ESTILO DE VIDA Un tiempo inesperado en la Carrera Panamericana

La ruta de este año se extiende desde el sur hasta el norte de México, empieza el 15 de octubre en Oaxaca y recorre Veracruz, Ciudad de México, Morelia, Aguascalientes y Durango hasta alcanzar la meta en Saltillo el jueves 21 de octubre. A diferencia de otras carreras de resistencia del mundo, a la Carrera Panamericana solo pueden acceder los espectadores del público: acérquese a los sensacionales coches, conozca a los pilotos que están convirtiendo su sueño realidad (y el suyo propio) y anime a los polvorientos participantes a medida que alcanzan la meta de cada una de las etapas de esta carrera de una semana entera. Y por si esto le supiera a poco, también le traemos algunos destinos inesperados para que se le vaya abriendo el apetito y recobre su capacidad de asombro con todo lo que México tiene que ofrecer.

La carrera empieza en Oaxaca, famoso estado del sur de México y destino vacacional inmensamente popular. Sin embargo, la ciudad es más que un paraíso para los amantes de la playa: después de explorar el “Zócalo” o centro —donde se puede admirar la plaza principal, el Templo Barroco de San Domingo y el colorido e histórico mercado Benito Juárez—, vaya a visitar un “temazcal” para sudar la gota gorda. Los beneficios de esta ceremonia, que se remonta a la época precolombina, están recomendados para mejorar la respiración y la resistencia atlética. Los temazcales de Oaxaca, de variadas formas dependiendo del lugar al que acuda, se inspiran en las tradiciones zapotecas indígenas. El ritual consiste en encerrarse en una caverna sin ventanas en el espeso vapor que emana de rocas volcánicas y hierbas ardiendo.  Para visitar un temazcal, hay hoteles y balnearios como el Hotel Casa Catrina que ofrecen la posibilidad de concertar una cita.  Si sufre de claustrofobia, absténgase.

Veracruz es conocida por ser un destino tan acogedor como vibrante, de influencias afrocaribeñas y con una fascinante historia como ciudad portuaria.  Paséese por el Malecón (paseo marítimo), explore las ruinas y otros monumentos cercanos inscritos en el patrimonio universal y acuda a Impetus a recobrar la energía perdida para la llegada de los participantes de la Carrera. Esta cafetería de “tercera generación” se ha hecho célebre gracias a su café frío servido en vasos de cristal tallado con enormes cubitos de hielo hechos de café helado. Termine la velada con una sensacional cena en “Dos”, considerado por consenso general como el mejor restaurante de la ciudad. Para las creaciones de cocina mexicana contemporánea, su chef, Erik Guerrero, utiliza productos de todo el estado y los transforma en un menú de degustación compuesto por seis platos que elevan recetas sencillas como los tacos o las enchiladas a nuevas cumbres.

Desde las ruinas del Centro Histórico hasta los laberínticos mercados de arte de San Ángel, pasando por la encantadora cultura cafetera de Roma y Condesa, la Ciudad de México es el lugar perfecto para visitar mil veces y descubrir incesantemente nuevas facetas. No obstante, la ciudad es también uno de los destinos más fascinantes del planeta especialmente por la comida. Tanto si su vuelo llega de noche y está cansado y hambriento, como si se siente lleno de energía y listo para disfrutar de la vida nocturna y el baile, diríjase a Páramo, en el barrio de Roma. Aquí encontrará comida deliciosa hasta altas horas y suntuosos cócteles en un ambiente elegante. Si tiene tiempo suficiente, dese el lujo cenando en uno de los restaurantes más famosos del mundo, Pujol, situado en pleno Polanco: un templo de la degustación de techos bajos y estilo exquisito. Junto a la glamurosa clientela y el coordinado personal, el restaurante ofrece deliciosos menús de degustación creados con ingredientes tradicionales como el mole, que se cocina de manera ininterrumpida desde 2013. Se debe reservar con un año de antelación. Con eso, queda todo dicho.

Si no va a pasar mucho tiempo en Morelia, visite el cráter Rincón de Parangueo y prepárese para viajar a otro mundo. Al cráter, resultado de un misterioso fenómeno natural, se llega después de atravesar un oscuro túnel iluminado solo por las luces que llevan los niños del lugar, quienes van guiando alegremente a los visitantes. Al salir por el otro lado, descubrirá un impresionante desierto blanco digno de una película de ciencia ficción, cuya monotonía solo rompen un lago de color herrumbre y unas colinas verdes que rodean la fantasmal atracción del cráter natural. Muchos son los mitos que rodean al lugar: avistamientos de ovnis, cultivo de verduras gigantes, pinturas rupestres y el agua, cuyo cambio de color se cree que es de mal augurio. Cualesquiera que sean sus poderes, el viaje hasta allí merece la pena.

La ciudad de Aguascalientes, conocida por las corridas de toros y las peleas de gallos de su “Feria de San Marcos”, la más grande de México, también esconde un extraño secreto conocido por todos: es el templo de los relojes de autómatas. Los relojes, que están diseminados por toda la ciudad, a menudo reflejan la cultura local, incluyendo las corridas de toros. Un memorable ejemplo de ello es el reloj del Hotel Fiesta Americana, que se abre a las 12 h, las 15 h, las 17 h y las 19 h —horas importantes en el mundo de la tauromaquia— para mostrar un intrincado baile  en el que un toro se mueve alrededor de un pequeño torero al ritmo del “Pasodoble torero” de Silverio Pérez. ¿Listo para fundirse entre los autóctonos?  Grite “¡Olé!” cuando el toro pase bajo el capote del torero.

Adéntrese en el submundo de Durango con una exploración del pasaje subterráneo que serpentea bajo las calles del centro de la ciudad. El Paseo Túnel de Minería de Durango es un laberinto de oscuros corredores llenos de artefactos procedentes de la industria minera local, del que rebosan legendarias historias de miedo que aterraron a toda la ciudad. El tour del museo está aliñado con las historias de misterio y los mitos que tanto abundan en México, y que tan interesantes (y aterradoras) resultan. Además de piedras preciosas, equipos de minería, explosivos y otros detalles históricos, la espeluznante visita incluye momias, vampiros, toros fantasma, escorpiones gigantes y maldiciones. Cruce los dedos para salir vivo de esta.

Parras de la Fuente, también conocida como Parras, fue fundada en 1598 y es una de las primeras ciudades del estado de Coahuila. Famosa por sus maravillas naturales, como el Cañón de la Lima y sus muros de piedra azul de 12 metros, Parras también es la localidad donde se construyó la primera bodega de toda América. Parras, especie de oasis dentro de un estado marcado por la aridez, ha visto surgir un impresionante número de viñedos gracias a su microclima fresco y verde, entre los que se cuentan varias de las bodegas más antiguas de todo el mundo.  Recomendamos Don Leo, a poca distancia del centro de Parras, por sus vistas panorámicas y sus fabulosos vinos añejos.  En la degustación se ofrece una gran variedad de uvas: desde Sauvignon Blanc hasta Cabernet Sauvignon (ganador del oro en la Competición Internacional de Cabernet) y Syrah.

Un viaje a Saltillo estaría incompleto sin una visita al Museo de las Aves.  No se vaya: este no es tan solo un destino para aficionados a los pájaros y frikis de la taxonomía. El museo alberga 2000 especies de pájaros, alrededor de tres cuartas partes de las especies de aves que existen en México. Es más, es la única colección del mundo dedicada a presentar todos los pájaros de un país, lo que es mucho decir, ya que en lo que se refiere a su impresionante vida salvaje, México no decepciona. Desde recreaciones en tamaño real de antiguos pájaros gigantes hasta la espectacular taxidermia y los huevos de todos los tamaños, formas y colores, la extraña y hermosa colección abarca desde la inmensa águila harpía hasta el minúsculo colibrí de Eloísa.

Sea lo que sea que le brinde su experiencia en la Carrera Panamericana, seguro que será toda una aventura… y lo único que puede convertir dicha aventura en una experiencia completamente inolvidable es un amigo fiable con el que compartirla. El elegante reloj TAG Heuer Carrera le acompañará desde el abrasador ambiente del temazcal y el refrescante rumor de la legendaria vida nocturna de Ciudad de México hasta donde haga falta.