los diseñadores presentan un concepto completamente desarrollado a un comité para su aprobación. Los requisitos de producción deben considerarse (literalmente) desde todos los ángulos, y con frecuencia se deben fijar compromisos entre diferentes equipos. La revisión de todos los aspectos del archivo 3D y del prototipo requiere tiempo y una atención minuciosa, por lo que a menudo se prolonga durante días. La modificación de diseños existentes, aunque sigue siendo compleja, resulta más sencilla, pero los diseños completamente nuevos requieren un largo debate y la resolución de problemas. Además de pasión y dedicación, nuestros diseñadores deben tener una buena relación: capacidad de comunicación y compromiso.
Una vez aprobado el diseño, llega el momento de pasar a un prototipo de metal. Los prototipos de TAG Heuer representan exactamente lo que el cliente verá en la boutique, y los utilizamos para resolver posibles problemas de producción o acabado, un proceso largo pero necesario para garantizar que el producto final sea técnica y estéticamente perfecto. Gracias a la resina, podemos probar el modelo para determinar su eficacia, examinar el efecto de los retoques estéticos (como los estilos de pulido) y decidir qué mejoras son necesarias. Nuestro reloj ha madurado, y está casi listo para lanzarse al mundo “real”…
© TAG Heuer
Acompáñenos en el segundo capítulo hasta Cornol, la comuna vecina que alberga la legendaria manufactura en la que se elaboran las cajas de TAG Heuer.